El Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) confirmó este miércoles otros cinco fallecidos por la actual epidemia de dengue y chikungunya, por lo que el total de víctimas mortales se elevó a 52.
La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña, afirmó en televisión que la mayoría de los muertos son menores de 18 años. Según los datos oficiales, 34 fallecieron por complicaciones asociadas al chikungunya, mientras que el resto murió debido al dengue.
Peña afirmó que la víspera se registraron 2049 casos de síndrome febril inespecífico, el primer síntoma común de ambas arbovirosis, y 539 de chikungunya para un acumulado de 47 003 contagios por esta enfermedad.
En cuanto al dengue, la funcionaria comentó que la tasa de incidencia es de 5,23 infectados por cada 100 mil habitantes.
Esto supondría unos 507 nuevos infectados, sobre una población total de 9,7 millones de personas, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), de acuerdo con cálculos de la agencia EFE.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que recoge cifras oficiales cubanas, indicó la semana pasada que, desde principios de año y hasta finales de noviembre, el número de contagios totales en lo que va de 2025 por dengue en Cuba ascendía a 25 995, recuerda la agencia española.
La vicetitular del Minsap sostuvo que el número de pacientes en cuidados intensivos se redujo a 36, 12 de los cuales se encuentran en estado crítico, todos son menores de 18 años.
Sin cifras absolutas
A pesar de sus reportes periódicos sobre la epidemia, las autoridades sanitarias han reiterado que las cifras de infectados son un subregistro, porque muchos enfermos no acuden a los centros médicos, principalmente por el deterioro de los servicios públicos en la isla.
Mientras, tanto usuarios en las redes como medios y analistas independientes cuestionan los números oficiales, tanto en lo referido a los enfermos como a los fallecidos, que según esos criterios y conteos no oficiales serían mucho mayores que los reportados por el Minsap.
Este lunes el Gobierno aseguró que el brote de chikungunya y dengue avanzaba “hacia una mejoría en el control” en la isla, aunque “todavía la curva” en la gráfica de nuevos casos seguía “en la zona de epidemia”.
Peña hizo estas declaraciones en sus habituales apariciones en televisión, donde apuntó, sin dar cifras absolutas, que los nuevos casos de síndrome febril inespecífico se habían reducido en un 21 % con respecto a la semana previa.
Las autoridades cubanas reconocieron por primera vez el pasado 12 de noviembre que el país sufría una epidemia de chikungunya y dengue, pese a que los primeros casos se diagnosticaron en julio y que las infecciones se habían disparado en septiembre y octubre.
La epidemia ha encontrado en Cuba un terreno fértil para extenderse debido a la grave crisis económica del país, lo que limita la capacidad de prevención —principalmente mediante la fumigación masiva contra los mosquitos—, el control —con test para confirmar el tipo de enfermedad— y la atención a los enfermos, por falta de medicamentos y otros insumos sanitarios.
EFE / OnCuba.













