No soy cubano de nacimiento, aunque llegué muy pequeñito a Cuba desde mi Argentina natal y de Cuba me enamoré desde la sensibilidad más básica al pisar su tierra.
Arribé de exiliado, como tantos otros miles de latinoamericanos en aquella época de los 70, porque mis padres eran guerrilleros y los militares nos buscaban intensamente (mi mamá es una de los 30 mil desaparecidos por la última dictadura cívico-militar argentina; otros de la familia fueron asesinados o encarcelados).
No quiero aburrir a nadie con historias personales, solo lo rememoro por honestidad, para dejar sentado que también hablo desde la que considero, para mí mismo y por así decirle, mi media-cubanía, con todo el prurito y las disculpas que el caso amerita.
Por elección, pero también porque si bien un día de los 90 volví a estos sures latinoamericanos buscando caminos que necesitaba recorrer (como tantos otros igual que uno), nunca me fui del todo de Cuba; mi segunda matria, a la que he vuelto una y otra vez todos estos años, física y espiritualmente, después de haber vivido en la Isla desde mi más temprana infancia hasta terminada la universidad, o sea, casi 20 años de esa etapa de la vida que a uno lo forma humana, moral y culturalmente. Así, compartí como un (casi) cubanito más, calle, becas en el campo, ilusiones y desilusiones, alegrías y amarguras, cultura, pasiones, buenas épocas y Períodos Especiales.
Dando un salto interestelar en el tiempo y el espacio, llego a lo que quiero contar: los sucesos en la Embajada de Cuba en este Chile al que me trajeron el amor y la vida, y donde también hemos compartido con tanta gente —igual que en Argentina— luchas, pasiones, alegrías y amarguras, porque ya se sabe, Nuestra América es una sola, desde el Bravo a la Patagonia. Aquí nos tocó vivir el 11J cubano y todo lo que abre.
Cuando supimos que el martes 13J manifestantes cubanos (y cubanas) se estaban congregando frente a la Embajada para protestar en este marco del 11J, y que a esa convocatoria estaban convergiendo también activistas de los peores grupos de la ultraderecha neofascista chilena, como Patria y Libertad, Capitalismo Libertario y el Partido Republicano, decidimos con mucha gente aquí autoconvocarnos en defensa y cuidado de la Embajada. Ambas convocatorias se repitieron este viernes 16J, en número todavía mayor y con similar composición. En la acera de enfrente, además de los cubanos y de los fascistas chilenos, convergió un buen número de emigrados venezolanos antichavistas.
En la acera de la Embajada no sólo había militantes de partidos de izquierda, que de hecho eran los menos aunque presentes, sino sobre todo mucha gente suelta, que vivió o no en Cuba, miembros de movimientos de solidaridad con la Isla, jóvenes activistas de asambleas territoriales, colectivos antifascistas y otras organizaciones populares de base ligadas a la rebelión chilena, y algunos cubanos y cubanas que viven aquí (si bien ciertamente en número harto menor a los que estaban en la acera de enfrente).
Nos hicimos amigos de un muchacho técnico industrial que manda lo que puede a su familia allá, o de un compañero ya veterano, docente, desempleado desde hace un tiempo y changaneando aquí (ambos cubanos, quiero decir), con los que compartíamos el aguante, la nostalgia y también la profunda preocupación. Asimismo compartíamos (con muchos amigos, amigas y compañeros que vivieron, crecieron y se formaron en Cuba allí presentes), el agradecimiento infinito a la tierra que nos acogió, solidaria como es, y la convicción de que, pese a cualquier pesar, teníamos que estar ahí poniendo el cuerpo.
El martes 13 la cosa no pasó de repertorio cruzado de cantos, consignas e improperios, de música que va y viene de un lado al otro (“Patria y Vida” desde allá, “Me dicen Cuba” o Silvio desde aquí), de algún amago de ataque por parte de los de enfrente, si bien la presencia de los fachos chilenos era muy inquietante, porque son grupos violentos, normalmente armados y que han pasado a la acción muchas veces en los últimos años, lesionando o hiriendo a estudiantes en tomas, a manifestantes y a disidentes sexuales.
Entre los cantos entonados al unísono, a la par de “Patria y Vida”, “Abajo la dictadura” y “Libertad para el pueblo cubano”, se escuchaban “vivas” a Pinochet y burlas a los desaparecidos y asesinados por su dictadura.
Ahora, el viernes 16 la situación se puso espesa, tuvimos que soportar varias andanadas de apedreos tanto de cubanos como de chilenos (algunos cambolos eran de muy grueso calibre), dos compañeros resultaron heridos de cierta consideración (a uno le partieron la cabeza de un palazo), y tras la última y furibunda andanada, tuvimos que retirarnos, también a petición del personal de la Embajada y de los pacos (carabineros), que en general separaban las aceras como podían para impedir agresiones mayores.
En nuestra acera, el consenso era no tirar, no responder en actitud de autodefensa, dado que el objetivo no era enfrentarnos a palazos y pedradas, sino cuidar la Embajada real y simbólicamente.
Hasta aquí los hechos. Pensándolos, es preciso decir que quienes estábamos defendiendo la Embajada lo hacíamos desde la convicción de que el bloqueo genocida es (sobre todo en este momento histórico), la causa principal de las asfixias que padece el pueblo cubano, y que la Revolución y el socialismo son condiciones sine qua non de la independencia y la soberanía de Cuba y su pueblo; soberanía que es y seguirá siendo la base de cualquier horizonte de justicia social, democracia real y derechos.
Otra convicción compartida es que los sucesos del 11J, siendo el punto de inflexión que parecen ser (y la Revolución cubana ha conocido varios en su historia), se inscriben en las operaciones de guerra no convencional o híbrida que el imperio estadounidense, las oligarquías y las contrarrevoluciones impulsan en Nuestra América y han impulsado en otras latitudes, con todo su repertorio de devastación de “estados fallidos” a través de “corredores e intervenciones humanitarias”, “golpes blandos”, “revoluciones de colores”, lawfare, guerra mediática y algorítimica vía redes sociales de internet, etc.; y cuyos episodios más recientes en nuestro continente son el golpe en Bolivia, las represiones salvajes bajo la óptica de la “defensa de la democracia” a las rebeliones populares en Chile, Colombia o Ecuador, y las agresiones mercenarias a Venezuela o Haití.
Sabemos que está todo conectado, y que para Estados Unidos es geopolítica de Estado permanente, más en una época de declinación relativa de su hegemonía global y de necesidad correlativa de aferrar en el puño monroísta a lo que siguen considerando su “patio trasero”, como evidencia la misma continuidad del bloqueo trumpista y su transición a bloqueo bidenista contra el pueblo cubano. En Nuestra América la guerra híbrida transcurre bajo conducción del tristemente célebre Comando Sur.
Es más, sabíamos también que en ese marco, el acoso a la Embajada de Chile aquí se inscribe en las batallas que estamos librando en todos los planos contra el neoliberalismo, y que ahora mismo este fin de semana tenían una estación importante, con las elecciones primarias de los candidatos presidenciales de las coaliciones que competirán en noviembre por la Presidencia del país.
Que Daniel Jadue, del Partido Comunista, pudiera resultar el candidato electo de la coalición Apruebo Dignidad, traza el hilo entre unas cosas y las otras, en medio de una furibunda campaña de terror simbólico en los medios hegemónicos y redes sociales contra una coalición de perfil más centroizquierdista que otra cosa, cuyo Programa incluso es considerado por muchos de nosotros como relativamente moderado (“comunista” sin dudas para el gran capital y la histeria reaccionaria).
Algo muy triste sobre los sucesos en la Embajada fue ver en la acera de enfrente a cubanos que hasta hace unos pocos días eran nuestros amigos, algunos prácticamente familia.
Uno se queda pensando en qué lluvias trajeron estos lodos. Pocas dudas hay sobre cómo el trumpismo-marcorubismo y la progresiva radicalización reaccionaria que engendran, alimentada por la propaganda goebbeliana en sus formas contemporáneas, pergeña estas situaciones (como en todo Occidente, donde el neofascismo avanza sin descanso, con sus marchas y contramarchas).
Quienes podemos ver, hemos visto cómo sus efectos queman cabezas y nublan entendimientos. Aunque también uno vea ahí otras razones, algunas incluso legítimas a su manera (nunca para compartir aceras con fascistas, eso sí), y que nos imponen otras reflexiones, más profundas y complejas.
Estas reflexiones resultan difíciles y dolorosas, pero la honestidad las convoca. Hablando ahora por mí y por mucha gente cercana, que estaba o no en la Embajada, urgen las complejidades y los matices.
Sabemos bien, y hemos visto acuciosamente toda la información que lo prueba, que el relato enemigo sobre los sucesos del 11J y días subsiguientes ha estado infestado de fake news, bulos, mentiras y manipulaciones de todo tipo, desde las más burdas mostrando niños ensangrentados en otros contextos o haciendo pasar manifestaciones de la Copa América por manifestaciones en Cuba, hasta las más sofisticadas (cuando digo “enemigo” me refiero al relato imperial, trumpista-marcorubista, etc..).
Sabemos que las protestas tuvieron un componente violento, seguramente fogoneado por operadores en terreno, y que todo ello se inscribe, como decía, en las directivas de la guerra no convencional. Esa guerra es doblemente cruel por trabarse en un momento socioeconómico y sanitario tan al límite para Cuba (luego de una gestión epidemiológica de la pandemia ejemplar hasta que fue posible, y con la perspectiva de la inmunización masiva por el logro extraordinario de las vacunas propias).
Igualmente, conocemos que las manifestaciones populares en defensa de la Revolución han sido auténticas y masivas. A la vez, comprendemos (y éstas son obviamente las complejidades) que las protestas tienen un componente popular legítimo, como el mismo discurso oficial parece reconocer cuando el Presidente Díaz-Canel habla de “revolucionarios confundidos” o “personas que sintieron la necesidad de manifestarse por las carencias que estamos viviendo” entre los manifestantes.
Esas razones reales están ancladas también en errores y déficits, dogmatismos y extremismos que han retrasado los cambios y reformas necesarios para que acabe de “cambiar todo lo que debe ser cambiado”, como reza la misma definición de Revolución de Fidel, y así (con bloqueo y todo, cuyo fin no está en las manos del pueblo y el Estado cubano y seguirá siendo un dato de la causa), la vida tanto material como espiritual del pueblo mejore todo lo que pueda mejorar. Seguramente sería bastante con esos cambios estancados, algunos retrasos explicables por cerrazón ideológica y otros seguramente por la defensa de intereses creados por burocracias con privilegios a defender.
No me extiendo en ellos ni hago citas de ello porque no me corresponde y en el debate cubano son de sobra conocidos. Todo eso es lo que uno siente y escucha allá en la Isla, cuando vuelve al barrio (en mi caso Alamar), anda La Habana y otras localidades, comparte un buche o un buchito de café con los amigos y amigas de todas las edades —extracciones y trayectorias— o con gente nueva que uno se cruza sentado en el Malecón, en el banquito de un parque o en un concierto. Uno siente los anhelos congelados, los horizontes borroneados, los cambios que se retrasan o no llegan, las amarguras y rabias que un día va y explotan. No es eso lo único que he compartido cogiendo trillo allá, claro, pero también.
Es más, sabiendo, como ya dije, todo lo que hay de fake news, manipulación y operación enemiga en la información sobre las protestas, hemos visto a la vez imágenes incontrovertibles o escuchado relatos plausibles de excesos y brutalidades policiales en la contención de la violencia y de las protestas mismas; detenciones arbitrarias frente a la misma legalidad que prescribe el Estado Socialista de Derecho sancionado por la nueva Constitución Socialista (también antes del 11J); intolerancias hasta infames a veces desde una perspectiva genuina (para uno al menos) de defensa de la Revolución; violaciones de derechos y abusos durante las detenciones en el marco de las protestas.
Duele mucho decirlo, pero para quienes en el pasado hemos sufrido el terrorismo de Estado de nuestras dictaduras, o en el presente venimos sufriendo la represión neoliberal contra nuestras sublevaciones, cómo no desear que todo ello pare y se repare, ajustándose cualquier necesidad de contención de la violencia o la manifestación, a formas y protocolos apegados a la legalidad socialista y los derechos humanos, que se investiguen y sancionen sus violaciones durante estos acontecimientos.
En ese sentido, vimos llamados de no a la violencia ilegítima y fratricida, templanza y paz (insospechados de provenir de enemigos), incluso de figuras señeras de la cultura cubana, como Chucho Valdés, Leo Brower, Los Van Van, Adalberto y su Son, los López-Nussa y tantos otros. No podemos más que muy humildemente sumarnos a esos llamados.
Todo indica que los cambios necesarios (más aún ante un acontecimiento-bisagra como este), deberían ser no sólo de índole socioeconómica —que urgen y cómo—, sino también político-cultural, buscando el diálogo fraterno, sin intolerancias e inclusivo, intentando soluciones políticas creativas dentro de la democracia socialista, que evidentemente necesita ser profundizada, hacia una diversidad mucho más amplia en la unidad.
Y en ello, activando una imaginación instituyente, abierta a nuevas formas de auto-organización y participación popular: que amplíen la capacidad real de decisión del pueblo soberano sobre los asuntos de sus vidas, en los centros de trabajo, en los territorios de vida, en la vida cultural, en todo el campo social.
Esto está planteado en todas las latitudes, también en Cuba a su manera. Dichas invenciones son seguramente necesarias, también por las exigencias contemporáneas, los cambios generacionales, las obsolescencias de algunas de las antiguas formas y las derivas de los tiempos.
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PD: los movimientos de solidaridad con Cuba aquí en Chile, graduados de la ELAM y muchas otras personas, estamos en plena campaña para enviar donaciones de material médico-sanitario a la Isla; ya se había hecho un envío de jeringuillas, se está cerrando otro con material diverso, y la campaña sigue.
Soy de Alamar; allí crecí en la Zona 7 y 8, cerca de los edificios donde vivian chilenos, uruguayos, etc. En una de las escuelas secundarías básicas de Alamar compartí mi aula con varios niños chilenos. Quizás por todo esto me dolió y me impactó tanto ver a una mujer golpear con el asta de una bandera cubana en la cabeza a un caribenero y me dolió ver tamaño conflicto y violencia frente a la Embajada cubana.
Luego de leer, que lo agradezco, por que no son muchas las posibilidades que hay hoy en día de tener una exposición de ideas totalmente contrarias a lo que uno piensa sin llegar a ser violento… comienzo a exponer mi punto de vista.
Entiendo que saliste de Cuba antes del periodo especial, yo recuerdo que en ese tiempo mis vacaciones eran en Cuba y con 1000 US era casi un millonario, donde comer una caja de arroz con pollo no me costaba ni un dólar y donde ir al barrio chino con un familión no gastaba mas de 20 US. Por que te lo recuerdo!, antes del periodo especial para el cubano ya era difícil vivir, luego de ser azotados por la falta de acuerdos con la Unión Soviética destacando por su puesto que tu ya no estabas en Cuba, comenzó una crisis aun mayor, en la cual de ahí en adelante en ves de preocuparme de llevar dinero para disfrutar con mis amigos, era mejor pagar el sobre peso, y llevar pasta de diente, toallas higiénicas y distintos artículos de aseo por que ya en periodo especial no había acceso a estos productos, (y ni hablar del valor de ellos hoy) Ah! y por supuesto una bolsa de dulces para que los niños compartieran en el barrio, no imaginas la cara de felicidad de esos niños con un chocolate en la mano.
En cuanto a mi, Yo tenia que llegar a escondidas y mis amigos subiendo las maletas por que yo no podía pagar por una habitación en su casa ”ERA ILEGAL” podría un familiar, pero no un turista, destacándote claro que ese hotel solo era para extranjeros… te gustaría defender esta idea? yo no le encuentro explicación mas que como turista el gobierno me obligue a pagar 100 us en un Hotel.
Pero bueno cometiendo este ilícito vivía la vida del Cubano duchándome temprano por que al medio día ya no teníamos luz, donde ir a la carnicería significaba comprar un picadillo (que es el invento de la carne para justificar que venden) pero comiendo con el sazón y el amor que le ponía a sus platos mi querida Ofelia.
Si te hablo de ella su salario 26US mensuales, lo que yo gastaba en un día disfrutando mis vacaciones. No quiero nublar tu cabeza con montones de situaciones inhumanas que me tengas que debatir una por una, por que no podrás darme explicación a algo tan obvio, mas aun teniendo presente que TU NO ESTABAS EN CUBA. También recuerdo el barbero de la Habana Vieja ”Eliades” Medico Titulado, Ginecólogo de profesión adivina… cortaba el pelo por que era mas rentable que ejercer como medico, recuerdo lo que era andar en camello, lo viviste? un camión que en su acoplado llevaba 100 vacas por que eso parecíamos, por que nuevamente lo mismo, si no tomaba esos taxis de 20 US amarillos que eran formidables los autos mas nuevos de la Habana no podía moverme, por que de los almendrones me bajaban por miedo a que te quitaran la licencia por llevar a un turista.
Es ilógico seguir contándote experiencias por que estoy seguro que ya las sabes, y menos explicarte que esto lo vivía solo un mes que duraban mis vacaciones eso si durante muchos años. Solo del otro lado tenias personas que trabajaban por el turismo o eran parte del gobierno que vivan en Miramar y no se podía tomar fotos de sus casas, te lo decían los guías turísticos y era mejor no preguntar el por que… Creo que con esto basta para transparentar un sistema que ya luego del periodo especial si no sufría un cambio esto se iba a derrumbar, cambios que jamás sucedieron y que bajo la falta de administración y dialogo para afrontar nuevas propuestas a la mano del avance al SIGLO XXI Cuba quedo como una fotografía en blanco y negro, en adelante… todas las maneras posibles para adoctrinar su población incluyendo la educación de los niños, la televisión, medios de prensa, radio emisoras y lo que fuera necesario para acerté comprender que eres un raton de laboratorio y no te podrás escapar de esta jaula. A menos que pienses como ellos tu recompensa será una libreta para que vallas a retirar tus alimentos, tampoco tenemos que entrar en detalle de lo que consta esta libreta no?
Bajo tus historias personales me llama la atención el que digas que volviste ”Por Elección” no tenemos que aclarar que esa elección no la podía tener un Cubano verdad? no tenemos que aclarar que la única manera de salir y buscar nuevos horizontes era subir a una balsa y navegar 90 millas con destino incierto? la defensa a un pensamiento retrogrado que en teoría suena muy lindo pero que en la practica solo se agudizo y llevo a una debacle que hoy lo salva el internet, Ya que son las redes la que hizo al Cubano abrir los ojos y ver como es la verdadera realidad del mundo, que para ellos los cegaron durante años haciéndoles creer que había solo una forma de pensar. Un Mundo con distintos colores pero en su gran mayoría de la mano de la democracia que es precisamente lo que celebra mi País hoy, ”LA DEMOCRACIA”, y sí, así es soy Chileno con un cariño gigante por esa isla, su gente, su cultura y sobre todo su música. A lo mejor estuvimos fuera de la embajada en veredas opuestas cada uno defendiendo nuestras ideas pero que es precisamente lo que no puede hacer el Cubano de a pie, por que están bajo una dictadura que tiene una sola vereda, si no caminas por ella lo que te llevas son palos o ser procesado, ni hablar de como te hacen la detención ni si cumplen o no las condiciones básicas para no quebrar la barrera de los derechos humanos. Tu crees que existen hoy esos derechos? crees que por salir a la calle a gritar lo que pienso tenga que ser procesado, es mas que tu puedas salir a exponer tus ideas y el que piensa distinto a ti no?
Obviamente no voy a entrar en el tema del bloqueo como tu le dices por que seguimos pensando distinto.
Necesitamos una Cuba donde llegue la democracia donde todos se puedan expresar, una Cuba donde los jóvenes se puedan desarrollar como y donde quieran, que sea su pueblo los que la construyan a su manera, donde no tengas que vivir de las remesas, donde creen sus propias reglas y sobre todo donde puedan vivir de manera digna y en PAZ..
Solo pensamos distinto y de la comodidad de cada una de nuestras vidas escribiendo bajo un Laptop ”con internet” exponiendo nuestras ideas, solo pido una #CUBALIBRE.
Cesar, entiendo tus frustraciones y comparto muchas de las insatisfacciones y errores cometidos a lo largo de los años en nuestro país. Muchas de ellas justificadas con la mentalidad de plaza sitiada que hemos tenido, aún cuando si hemos sido una plaza sitiada todos estos años. Tu anelo es legítimo, pero no seamos ingenuos: ¿que nos depara si el golpe blando dirigido desde donde tu sabes logra triunfar? ¿te has puesto a pensar en eso? o ¿eres de los muchos que piensas que un cambio aquí nos convertirá en Miami o Costa Rica? Con un cambio aquí ·”democrático” va a prevalecer lo más recalcitrante y recio de la mafia Miamera, a lo Rosa Maria Payá y comparsa, que ya hoy viven de ese negocio y que van a vender este país a quien tu sabes. Cuando todo un pueblo se equivoca en esas cosas, pasa lo que pasó con Elsin en Rusia, con Bolsonaro en Brasil, con Yanine Añez en Bolivia, con Lenin Moreno en Ecuador y con Trump donde tu sabes, ¿de veras vamos a correr ese riesgo o vamos a intentar presionar dentro y arreglar desde dentro? Yo me voy por lo segundo y si eso implica enfrentarme a los que optan por lo primero, allá nos vemos ……
Articulo bien intencionado, con una perspectiva balanceada que incluye hasta los puntos de vista de los activistas contrarios.
Sin embargo esperar que en medio de un golpe blando donde todo esta en juego y que es sin duda alentado y financiado por los que que nunca se preocuparian un bledo si eliminan y desaparecen a sus contrarios (de lo cual el autor tiene su propia experiencia personal) que no se les vaya un manotazo de mas o de menos, y todo se haga dentro de un marco juridico perfecto es en la practica imposible.
No se puede ser tan ingenuo , y esas expresiones de descontento popular que aparentaron ser espontaneas no lo fueron, era evidente por muchos dias antes, que las redes sociales eran utilizadas sutilmente para coordinar y empujar a esos manifestantes, la mayoria muchachos muy jovenes que son facilmente influenciados por las redes sociales.
Los soñadores e intelectuales tienen que darse cuenta que en todo conflicto siempre encontraran los “daños colatelares” , que por lo menos no son de la magnitud de familias completas bombardeadas y desaparecidas como ocurre en las campañas para salvar las democracias neoliberales.
Cuantos han sido asesinados y torturados hasta ahora por participar concientemente o no en el golpe blando ?
Cambiar todo lo que halla que ser cambiado no es exactamente lo mismo a hacerle el juego a los que te destruiran. Cuba no es China y cualquier desliz puede tener resultados irreversibles.
Como buen biologo el autor de sobra conoce que despues de muertos no existen los milagros para revivir nada.
Vamos, dejemonos de infantilismos.
Por supuesto que usted es izquierdista y siente la necesida de exculpar al culpable y condenar a la victima.No se puede ser tan militante.La dictadura totaltaria cubana,debe ser codenada,como lo fue Pinochet.No es un asunto de politica,es un asunto de etica,de derechos humanos.Por eso la izquierda despierta tanto odio,son maquinas con un programa.Usted apoyo las protestas en chile,pero le cuesta apoyar a las cubanas…..pero la diferencia de donde usted vive y Cuba es que usted en chile hace politica cotidiana,tiene su partido,sus constituyentes….sus derechos.En cuba,no !! No importa si usted es fascita o militante radical de izquierda,todos debemos tenemos derechos,hasta que infrinjamos la Ley .Siga pesando que los actos del estadium de santiago fue un crimen y los de cuba,no !!!
Una pequeña aclaración para César, con mucho respeto, que viví casi todo el Período Especial, sin dólares y aguantando como todo el mundo. Mi privilegio, cierto (aunque no elegido), era que me podia ir legalmente cuando quisiera (aunque no sali porque hubiera Período Especial, dicho desde la sinceridad)
El grave problema de todo lo que ha pasado con la respuesta que le dio el gobierno a las protestas y que usted reconoce que hubo “excesos y brutalidades policiales” , yo le agrego palizas, disparos con bala real y de goma, detenciones arbitrarías a gente que ni siquiera participo en las protestas, juicios sin derecho a defensa y muchísimas mas cosas que son innegables. El grave problema es que no se les va a hacer nada a esos que ejercieron la violencia de parte del gobierno, al contrario hoy a salido que los homenajean. Y ojalá me equivoque pero eso va a hacer que se creen monstruos como en la dictadura de Pinochet o la de Batista. El que le escribe es y será siempre una persona de izquierda pero lo que yo he visto son actos de una dictadura y como tal los repudio.