Tres de las ciudades más importantes de Cuba: La Habana, Santiago de Cuba y Matanzas se encuentran entre las que presentan los “peores niveles de calidad del aire” en el país, de acuerdo con estudios realizados en la isla.
A estas tres urbes las acompañan en esta clasificación otras cuatro ciudades con una importante infraestructura industrial: Cienfuegos, Mariel, Nuevitas y Moa, informa el diario Granma.
De acuerdo con Rosemary López Lee, jefa del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera (Cecont), a estas siete ciudades les siguen, “con el rango de malo”, Santa Lucía —no aclara si es la localidad de Camagüey o de Pinar del Río—, Santa Clara, Camagüey, Holguín y Nicaro.
En un tercer nivel, calificadas como deficiente, se encuentran Pinar del Río, Artemisa, San José de Las Lajas, Cárdenas, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Las Tunas, Bayamo y Guantánamo.
Según López Lee, entre las “causas fundamentales” de la contaminación atmosférica en Cuba figuran “los errores de planificación territorial en cuanto a la ubicación de los asentamientos urbanos e instalaciones fabriles” y “el uso de tecnologías obsoletas, sobre todo en la industria y el transporte”,.
También, “la carencia de sistemas de tratamiento eficientes y la reducida disposición de normas técnicas regulatorias”.
“Según el inventario nacional de emisiones de las principales fuentes fijas contaminantes (…), el dióxido de nitrógeno (no2), es el contaminante que más se emite a la atmósfera en Cuba, seguido del dióxido de azufre (so2) y el monóxido de carbono (CO), asociados a la quema de combustibles fósiles”, indicó la investigadora.
“Resaltan también, por su magnitud, las emisiones de material particulado pm10 y pm2,5, y los compuestos orgánicos volátiles diferentes del metano”, añadió.
En La Habana
En el caso particular de La Habana, los “mayores problemas” se localizan en La Habana Vieja, Regla, Diez de Octubre, Cotorro, Centro Habana y San Miguel del Padrón, según la experta.
“Las zonas más comprometidas están concentradas en el anillo industrial, alrededor de la bahía habanera, vinculadas a las emisiones de la refinería Ñico López y el grupo electrógeno de Regla, fundamentalmente”, explicó.
“Otros focos contaminantes notables lo constituyen las calderas, hornos e incineradores”, agregó López Lee.
La jefa del Cecont admitió que en la capital “una buena cantidad de centros industriales incumplen con las normas de calidad del aire establecidas, respecto a la distancia mínima que debe haber entre ellos y la zona residencial”.
En cuanto a otras partes de la isla, aseguró que los municipios de Moa, Mariel y Nuevitas son “los máximos emisores de SO2, NO2 y CO a nivel nacional”, aunque igualmente “resultan igualmente significativas las emisiones de estos compuestos en Cienfuegos y Matanzas”.
La experta consideró que para revertir el deterioro de la calidad del aire es necesario “reactivar y modernizar el sistema de monitoreo” y también “priorizar, mediante la aplicación de soluciones integrales, el tratamiento de las emisiones industriales en los planes de la economía”.
En este sentido, dijo, ya “se dan pasos” a corto y mediano plazo.
“En una primera etapa, los trabajos estarán concentrados, fundamentalmente, en la ciudad de La Habana, para, de manera gradual, extender esa iniciativa a otras urbes con marcados problemas de contaminación atmosférica”, explicó.
López Lee también resaltó la importancia de “fortalecer las investigaciones interdisciplinarias”, y “disponer de un decreto–ley específico sobre protección de la atmósfera”, para lograr un mejor resultado en el enfrentamiento a la contaminación atmosférica en Cuba.