Las motos eléctricas han despegado con fuerza en los últimos años en Cuba. Pueden verse en todas partes y hasta sustituyen al típico descapotable que constituyó parte del cortejo nupcial en algunas bodas, según fuera captado por fotógrafos de varias generaciones.
Una crónica de Reuters recuerda que aunque las bodas sobre ruedas no son nada nuevo a lo largo del malecón de La Habana, hubo una esta semana que llamó la atención.
La novia, Daniley Aguiar, de 21 años, comentó que tanto ella como su pareja eran fanáticos de estas motos, por lo que la singular procesión era “algo que siempre quise hacer”.
Sin embargo, el cortejo formado por motocicletas eléctricas es también una señal de los tiempos que corren.
Reinier López, el novio de 27 años, subrayó que organizar una boda con un presupuesto limitado no fue fácil dados los desafíos diarios de la escasez, la inflación y el deterioro de los servicios.
Ingenio criollo
El uso de estos vehículos en cualquier circunstancia de la vida es también la muestra del ingenio para superar la crisis económica.
La circunstancia prácticamente ha paralizado el transporte público, ha disparado los precios de los taxis y ha provocado largas colas para comprar gasolina.
Alfredo Rodríguez, de 50 años y miembro de la Asociación de Motos Eléctricas BigCuba, dijo que por estos días “a veces es imposible encontrar transporte”.
Apogeo de la moto eléctrica
Los vehículos importados están sujetos a fuertes impuestos, con excepción de las motocicletas, scooters, ciclomotores y bicicletas eléctricas, y el gobierno tiene una empresa conjunta para ensamblarlos en el país con la china Tianjin Motor Dies Co Ltd.
Al alrededor de 100 000 de estos transportes circulaban por las carreteras a principios de 2023, en comparación con apenas unos cinco mil años atrás, apunta la crónica.
Entre 2020 y 2022, fueron producidas y ensambladas en Cuba unas 23 mil 361 motos y triciclos eléctricos, según datos publicados por Cubadebate.
El ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, comprobó en febrero pasado que las capacidades productivas instaladas en el país posibilitan lograr 39 mil equipos al año, según una visita a la Asociación Económica Internacional (AEI) Vehículos Eléctricos delCaribe Vedca (Minerva).
Esas producciones son resultado apenas del 20% de las capacidades instaladas en las tres entidades dedicadas al ensamblaje y fabricación: las empresas Ángel Villareal Bravo (Minerva, en Villa Clara) y de Aplicaciones Narciso López Roselló, en La Habana, y la AEI Vehículos Eléctricos del Caribe Vedca (Minerva), en Boyeros.
Un coche nuevo cuesta decenas de miles de dólares. La moto eléctrica tiene un precio menor. No es que tampoco esté al alcance de la mayoría de los cubanos, pero muchos de ellos buscan la manera de lograr sus objetivos ante la falta de otras oportunidades.
Las motos son un gran alivio, manifestó Rodríguez, ya que el piloto “simplemente las carga en casa y te lleva a donde necesitas ir”.