|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
El teórico belga Armand Mattelart, figura clave en la economía política de la comunicación, murió el viernes en París a los 89 años, con una obra marcada por el análisis crítico de los medios, la cultura de masas y el imperialismo cultural.
Nacido el 8 de enero de 1936 en Lieja, Bélgica, Mattelart estudió Derecho y Demografía antes de radicarse en Francia.
En los años sesenta se trasladó a Chile, donde maduró su pensamiento durante el gobierno de Salvador Allende. Allí, como profesor en la Universidad Católica de Valparaíso, colaboró en iniciativas para cuestionar los medios masivos.
Su obra cumbre, Para leer al Pato Donald (1971), coescrita con Ariel Dorfman, desmontó las ideologías en las narrativas de Disney y el imperialismo cultural.
Tras el golpe militar de 1973, se exilió en Francia y se convirtió en profesor emérito de la Universidad de París VIII.
Autor de títulos como La Comunicación-Mundo, Multinacionales de la Comunicación y La Invención de la Comunicación, enfatizó que la comunicación es un terreno de lucha política esencial para la emancipación social.
Desde Cuba, la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (Fcom) expresó su pesar por su fallecimiento en redes sociales, reconociéndolo como una “figura imprescindible en los estudios de la comunicación y la cultura”.
“Su obra —añade el mensaje de Fcom— marcó generaciones y abrió caminos para pensar la comunicación desde una perspectiva crítica, latinoamericana y comprometida con la transformación social”.
En 2015, la institución le otorgó el Doctor Honoris Causa durante el Encuentro Internacional de Investigadores y Estudiosos de la Información y la Comunicación (ICOM), junto a su esposa Michèle Mattelart, un reconocimiento que subraya su influencia global entre académicos de América Latina, Europa y África.
En esa ocasión, la Universidad de La Habana hizo constar los aportes del prestigioso académico y su vínculo estrecho y fértil con la comunidad científica de la nación caribeña, reseña el periódico Trabajadores.
El entonces decano Fcom, Raúl Garcés Corra, ponderó el reconocido prestigio del profesor Mattelart, “ubicado siempre al lado de las causas de los países pobres y distinguido por su pensamiento contrahegemónico y una obra intelectual de relevante compromiso político”.
Garcés Corra reconoció que sus obras, “cargadas de un pensamiento de vanguardia, han acompañado la formación de varias generaciones de estudiantes cubanos, y de otros que se han graduado en las aulas de la isla”.










