Con las termoeléctricas saliendo y entrando repetidamente del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), el actual pico de apagones en Cuba tiene un factor por ahora constante: la falta de combustible.
Ese ha sido el denominador común de la crisis energética en las últimas semanas, más allá de las constantes averías de unidades generadoras y el mantenimiento prolongado de otras.
Este martes no será diferente y la falta de combustible tendrá una fuerte incidencia en el escenario eléctrico de la isla. Por ese motivo están fuera de servicio 84 centrales de generación distribuida, la central fuel de Moa, la patana de Regla y ocho motores de la patana de Melones.
Ese conjunto supone 911 MW menos de generación, de los que la Unión Eléctrica (UNE) solo prevé recuperar 150 en el horario pico. A ello hay que sumar los seis bloques que siguen sin producir electricidad por roturas y arreglos en marcha, y los 430 MW fuera de servicio por limitaciones técnicas.
De esta forma, luego de afectaciones al servicio durante toda el día de ayer y esta madrugada ya a las 7:00 AM el déficit superaba los 1000 MW y al mediodía sería de 1400 MW, casi tanto como el de este lunes en el horario de máxima demanda, que ascendió a 1591 MW.
Ya en la noche, la UNE pronostica una afectación pico de 1677 MW, lo que supone apagones simultáneos en más de la mitad del país a esa hora.
Cuba atraviesa una prolongada crisis energética, que se extiende ya por varios años y afecta tanto la economía como la vida de las familias cubanas. Esa crisis ha golpeado especialmente al deprimido sector eléctrico, con apagones que han llegado a superar las 20 horas en diversas localidades, como viene sucediendo en las últimas semanas.
La generación eléctrica en particular sufre por la antigüedad de sus principales plantas, la mayoría con más de 30 años de explotación y sin los mantenimientos capitales que necesitan para recuperar capacidad debido a la falta de financiamiento. Por ello, se averían repetidamente.
Los problemas financieros, agravados a raíz de la pandemia y por las sanciones estadounidenses, están también detrás del crónico déficit de combustible, en especial del diésel y el fuel que emplean las baterías de motores distribuidas en distintas zonas del país.
Ante este escenario, el Gobierno ha anunciado varios planes y estrategias que hasta el momento no han dado resultado, y en la actualidad lleva adelante a contrarreloj el montaje de un amplio número de parques solares fotovoltaicos, con los que espera paliar progresivamente la crisis.