Ligero crecimiento
El producto interno bruto (PIB) de Cuba aumentó entre enero y junio de este año un estimado del 1,1 por ciento tras decrecer en 2016 un 0,9 por ciento, en lo que supuso la primera recesión en 23 años, informó hoy una fuente oficial.
El vicepresidente y ministro de Economía y Planificación de la isla, Ricardo Cabrisas, ofreció el dato en la primera reunión ordinaria anual de la Asamblea Nacional, presidida por Raúl Castro y en la que los diputados abordan, entre otros asuntos, el comportamiento de la economía en el primer semestre de 2017.
Cabrisas ya había avanzado esta semana durante las comisiones previas al pleno parlamentario que el país había frenado el retroceso económico, aunque sin precisar el porcentaje de crecimiento.
Según un reporte de la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), Cabrisas dijo que el semestre estuvo marcado por “una desfavorable situación con la disponibilidad de divisas y combustibles”, la inestabilidad en el suministro de crudo y la vigencia del embargo económico que Estados Unidos mantiene sobre Cuba.
Como factores positivos que incidieron en la ligera recuperación económica, el ministro mencionó el turismo, la construcción, el transporte, las comunicaciones y la agricultura, con la excepción del sector azucarero.
La previsión de ingresos externos se incumplió en 417 millones de dólares y en el caso de las importaciones, en más de 1.500 millones de dólares “por dificultades en la utilización de créditos, limitación en la asignación de liquidez, deudas por cartas de créditos vencidas y no pagadas, y deficiencias en el proceso de contratación”, explicó Cabrisas, según la ACN.
En el primer semestre del año Cuba pagó 2.306 millones de dólares a acreedores, con prioridad en el reordenamiento de deudas de periodos anteriores.
La Isla ha hecho hincapié en el último año y medio en su voluntad de hacer frente a los compromisos contraídos tras el reordenamiento de su deuda externa mediante un acuerdo logrado en diciembre de 2015 con los países prestamistas del Club de París.
La balanza comercial en los primeros seis meses del año fue positiva, por valor de 1.980 millones de dólares, aunque el ministro llamó a realizar un esfuerzo mayor para cumplir con las exportaciones.
Respecto a la inversión extranjera, que cifró en 1.346 millones de dólares, anunció que el Gobierno aprobó “reinversiones” en dos proyectos en ejecución y once nuevos, de los que cinco se encuentran en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, un centro empresarial y puerto mercante con condiciones fiscales ventajosas para atraer el capital foráneo.
La cartera de negocios que Cuba ofrece para captar inversión foránea y que se presenta cada año en la Feria Internacional de La Habana contendrá en esta edición “más de 450 proyectos en diversos sectores de la economía” frente a los 395 del 2016, adelantó Cabrisas.
Según el ministro, el segundo semestre del año será “de intensa labor, no exento de tensiones” y adelantó que “el conjunto de problemas acumulados no podrá resolverse en toda su magnitud en el corto plazo”.
La economía cubana se vio lastrada el año pasado por la crisis en Venezuela, país que envía petróleo subsidiado a la isla a la vez que compra servicios profesionales, fundamentalmente médicos y docentes.
También afectaron la caída de los precios de las materias primas en los mercados internacionales y la insuficiencia de las inversiones extranjeras.
OnCuba / EFE
Aprobada Ley de Aguas Terrestres
Atendiendo a que Cuba necesita una gestión eficiente de los recursos hídricos el Parlamento cubano examinó y aprobó el Proyecto de Ley de las Aguas Terrestres, como parte del Noveno Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura.
Desde la presentación de la primera versión, en julio de 2013, el Proyecto fue sometido a la consulta popular. A partir de unas 200 propuestas, el documento inicial fue modificado en un 37, 7 por ciento, publica el sitio Cubadebate.
Según la versión correspondiente al 8 de diciembre de 2016, la Ley: “regula la gestión integrada y sostenible de las aguas terrestres que se encuentran dentro de la corteza terrestre o encima de ella, independientemente de su composición física, química o bacteriológica, en el espacio que conforma la parte emergida del territorio nacional limitado por la línea de costa”.
La normativa ordena el manejo integrado y sostenible de las aguas terrestres en la Isla. También establecerá las medidas de protección y planificación para preservarlas.
La presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, actualizó a los diputados sobre el proceso y el estado de la sequía en Cuba.
Para Chapman, las lluvias constituyen “la principal fuente de este preciado líquido y su frecuencia está disminuyendo”; por ese motivó señaló la necesidad de “gestionar de manera integrada el uso de este recurso tan importante para la vida”.
La Ley está compuesta por 13 títulos, 29 capítulos, 15 secciones, 127 artículos, dos disposiciones especiales e igual cantidad de transitorias, seis disposiciones finales y un glosario de términos.
En cuanto a la sequía, Chapman detalló que el 56 por ciento del territorio nacional se ve afectado, principalmente en la región central.
Este es un fenómeno natural cada vez más frecuente en la Isla, y como evidencia quedó 2016, uno de los cinco años más secos en las tres últimas décadas en Cuba.
“Hoy contamos con 3 mil 583 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa tan solo el 39 por ciento de la capacidad de almacenamiento. Debemos advertir que ha variado el comportamiento de las lluvias por el cambio climático. Actualmente, 71 acuíferos están en estado normal y 9 en estado crítico”, explicó Chapman a los presentes.
Precisamente, las investigaciones anuncian un cambio en el patrón de las lluvias, debido a los efectos del cambio climático.
El uso del agua en Cuba está regulado por el Acuerdo 72/2012 del Consejo de Ministros. A partir de 2013 comenzaron las labores de redacción del Proyecto actual, que responde a los Lineamientos aprobados en el VI y VII congresos del Partido.