El grupo BioCubaFarma, conglomerado estatal que reúne las principales industrias biotecnológicas y farmacéuticas de la isla, busca inversionistas extranjeros para la venta de plasma sanguíneo.
Así lo confirmó al diario Granma John Wilber Arrazcaeta, director de Inversiones de la Empresa Laboratorios Farmacéuticos AICA, perteneciente a BioCubaFarma.
Se trata de una propuesta de negocio para la construcción de un centro de plasmaféresis, gestionado por la industria cubana, para la extracción de plasma y su futura comercialización, explica la publicación oficial.
La misma, de acuerdo con Arrazcaeta, se inserta en la modalidad de inversión extranjera y busca hacer frente a “la dificultad que enfrenta la industria farmacéutica en el país para obtener los niveles de plasma necesarios para producir productos hemoderivados y abastecer la demanda”.
El negocio, que es todavía un proyecto, “se propone por los altos costos de insumos, como los kits de plasmaféresis y análisis de virus de los donantes concebido dentro del capital necesario”.
En cuanto a la recuperación de la inversión extranjera que se involucre en el mismo, esta “se realizará a través de la venta del plasma obtenido“, precisa el reporte.
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Según el directivo, el proyecto “busca una gestión diferente del insumo”, ya que “a diferencia de la donación de sangre completa, la plasmaféresis devuelve el concentrado de glóbulo rojo al donante, reteniendo solamente el plasma sanguíneo”.
La información no precisa cómo se obtendría la sangre para este negocio: si los donantes serían solo cubanos o también se buscarían fuera de la isla, ni si les pagaría por sus donaciones y cómo.
Como es conocido, en Cuba existe desde hace décadas un programa de donaciones voluntarias de sangre destinadas —al menos en teoría— para el propio sistema cubano de Salud.
Hasta ahora, ni el Gobierno ni instituciones estatales habían hecho referencia a un posible uso comercial de hemoderivados obtenidos en el país, mientras que organizaciones independientes y medios no oficiales han asegurado que una parte de estos sí se comercializan internacionalmente.
Arrazcaeta dijo que con esta propuesta “no solo se quiere gestionar una forma distinta de hacer, sino un plasma con estándares comercializables del que se puedan obtener otros factores como, por ejemplo, los de la coagulación”.
El proyecto de negocio para la venta de plasma sanguíneo forma parte de la búsqueda de “alianzas estratégicas” por BioCubaFarma para incrementar sus producciones y encontrar “alternativas” ante “las limitantes que impone el bloqueo del Gobierno de EE.UU.”, aseguró Mayda Mauri, la presidenta del conglomerado estatal.
Según la directiva, el grupo empresarial trabaja en la identificación de “inversionistas a riesgo”, para que participen “en el codesarrollo de proyectos que son muy innovadores, pero que requieren, para poder llegar al mercado, inversiones de capital importantes”.