El nombre, Bella Isla, augura algo agradable. En el medio de un gran salón climatizado, rodeada de decenas de clientes ávidos por consumir algo, clientes que además no tienen otro lugar al que acudir, algunos de ellos después de un largo recorrido para llegar al lugar, y al parecer decididos a probar los productos que esa cafetería les ofrece. Es –por qué no– una situación realmente ventajosa para esa cafetería.
Allí delante de lo tres puntos de despacho que ese día funcionaban, muchos clientes hacían fila, a veces relativamente larga, para obtener los manjares de Bella Isla. El despacho muy práctico, pues los clientes salían con sus entrepanes envueltos en un papel, los pomos de agua en la otra mano y en un ejercicio de malabares digno del Circo del Sol, lograban llegar sin percances hasta alguna de las mesas vacías (no eran muchas las que así estaban) y sentarse para degustar, en la agradable luz tenue del salón, del sándwich por el cual habían esperado tanto.
Para Bella Isla, la única cafetería que ofrece entrepanes y café y otros productos parecidos en la terminal 3 del Aeropuerto de Rancho Boyeros, la situación es perfecta. Los pasajeros no tienen otra alternativa, o comen allí o… sencillamente no comen. Es probable que hace diez o quince años cuando la terminal 3 parecía que sobraba para la cantidad de vuelos que recibía, tener una sola cafetería no era un problema. Relativamente pocos vuelos y consecuentemente pocos pasajeros, probablemente en aquellos tiempos no había presión.
Pero los tiempos han cambiado y hoy decenas de vuelos al día ponen en tensión a Bella Isla y a toda la infraestructura de esa terminal. No manejo la cantidad de pasajeros que todos los días entran o salen de Cuba por ahí, pero creo que no me equivoco si afirmo que es la terminal de más tráfico. Tampoco me equivoco si afirmo que es por donde entra la mayoría de los 4,7 millones de turistas que arribaron a Cuba en 2017 y debe ser igual en 2018.
Quizás Bella Isla y la empresa a la cual ella pertenece no hayan pedido tener el monopolio del expendio de algún tipo de comida caliente en la terminal 3, pero el hecho real es que son los únicos y que los pasajeros que salen de Cuba (los que entran no tienen ninguna cafetería a la cual acudir, ni siquiera un mostrador que les permita comprar una botella de agua en ese largo camino que va desde el avión hasta el momento en que logran recoger sus equipajes y salir a la “superficie”).
Es cierto también que esos cuellos de botella no siempre se producen, más bien son relativamente esporádicos y no siempre usted ve pasajeros en una fila esperando por su sándwich. También puede ser cierto que la ausencia de platos puede haber obedecido a una situación coyuntural, igual que la ausencia de bandejas, o la ausencia de azucareras que obliga a usar vasos plásticos en esa función. Pero llama la atención que cosas como estas pasen en el más importante aeropuerto internacional de Cuba.
Yo estoy convencido de que la empresa de Bella Isla ingresa una cantidad de CUCs, dólares y euros no despreciable todos los días, pero también sé que los que dirigen la empresa no tienen la suficiente autonomía para decidir ellos mismos comprar los insumos que necesitan para que el servicio cumpla con un mínimo de estándares y los pasajeros también disfruten esas dos o tres horas en que se despiden de Cuba. Es más, estoy convencido de que ellos tienen mis mismas preocupaciones y ese mismo sinsabor en la boca que le deja a cualquier cubano ver que despedimos a los pasajeros con un servicio de esta calidad.
Mi primera pregunta cae por su propio peso: ¿Acaso no es posible que con una pequeña parte de esos ingresos, la empresa “dueña” de esa cafetería no pueda garantizar la logística de los platos y las bandejas?
Mi segunda pregunta es un poco más compleja: ¿Acaso no es posible pensar en permitir que otras empresas pongan sus cafeterías; por ejemplo la cadena Palmares?
No estoy hablando de “privatizar” los espacios de la terminal 3 del aeropuerto, no estoy diciendo que se “renten” espacios a cooperativas de gastronomía o a restaurantes y cafeterías privadas. Estoy hablando de diversificar a los usufructuarios e introducir otros, también estatales, que de alguna manera resulten otra opción para los pasajeros y también pongan un poco de presión, de “competencia” a la empresa dueña de Bella Isla. Quizás haya quien piense que tampoco será suficiente, pero al menos podríamos probar, empezando por ahí.
Y entonces pienso siempre en el turismo. Pienso en esa aspiración de llegar a 5 millones este año, pienso en ese indicador que es la repitencia, pienso en cuántos pequeños detalles pueden dañar un propósito tan importante y pueden convertirse en factores negativos para un sector que hoy por hoy resulta estratégico.
En el año 2016, según el Anuario Estadístico de Cuba, los ingresos por concepto de transporte aéreo alcanzaron una cifra de 161 millones de dólares. Es muy probable que en 2017, dado el incremento en el arribo de turistas, esos ingreso sean mayores. En el anuario no aparecen los ingresos por concepto de ventas de “alimentos y bebidas”, no hay cómo conocerlos, pero imagino que no sean pocos.
Es cierto que existe un proyecto para construir una terminal nueva, algo de ello se anunció hace ya más de un año. Es cierto que según ese anuncio una empresa francesa de aeropuertos se va (o se iba) a ocupar de ese asunto. Pero es cierto también que en lo que ello ocurre, los servicios de “alimento y bebida” en la terminal 3 del aeropuerto internacional de La Habana dejan mucho que desear y no por la dedicación de los hombres y mujeres que laboran día a día en la cafetería Bella Isla. Ellos también son sufrientes, pues son lo que tienen que dar la cara y explicar lo inexplicable.
Quizás hace muchos años, los aeropuertos eran el lugar donde las personas iban a tomar un avión, un lugar de “paso rápido”. Hoy ese concepto ha cambiado radicalmente. Cumplen un rol fundamental en la “cadena de valor” del turismo, generan ingresos sustanciales a los territorios donde están enclavados, son un generador significativo de empleos para esos mismos territorios, se constituyen en espacios para promover los productos nacionales, la cultura nacional, para publicitar los lugares y las costumbres, para conectar personas, para hacer reuniones de negocios. Son mucho más que la cara, o el portal o el vestíbulo del país.
El aeropuerto es extremadamente pequeño para el volumen de pasajeros, mas del triple de lo diseñado. No hay espacio para mas cafeterías a menos que se reduzca la sala de espera. Y por que no darle licencias a privados para que vendan alli?, es contrarrevolucionario?. En todo el mundo hay franquicias de comida rapida y restaurantes, por que no en Cuba?. Toda la infraestructura del pais esta en el suelo: el aeropuerto, los ferrocarriles, las carreteras. No es solo la infraestructura. Cubana de Aviacion, otrora una de las vanguardias de America languidece poco a poco por falta de aviones y perdida de rutas
Juanito, pensaron en pequeno y asi se quedo el aeropuerto. Creo que la idea de la remodelacion y ampliacion de la Estacion Central de Trenes por el contrario han pensado en grande y en crear una espacio que sea util por mucho tiempo como la fue la antigua terminal de ferrocarriles de la Habana. No es solo la unica cafeteria la que funciona mal, los banos y en especial los de mujeres funcionan peor. Mi esposa y yo viajamos no hace mucho y ella tuvo necesidad de entrar en el unico bano de mujeres del salon. Pues bien habia una larga cola de mujeres, algunas incluso con coches de ninos pequenos que salia al salon de la terminal. Dice mi esposa que la miujer encargada de la limpieza estaba dentro y habia cerrado todos los toilets excepto uno (un solo toilet para una larga fila de mujeres) porque segun sus propias palabras “que se creian que ella iba a abrir todos los demas para tener que limpiar mas inodoros”. Y yo me pregunto: donde esta la persona que supervisa el trabajo de esa empleada? Nada que ojala al final la compania francesa que administra el Charles de Gaulle de verdad termine haciendose cargo de la administracion del Jose Marti como se anuncio un tiempo atras. Saludos.
” Pero llama la atención que cosas como estas pasen en el más importante aeropuerto internacional de Cuba” – Cosas como esas y peores pasan en toda la isla hace 60 anos y a nadie le importa, no veo la causa del asombro. “Sé que los que dirigen la empresa no tienen la suficiente autonomía para decidir ellos mismos” – En las dictaduras nadie puede decidir nada, solo la casta dominante puede decidir. “No estoy hablando de “privatizar” – Pues deberia porquer la mayoria de los negocios en todos los aeropuertos del mundo que funcionan bien son privados, no entiendo el miedo a privatizar una o varias cafeterias.
Cuba con su larga estela de corrupción y clientela mi terminará por espantar al turismo.Un país que no es capaz de garantizar a sus nacionales almohadillas sanitarias, alimentos a precios módicos, medicinas, acceso a un hogar digno entre otras carencias.Los mandamáses en Cuba tienen mucho trabajo por delante.
Ruben lo has dicho todo, directo al grano.
El aeropuerto de La Habana es la primera cara de La Habana y para muchos la de Cuba. Es un desastre la atencion, la limpieza, la gestion. No hay un Sistema encaminado a garantizar CALIDAD, esa debe ser una palabra de las peores para quienes dirigen la terminal.
Hace años que las cosas van asi y no parecen que se encaminen a una propuesta de solucion.
Sobre el tema que se ha intercambiado debe ser tambien ofensivo para la direccion de la terminal o del pais, pensar que cuentapropistas eficientes y que tratan de poner calidad en lo que hacen puedan entrar en un espacio del aeropuerto; es mejor que la imagen sea la misma….quizas se piense a fin de cuentas los turistas siguen llegando, eso si puede suceder, pero no se incrementaran nunca porque el primer golpe cuando se llega a La Habana te lo da el aeropuerto y es un choque independiente del lugar de donde procedas.
Amigo Juan, has puesto el dedo en la llaga. He tenido la poca fortuna de ser usuario de esa cafeteria y es exactamente tal y como dices. Habiendo estado en aeropuertos de diversos tamaños en diferentes latitudes, tiendo inconscientemente a comparar estos con el de nuestra realidad. Y pienso que si el local se arrendara a una cooperativa (o mejor aun) a un privado con inventiva, creatividad y deseos de trabajar, funcionaria mucho mejor. Para empezar, yo sugeriria un mejor aprovechamiento del espacio . En esa area hay pocas mesas y estan desperdigadas por donde quiera. Llama la atencion que esta cafeteria esta en el mismo piso y no lejos del area VIP y hay un area bastante grande entre ambas que, convenientemente acondicionada, podria ser utilizada. Podria dividirse el area para ofrecer un pequeño restaurant con un sencillo menu criollo e internacional y otra area para comidas rapidas, café, etc para aquellos ususarios que van por algo rapido y mas economico. Estoy seguro que con el trafico de personas que va por esa terminal, nunca estaria vacio y bien administrado, reportaria jugosos dividendos a quien lo administrara. La realidad que he visto, sin embargo, es muy diferente. Escasa y mala oferta, mesas sucias, sillas rotas, empleados desmotivados y con cara de “nada me importa” cuando le exiges un mejor servicio.
Mi esposo es cubano y viajamos hace un tiempo con 2 ninos pequenos… no pudimos entrar como familia, yo y los ninos o el y los ninos, en dos lineas separadas. No habia agua para comprar, las maletas demoraron 4h en salir, no habia carritos de maleta. Mi esposo tuvo que hacer otra linea de 1h (las otras 3 fue en el suelo con los ninos pues tampoco habia asientos disponibles… y luego si la cafeteria final del regreso. Las muchachas sentadas converzando y nosotros esperando a que terminasen de chacharear 😉
en el aeropuerto no van a permitir ningun cuentapropista por el temor de que estos obtengan grandes ganacias, ese es su mayor miedo la independencia de los individuos
En los meses de abril y mayo del pasado año, tuve que ir a la terminal 3 en más de cinco ocasiones, bien a recibir o despedir familiares….en ese entonces varias cosas llamaron mi atención, hubo días de no poder consumir una bebida fría, a pesar de estar la nevera de helados Nestlé vacía y en buen estado, “es que no podemos usarla con otros productos, si lo hacemos nos penaliza la Nestlé” me dijo amablemente una dependiente tratando de justificar por qué el agua y los refrescos estaban a temperatura ambiente….pues las neveras donde estaban no funcionaban bien o la demanda era superior a la capacidad de enfriamiento. En otra dos ocasiones no pude adquirir ningún producto, estaban en cambio de turno.en las cafeterías del piso último, la realidad era otra, mesas vacías con los desperdicios o sobra de comensales que las habían abandonado y nadie venia a limpiarlas, si bien había bebidas frías, la cola era insufrible y el despacho mas lento imposible….hubo par de ocasiones que se detuvo la cola por no tener vuelto, y los clientes no aceptar dejar su dinero allí….los precios de algunos de los productos hay que preguntarlos, pues no aparecen en tablilla……en la terminal dos algo similar a sucedido…..las cafeterías de la parte exterior cerradas aun cdo los vuelos ya están llegando o saliendo……despacho lento y poco profesional…..incluso hasta de falta de respeto…..en ambas terminales, he tenido esa experiencia, si vas a tomar un vuelo, las cafeterías que funcionan dentro, venden sus productos en USD ¿¿?? Incluso a nacionales, pues esta prohibido el sacar CUC del país, pero si puede sacar cup, pero no se vende en esta moneda ni al cambio.
En la terminal 3 existe un nivel inferior, a donde destinan los que van a coger vuelos a países, al parecer, inferiores……no es ofensa para nadie, pero allí, el aire acondicionado no funciona o lo hace de forma deficiente, los baños están sucios, no hay cafetería…..al menos no la pude encontrar!!!!!
En fin que no creo que la solución sea rentar a empresas gastronómicas los espacios disponibles, quizás deban empezar por lo mas simple, mejorar y diversificar los servicios en las existentes!!!!! Quizás el problema sea el mismo que sufren los establecimiento de esas cadenas gastronómicas, en los puntos de venta de la ciudad, fuera del aeropuerto…..entonces habría que analizar el problema desde otro prisma…….
Me da la impresion que el periodista y los tertulianos estan confundidos. Donde aterrizan los aviones en la Habana es un potrero para el ganado, habilitado malamente como aeropuerto. No queria socialismo? Ahi lo tienen.
con el reportaje que acabo de leer en Granma del hospital de Holguin y este, ya tengo bastante, no puedo mas.
Es sencillamente una VERGUERZA, es la entrada a la Isla y el ejemplo claro de lo que podemos esperar de los servicios en nuestro país, sólo desdén. Por supuesto que la responsabilidad es de los que maldirigen es terminal, interminables los problemas sólo allí, créeme que daría para un artículo diario por un año. Pero sus jefes todos gordos, con carros, casas, y una prepotencia colosal.
Y por qué no rentarle espacios a cooperativas o privados.? También, hay que admitir que no hay espacio físico en el área.