De acuerdo con el periódico Juventud Rebelde, seis provincias cubanas desarrollan el protocolo de obtención de plasma sanguíneo de pacientes recuperados del coronavirus para utilizarlo con fines de asistencia médica e investigación.
La Habana inició este servicio el pasado jueves 16 de abril con dos donantes. Después se incorporaron Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Matanzas y Ciego de Ávila. Y a principios de la próxima semana se sumará Camagüey.
En el proceso de superar la enfermedad, las personas infectadas desarrollaron anticuerpos. Su estudio y disponibilidad resultan vitales para ayudar a otros pacientes, sobre todo en estado grave o crítico. Pero cuando haya más plasma disponible, se extenderá su uso a pacientes con síntomas leves o asintomáticos a fin de evitar que la infección avance y de estimular la generación temprana de sus propios anticuerpos.
Un mismo paciente se puede trasfundir hasta cuatro veces, en dependencia de su mejoría. El requisito esencial es emplear plasma del mismo grupo sanguíneo, por lo cual es importante obtener suficiente de todos los grupos.
En las distintas provincias, los técnicos van a las casas de quienes se recuperan o hablan en los hospitales con los pacientes que van a recibir el alta inmediata para explicarles la importancia e inocuidad de la técnica y ver su disposición a contribuir a ese empeño.
La plasmaféresis automatizada para extraer un plasma hiperinmune con fines terapéuticos se viene utilizando en varios países. Cuba tiene condiciones para extender el procedimiento a todas las provincias sin comprometer las prioridades del Programa de Sangre, que garantiza insumos a los hospitales y materia prima para la planta de hemoderivados de La Habana.
En estos momentos, el plasma hiperinmune es la única fuente disponible de anticuerpos frente al nuevo coronavirus para uso inmediato. El método se ha aplicado en múltiples enfermedades virales, en particular en cuadros graves de carácter epidémico para los que no hay ni vacunas ni otros tratamientos específicos.