El déficit de generación eléctrica en Cuba llegó este martes a los 880 megawatts (MW) en el horario de máxima demanda, un número que le acercó a los registrados en los momentos más críticos de la crisis padecida durante casi todo el 2022.
De acuerdo con la Unión Eléctrica (Une), las afectaciones al servicio de distribución de energía comenzaron poco después del amanecer y se extendieron por más de 20 horas, en las que no existió capacidad para cubrir la generación demandada.
En esta situación influyó el elevado número de Centrales Termoeléctricas (CTE) fuera de servicio por averías o mantenimiento programado, entre ellas la Antonio Guiteras, el bloque unitario de mayor capacidad y eficiencia.
Según trascendió, la Guiteras se encuentra en proceso de arranque y debe sincronizar este miércoles al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) para aportar 200 MW.
La Une apunta que, además, reciben mantenimiento las unidades ocho de Mariel, dos de Santa Cruz, seis de la CTE Nuevitas y cuatro y seis de la CTE Renté.
Junto a ello, se mantienen fuera de servicio por averías las unidades seis y siete de Mariel, la uno de Santa Cruz, la cuatro de la CTE Nuevitas, la dos de Felton y la unidad tres de la CTE Renté.
El comunicado señala que por limitaciones tecnológicas se dejan de generar 172 Mw y que en la generación distribuidas están indisponibles 832 Mw por averías y otros 421 Mw por labores de mantenimiento.
No obstante, la Une pronostica que la situación mejorará ligeramente durante este miércoles, aunque las afectaciones al suministro de electricidad se mantendrán durante todo el horario diurno, con un déficit máximo de 550 Mw la jornada.
Crece déficit de generación eléctrica en Cuba después de casi un mes sin afectaciones
El parte emitido precisa que en el horario de mayor demanda se estima una disponibilidad de 2455 MW y una demanda máxima de 2900 MW, para un déficit de 445 MW, por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 515 MW en este horario.
Este déficit en la generación de electricidad fue alertado a principios de años por directivos de la Une, atendiendo a un plan de mantenimientos a las principales CTE del país, la gran mayoría con más de tres décadas de explotación, lo que provoca continuas paradas por averías y cortes al servicio en casi todo el país.