Este 3 de septiembre autoridades del Centro Nacional de Sanidad Animal (Cenasa), del Ministerio de la Agricultura (Minag) y protectores de animales se reunieron para concretar acciones y resolver cuestiones logísticas y legales luego de casi dos meses de aprobarse el Decreto-Ley No. 31 de Bienestar Animal en el país el pasado 10 de julio.
Según destacan medios de prensa nacionales, los directivos del gobierno cubano encargados de los asuntos de bienestar animal plantean que la implementación de la actual normativa es un proceso progresivo y gradual, por lo cual todavía existen dificultades con los mecanismos de atención a la población para quejas y denuncias.
De momento, cada provincia cuenta al menos con un número telefónico para la denuncia de quejas de maltrato animal, así como para tramitar otras preocupaciones y asuntos relacionados con el tema. Se trabaja en los procedimientos a seguir luego de establecer una denuncia de violencia contra los animales para actuar de manera eficiente.
También en los 164 centros estatales se labora para la asistencia veterinaria, la mayoría en malas condiciones para su trabajo adecuado, aunque “se ha priorizado un plan para la reparación y mantenimiento de esas instalaciones”, precisan directivos.
De igual manera, se conoció que el Grupo Empresarial Labiofam, productor de medicamentos de uso veterinario en Cuba, analiza la importación de otros fármacos para la venta en moneda libremente convertible, mientras se trabaja en el desarrollo de fármacos de producción nacional para que al cierre de 2021 cada cabecera provincial tenga una farmacia para la venta de medicamentos para animales, amparada en una norma legislativa próxima a publicarse. La misma permitirá a las personas naturales traer desde el exterior productos de uso veterinario sin límites de cantidad.
Otro tema fundamental resultó el respaldo a los refugios para animales, pues muchos operan en colonias protegidas o en los hogares de los animalistas y voluntarios, por lo cual deben revisarse problemas como los mecanismos legales y el manejo logístico de los refugios. Para ello resulta vital asimilar experiencias de trabajo de protectores de animales en todo el país en acciones como las campañas de adopción, esterilización, desparasitación y concientización social.
Yusaima González Arrebato, responsable de Vigilancia de Enfermedades Zoonóticas del Ministerio de Salud Pública (Minsap), precisó que se han adoptado medidas para el control de poblaciones de animales callejeros y el uso métodos no violentos para el sacrificio de animales, otro pedido de antaño por parte de las sociedades animalistas del país.
Durante el intercambio Claudia Díaz, una de las jóvenes activistas participantes por parte del grupo Cubanos en Defensa de los Animales (Ceda), precisó la necesidad de una mejor comunicación entre las autoridades y la comunidad protectora animal del país, para lo cual es necesario más premura en las respuestas por parte de los encargados de atender las denuncias de la población, la mejoría de los servicios veterinarios e incrementar el trabajo en conjunto entre las instituciones estatales y la comunidad animalista del país.