El cubano Luis Hernández Casanova fue rescatado con vida el pasado domingo 3 de abril luego de permanecer más de cuatro horas sepultado por el derrumbe de las piedras de un horno rústico para fabricar cal, según informan medios oficiales de la Isla.
El hecho ocurrió en la comunidad de Hornos de Cal, en la provincia de Sancti Spíritus, cuando Hernández Casanova se encontraba buscando carbón dentro el horno en el momento del derrumbe, según un reportaje publicado por el periódico local Escambray en su sitio web.
“Llevaba tiempo trabajando ahí, pero el domingo no tenía ni gas para cocinar y me fui para allá a recoger carbón. Yo siempre voy por el tejar y veo a todo el mundo y ya saben que estoy allá abajo, pero el domingo no había ni un alma allí, entonces yo me metí para allá adentro y me puse a sacar carbón”, le contó al medio el hombre al que todos en la zona conocen como “Coco”.
“Ya tenía el carbón afuera y dije: ‘Voy a sacar el palo ese de ahí, porque de todos modos van a meter leña’, pero cuando yo me meto a sacar el palo siento el derrumbe y ya no me daba tiempo a salir; entonces me tiré de lao para que no me pasaran todas las piedras por arriba. Me taparon completo, no podía moverme”, añadió en su relato.
De acuerdo con lo contado por María Gutiérrez Cruz, esposa del dueño del horno, solo quedó en pie parte de la estructura y la puerta por donde se meten los palos para hacerlos arder. Nadie sabía en ese momento que dentro había quedado atrapada una persona.
El hijo de María y un amigo fueron los primeros que llegaron al lugar, pudieron escuchar la voz de Coco y dieron el aviso. Se montó un operativo con el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (Sium), la Brigada de Rescate y Salvamento, la Policía Nacional Revolucionaria y los vecinos para salvar la vida del accidentado, apunta el medio.
Cuando los bomberos pudieron acercarse al lugar donde había quedado sepultado, se sacaron los dos balones de oxígeno del carro, se empató la manguera y por un hueco entre las piedras se le alcanzó la mascarilla para poderle poner el oxígeno mientras seguían los trabajos de rescate, precisa Escambray.
De acuerdo con la publicación, las labores de salvamento duraron alrededor de cuatro horas. “En ningún momento perdí el conocimiento. Lo único que sentía eran las piernas que ya se me iban entumiendo y entumiendo”, contó Coco después del rescate.
“Pensamos que tenía fracturas costales, craneales, pero no se le rompió ni un solo hueso. Hubo que picarle la ropa y las botas para atenderlo y revisarlo. Tenía hematomas en la región de los calcáneos, un trauma de cráneo simple, quemaduras por presión y signos de deshidratación. Se le canalizaron venas, se le puso sonda vesical, todo lo que se hace en apoyo vital hasta trasladarlo al Hospital General Provincial Camilo Cienfuegos”, dijo al medio local la doctora Tania Medina Vera, quien lo atendió tras ser sacado bajo las piedras.
“Cuando me sacaron estaba un pueblo ahí y todo el mundo aplaudiendo, llorando y montándome en la ambulancia le dije adiós a todo el mundo. Ya cuando me vi afuera dije: Libré de esto”, dijo a Escambray el superviviente del derrumbe que, según el medio, este 8 de abril cumplió 67 años.