La salida este lunes de la termoeléctrica Antonio Guiteras volverá a elevar la afectación máxima por encima de los 1800 MW y, con ello, a agudizar nuevamente los apagones en Cuba.
Tal como se confirmó la pasada semana, la Guiteras debe estar fuera unos cuatro días para labores de mantenimiento. El objetivo, según se dijo entonces, es llevar al mayor bloque unitario de la isla sobre los 250 MW de generación.
Con la planta matancera fuera del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), la disponibilidad volverá a resentirse, a pesar del aporte diurno de los nuevos parques solares fotovoltaicos. Este sábado, esas instalaciones superaron por primera vez los 500 MW al mediodía y ayer volvieron a hacerlo.
No obstante, las averías y mantenimientos en la generación térmica y la falta de combustible en la distribuida siguen mermando la producción de electricidad, a lo que se une el incremento de la demanda en medio de las altas temperaturas del verano.
Además de la Guiteras, otras seis unidades térmicas se mantienen desconectadas, de acuerdo con la Unión Eléctrica (UNE). Una de ellas es la 8 del Mariel, que debió sincronizar ayer, pero hoy sigue reportada en mantenimiento.
Por demás, las limitaciones térmicas se elevan hasta los 410 MW y otros 681 MW —81 centrales— están fuera por falta de combustible.
De esta forma, aunque durante el día la afectación debe mantenerse por debajo de los 1000 MW según la UNE, en la noche ascenderá hasta los 1825 MW.
Para esa franja horaria no está prevista la incorporación de ningún bloque térmico ni tampoco de motores parados por falta de combustible y la demanda debe ascender hasta los 3680 MW.
Ello volverá a dejar a oscuras a más de la mitad del país simultáneamente, más allá de las horas consecutivas de apagón que deben encadenar muchas localidades cubanas en medio de una interminable crisis energética que golpea tanto la vida cotidiana como la deprimida economía de la isla.