Cuba cerró 2024 con un déficit fiscal del 6,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) tras reducir sus gastos anuales un 8 %, informaron medios oficiales este martes.
El dato, referenciado por EFE, fue dado a conocer por el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, ante la comisión económica del Parlamento cubano, es significativamente menor al proyectado en un inicio (18,5 %).
En esta jornada, el Ministro @regueiro_ale expuso en la Comisión de Asuntos Económicos de la @AsambleaCuba el Informe de Liquidación del #PresupuestoDelEstado correspondiente al año 2024. #CubaLegisla pic.twitter.com/6eIiPfWp9a
— Ministerio de Finanzas y Precios Cuba (@finanzasprecios) July 15, 2025
La cifra del déficit con respecto al PIB en 2024, aún abultada en términos globales, rompe con la tendencia de los últimos años, apunta la agencia española.
Cuba ha acumulado cinco años de abultados déficits fiscales y desde finales de 2023 ha presentado dos planes de ajuste para aumentar los ingresos -principalmente en divisas- y recortar el gasto significativamente.
A mediados del año pasado, el Gobierno decidió “reducir las partidas del presupuesto con el objetivo de disminuir el déficit”. Para ello, se aprobó “asignar mensualmente los recursos financieros en correspondencia con los ingresos reales del mes”.
En términos absolutos, el Presupuesto del Estado de 2024 cerró con un déficit fiscal de 79 528 millones de pesos cubanos (3313 millones de dólares, al cambio oficial para personas jurídicas).
Por otro lado, Regueiro subrayó que Cuba incrementó un 7 % sus ingresos fiscales. Aunque no lo relacionó directamente, informó que el año pasado los impuestos representaron un 64 % del total de recursos y que “influyeron positivamente en el comportamiento” de los ingresos.
De igual manera, aseguró que los gravámenes al sector privado representaron el 15 % de los ingresos totales.
Cuba suma dos años en recesión y un retroceso acumulado de 11 % desde 2020
Cuba se encuentra sumida en una grave crisis económica desde 2020, evidente en la escasez de productos elementales, frecuentes apagones, la creciente dolarización y una inflación galopante.
La pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y políticas económicas y monetarias fallidas del Gobierno han agudizado en los últimos años problemas estructurales de la economía.