El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez hizo un llamado “a la unidad de los cubanos” y “al respeto de los cubanos, despojándonos de cualquier sentimiento de odio, de cualquier vulgaridad, de cualquier comportamiento indecente, pero exigiendo las normas de disciplina, las normas que garantizan en nuestra sociedad esa tranquilidad social”, reporta el diario Granma.
En una reunión del Grupo temporal de trabajo del Gobierno para el enfrentamiento a la COVID-19, ocurrida en la tarde del martes, el presidente cubano se refirió a las protestas iniciadas el pasado domingo 11 de julio y a la repercusión que sigue teniendo la manera en que se han enfrentado.
“Los violentos somos nosotros? ¿Los represores somos nosotros? Nosotros no estamos actuando contra nadie, nosotros sencillamente, con el pueblo, estamos defendiendo los derechos de ese pueblo. Y en cualquier lugar del mundo, cuando hay hechos de delincuencia, ¿no se enfrentan? Aquí hay una diferencia: aquí esas provocaciones las enfrenta el pueblo, y por supuesto las instituciones del orden interior”, dijo y agregó que el pueblo “está defendiendo sus razones y sus verdades, y nosotros tenemos muchos compañeros, muchas personas de ese pueblo que tienen heridas, que han sido golpeados, que han sido apedreados por toda esa delincuencia”.
Según sus palabras, “el enemigo” pretende complicar “dos escenarios”: el primero tiene que ver con la COVID-19 y la apuesta a que ese escenario “se siga complicando y que nosotros no tengamos capacidad para enfrentar con éxito la pandemia”, “El otro objetivo al que está apostando el enemigo es (a) crear intranquilidad social, incertidumbre. La campaña que hay en las redes sociales es una campaña irritante, totalmente mentirosa, calumniosa”.
Sobre las redes, dijo que las convocatorias promovidas en ellas “son totalmente agresivas, llamando a asesinato, llamando a linchamiento, amenazando, llamando a la destrucción de instalaciones, llamando al atentado contra viviendas de personas y, en particular, de personas identificadas como revolucionarias”.
A todos estos hechos los definió de “terrorismo mediático”, ante lo cual dijo que algún día “estaremos denunciando que los que se plegaron en este momento a esas campañas lo hicieron apoyando el terrorismo”.
“O sea, que ese discurso de que el gobierno está reprimiendo manifestaciones pacíficas, o ese pedido que hacen de que Cuba o el Gobierno respete la opinión de sus ciudadanos es una total mentira y es una total calumnia. Los que se están manifestando no se están manifestando de manera pacífica. Están llamados por el odio que les ha ido inculcando toda esa estrategia de subversión tan indignamente montada, tan perversa, tan malvada, que ha sido montada en las redes sociales”, dijo.
Respecto a profunda crisis que disparó las protestas del domingo alegó que “no siempre tenemos todos los resultados que necesitamos porque no siempre disponemos de los recursos necesarios, porque también nos los bloquean”; y añadió: “El que quiera ver cómo está Cuba, cómo se vive en Cuba, cómo cada día este pueblo construye páginas de heroísmo, cómo este pueblo en medio de las circunstancias ha enfrentado la pandemia, cómo un gobierno todos los días está volcado a trabajar con los temas que más afectan a la población, podrá ver cuán diferente es el mundo por el que nosotros apostamos, el mundo que queremos construir”.
El presidente cubano insistió en que las protestas del domingo se deban a “planes de la mafia cubano-americana que se empeña en impedir que pueda reanimarse un diálogo de respeto, de iguales, sin medidas restrictivas, sin medidas coercitivas entre dos países que son muy diferentes en lo ideológico, pero que son geográficamente cercanos y que podrían tener una relación totalmente civilizada, sobre la base de un respeto mutuo”.
La reunión estuvo presidida, además, por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, así como por el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández.
Es lo mas inteligente, sensato y apegado a las palabras del Apostol que he escuchado: Con todos y para el bien de todos. Ahora hay que trabajar para ver como la sociedad civil logra salir de la profunda crisis econonica, politica y social en la que realmente se encuentra sumida la isla catibeña, principalmente en parte de las generaciones “X” y “Y”.
Gracias. por la calidad de su publicacion.
Dr. Alfonso.