El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció este lunes que las autoridades de Estados Unidos ejercen “presiones” a países latinoamericanos para erosionar el patrón de votos de apoyo al proyecto que presenta Cuba en la Asamblea General de Naciones Unidas para reclamar el fin del embargo impuesto por Washington a la Isla, informó Prensa Latina.
“Lejos de atender al reiterado llamado de la abrumadora mayoría de la comunidad internacional al cese de esa política, Estados Unidos realiza una nueva maniobra para intentar justificar su continuidad”, dijo Rodríguez, citado por PL.
Denuncio que Dpto Estado de #EEUU despliega intensas acciones de presión, en particular vs. 6 países latinoamericanos, para forzarlos a cambiar su tradicional voto a favor de la resolución de la #AGNU que reclama el fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra #Cuba.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) November 4, 2019
El ministro de Exteriores cubano alertó que en octubre fueron convocadas por el Departamento de Estado estadounidense, las embajadas de cuatro naciones latinoamericanas en Washington, con el objetivo de obtener sus votos en contra del proyecto de resolución que Cuba presenta cada año ante la Asamblea General de la ONU.
A esa reunión se suman “intensas” gestiones directas realizadas por embajadas estadounidenses en las capitales de seis países de América Latina, con el mismo propósito, señaló Rodríguez, quien calificó como “burdo” el modo en que el Gobierno de Donald Trump ejecuta diversas formas de “condicionamiento y chantaje” para el cumplimiento de sus objetivos de política exterior.
De acuerdo con el canciller cubano, las presiones se han concentrado especialmente en países latinoamericanos.
“Cuba sabe que cuenta en su lucha contra el bloqueo con el apoyo unánime de los pueblos latinoamericanos y espera que ningún gobierno de la región se someta a los dictámenes anticubanos de Washington”, expresó Bruno Rodríguez.
Esta semana, la Asamblea General de la ONU someterá a votación el proyecto de resolución que pide el fin del embargo de Estados Unidos contra Cuba, y que desde 1992 ha contado con el apoyo de la gran mayoría de la comunidad internacional, aunque no tiene carácter vinculante.
En 2018, el Gobierno de EE.UU. intentó sin éxito añadir varias enmiendas al documento presentado por La Habana a la Asamblea General, en las que se denunciaba la situación de las libertades y los Derechos Humanos en Cuba.
Finalmente, la resolución fue aprobada con el voto favorable de 189 de los 193 países de la ONU, dos votos menos que el año anterior, dado que Ucrania y Moldavia optaron por no votar.