La escasez de combustible obligó a disminuir la frecuencia de operaciones del transporte público estatal en las provincias cubanas de Cienfuegos y Las Tunas, informaron esta semana medios locales.
Dentro de la ciudad de Cienfuegos continúan operando 20 ómnibus, a razón de dos por ruta, pero “a partir de las seis de la tarde cada recorrido se mantendrá con un solo carro, de manera que la frecuencia se alarga un poco más”, declaró al periódico 5 de septiembre el directivo a cargo de la transportación de pasajeros en la Empresa Provincial de Transporte, Orlando Valdés.
Los viajes entre las cabeceras municipales y la principal ciudad de esa provincia del centro sur de la Isla también se verán afectados por el recorte de combustible.
“En el caso de los llamados charangones (Superbus) realizan un viaje inicial, se mantienen en Cienfuegos y solo regresan en la tarde; el viaje intermedio se concreta con un carro más pequeño y por tanto de menor consumo de combustible”, explicó Valdés, quien aclaró que los traslados por mar no presentan modificaciones.
Por su parte, en la oriental provincia de Las Tunas las rutas desde la cabecera provincial hacia los municipios realizarán ahora solo los viajes al comienzo y final de cada jornada, indica Periódico 26.
El servicio urbano dentro de la capital tunera contará con menos medios de transporte y bajará la frecuencia de las diferentes rutas, detalla la publicación.
Alciviades Lluch, director adjunto de la Empresa de Transporte de Pasajeros y Cargas Generales de esa provincia, dijo que “a pesar de las limitaciones”, su entidad seguirá garantizando los viajes hacia la zona de las playas del municipio de Puerto Padre y El Socucho.
Los transportistas privados asumirán los servicios necesarios para paliar la disminución de las prestaciones a cargo de Cardina, aseguró Lluch.
Asimismo deberán hacer los choferes de vehículos de instituciones estatales, dijo el directivo, y explicó que “los inspectores populares continuarán velando porque esos conductores cumplan con la obligación de detenerse en las paradas”.
Los reajustes en el transporte público estatal urbano, rural e intermunicipal en esa provincia del oriente cubano se mantendrán por lo menos hasta la primera quincena de septiembre, de acuerdo con la fuente.
En septiembre pasado, una crisis por escasez de combustible obligó al gobierno cubano a reorganizar el transporte en todo el país, y este año se repitieron varias veces las escenas de filas de autos esperando reabastecerse en las gasolineras.
La nueva crisis por combustible que podría estar en marcha ocurre en momentos que el transporte público en La Habana está totalmente suspendido a causa de los rebrotes de COVID-19 registrados en las últimas semanas, y cuando la economía de la Isla sufre el impacto de la pandemia.