Ante el avance de la crisis energética, exacerbada en los últimos días con abultados déficits que superan de largo la disponibilidad, el Gobierno cubano tomó este jueves una medida drástica: suspender por dos días las actividades docentes y laborales “no imprescindibles”.
La medida, que ya ha sido tomada anteriormente por las autoridades durante otros picos de apagones, estará vigente durante este viernes y sábado.
De acuerdo con una nota del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, divulgada en por la prensa oficial, la medida busca “contribuir al necesario ahorro en el consumo de energía eléctrica para atenuar las afectaciones a la población”.
Según el comunicado, “se mantienen los servicios básicos a la población”’, y los trabajadores que sean afectados al no poder acudir a sus labores recibirán “una protección equivalente al salario escala del cargo que ocupan, en correspondencia con lo establecido en el Código de Trabajo”.
A principios de diciembre último, una desconexión del Sistema Eléctrico Nacional, obligó a tomar medidas similares.
ATENCION ‼️@jrebeldecu @Granma_Digital @cubadebatecu @50Trabajadores @radiorebeldecu @IcsCuba @RadioRelojCuba @TribunaHabana #MtssCuba pic.twitter.com/1YE8d6qh3K
— MTSS CUBA (@MTSS_CUBA) February 14, 2025
Feria y apagones de 20 horas
La nota oficial, sin embargo, no hace alusión a la suerte que correrán las actividades de la edición 33 de la Feria Internacional del Libro de La Habana, inaugurada este jueves en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña.
Según lo previsto, la feria debe extenderse hasta el 23 de febrero en cerca de una veintena de subsedes en la capital, pero como ya sucedió durante el pasado Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, la crisis energética pudiera implicar la posposición o suspensión de actividades.
El agravamiento del escenario eléctrico golpea con fuerza a la deprimida economía cubana y, lógicamente, a las familias a lo largo de la isla, que deben lidiar además con la profunda y sostenida crisis económica. No obstante, las autoridades aseguran una y otra vez que la situación debe mejorar a medida que comiencen a dar fruto las estrategias y medidas ya anunciadas.
Hace una semana, durante una visita a Camagüey, el presidente Miguel Díaz-Canel reconoció que los apagones de hasta 20 horas diarias son “mucho”, pero volvió a referir soluciones a la crisis. Entre estas, los mantenimientos en marcha a las longevas centrales termoeléctricas y la puesta a punto a contrarreloj de un grupo de parques solares fotovoltaicos.
“Los apagones en estos días duros, ¿no? ¿20? Veinte es mucho. Pero ahora ya va a empezar a mejorar, ya el fin de semana debe entrar Guiteras y Felton está al entrar también. Así que ya debemos empezar ya…”, declaró el mandatario ante la televisión local.
Sin embargo, aunque la Guiteras y Felton se reincorporaron al SEN, pocos días después esta última volvió a averiarse y estará al menos 20 sin funcionar, hecho que —junto a otras roturas y la crónica falta de combustible— ha vuelto a disparar los apagones y ha obligado nuevamente a la suspensión de actividades en el país.
Mientras, aún no se inaugura el primero de los más de 55 parques solares con potencia de 21.8 MW que se espera comiencen a funcionar en 2025. La cifra representa más de la mitad de los 92 que prevé un proyecto de 2 012 MW de generación que deberá estar operativo en 2028.
Cuba deberá instalar este año 55 parques fotovoltaicos de los 92 en plan hasta 2028
Días negros
Entretanto, medios oficiales y extranjeros, como la agencia EFE, reprodujeron unas declaraciones del director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, Lázaro Guerra, en las que se aseguraba que “el día de mañana (viernes) será también complejo”, aunque su departamento espera “una mejoría en las afectaciones al servicio”.
La Unión Eléctrica (UNE) había pronosticado para este jueves un déficit máximo que afectaría de forma simultánea al 56 % del país y debía elevarse hasta los 1810 MW como afectación máxima en el pico nocturno.
Sin embargo, ya en la noche la propia entidad aseguró que la afectación había sido ligeramente menor y había ascendido hasta los 1656 MW a las 6:30 de la tarde. “La disminución estuvo relacionada con una mayor disponibilidad de combustible diésel para la generación distribuida y la demanda por debajo de lo pronosticado”, apuntó en sus redes.
Según la UNE, ya entró en servicio la unidad 3 de la termoeléctrica Santa Cruz del Norte y se esperaba la conexión de otras tres unidades en las próximas horas, mientras las centrales flotantes de La Habana estaban “completando su generación al tener disponible el combustible”.
Con ello, aunque reconoció que el escenario seguiría siendo “complejo”, estimó “una mejoría en las afectaciones al servicio”.
En cualquier caso, el escenario es abrumador y mantiene abierto varios frentes de emergencia, dadas las roturas de las unidades generadoras y los problemas con el suministro de combustible.
Cuba llegó a rentar a la empresa turca Karadeniz Holding, a través de su filial Karpowership, de forma simultánea hasta ocho de estas infraestructuras flotantes, pero durante el año pasado la mayoría abandonó el país. Hasta el momento, se mantiene en secreto el costo de tales arrendamientos.
A consecuencia del constante déficit de generación, los apagones están asolando la isla. Ciudades y localidades de todo el país están sufriendo cortes eléctricos de más de 20 y hasta más de 24 horas consecutivas en las últimas dos jornadas y por primera vez en La Habana se han programado suspensiones del servicio de al menos seis horas.
Cuba lleva varios años sufriendo la actual crisis energética, aunque esta se ha agravado desde el último trimestre de 2024, cuando se registraron tres apagones nacionales. Uno fue atribuido al azote del huracán Rafael, pero dos de ellos se debieron a imprevistos que, en una situación operativa límite, hicieron colapsar al SEN, un escenario que el Gobierno atribuye a las sanciones estadounidenses que impiden la compra de insumos.
Según diversos cálculos independientes, Cuba precisaría entre 8 mil y 10 mil millones de dólares para reflotar el Sistema Eléctrico Nacional, una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo, evaluó EFE.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance de 1 %.
En paralelo, los interminables apagones han elevado las críticas y el descontento social, y han sido uno de los catalizadores de las protestas antigubernamentales ocurridas en los últimos años en diferentes localidades de la isla, y también de la constante oleada migratoria que sufre el país.