La crisis energética no da respiro a los cubanos. Si este domingo la salida imprevista de una unidad generadora del Mariel disparó el déficit de generación por encima de los 1000 MW, una nueva parada, ahora por mantenimiento, elevará aún más la afectación a partir de este martes.
Es la unidad 1 de la termoeléctrica de Felton, en Holguín, la que sale de servicio “para ejecutar el mantenimiento planificado e impostergable por 10 días”, de acuerdo con la Unión Eléctrica (UNE).
Se trata de una de las plantas más importantes de la isla, por su capacidad de generación, por lo que su salida impacta significativamente en el Sistema Electroenergético y multiplica los apagones.
Ya el pasado 17 de octubre, cuando el Gobierno decretó una “emergencia energética” —horas antes de la desconexión total del sistema—, el director general de la Unión Eléctrica, Alfredo López, adelantó que “a corto plazo se imponía una parada de mantenimiento en la Felton y también en la Guiteras con vistas a “recuperar” su capacidad de diseño.
De momento, ya con la Felton fuera la máxima afectación en el horario pico de este martes se elevará hasta los 1318 MW, según las previsiones de la UNE. Ello supone más del 40 % del país en apagón de manera simultánea, si bien la entidad augura una “mayor incidencia en la zona centro oriental”.
Ya a las 7:00 AM eran 271 los MW afectados por déficit de capacidad, cifra que al mediodía debe ascender hasta los 650 MW, concentrados igualmente en la región centro oriental “por altas transferencia hacia esa zona”, al no contar ya con la generación de Felton.
Además de la unidad 1 de la termoeléctrica holguinera están fuera del sistema la unidad 2 de esa propia planta, por una avería provocada por un incendio hace ya más de dos años, así como las unidades 3 de las termoeléctricas de Santa Cruz y Cienfuegos, también por roturas.
Por su parte, en mantenimiento se mantienen la unidad 2 de Santa Cruz y la 5 de Renté.
De acuerdo con la UNE, las limitaciones en la generación térmica son de 538 MW. Mientras, se encuentran fuera de servicio por combustible 66 centrales de generación distribuida y la patana de Santiago de Cuba, lo que totaliza una afectación de 498 MW por ese concepto.
Cuba padece desde hace varios años de una crónica crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
Los frecuentes apagones de 10 y más horas dañan la economía cubana —que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales— e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una severa crisis desde hace varios años.