Cuba estrena este jueves una nueva tasa de cambio, que será flotante y coexistirá con las otras dos tasas que se mantienen vigentes de manera oficial.
La nueva tasa se publicará diariamente y busca facilitar que “exportadores y otros oferentes de divisas vendan a un precio competitivo, determinado por la oferta y la demanda”, según explicó Juana Lilia Delgado, ministra-presidenta del Banco Central de Cuba (BCC).
La medida persigue “incentivar la entrada de divisas al mercado cambiario, lo que constituirá fuente para sus operaciones y reducirá las presiones e irregularidades del mercado informal”, explicó Delgado durante una intervención televisiva la noche de ayer.
Con ello, lejos de unificarse todas las tasas existentes en una sola, se crea una tercera tasa que por el momento debe funcionar a la par de las otras: la que opera a 1 dólar por 24 pesos (1×24) y la que opera a 1 por 120 (1×120).
No obstante, esta última ya no será se destinará a las personas naturales como había sido hasta ahora, sino que, como la de 1×24, será utilizada por determinadas entidades definidas por el Gobierno, según precisó a Granma Ian Pedro Carbonell Karell, director de Políticas Macroeconómicas del BCC.
Las personas naturales y los negocios privados deberán emplear la nueva tasa flotante si desean hacer sus operaciones por los mecanismos legales y no a través del mercado informal.
Un proceso “gradual”
En su intervención, la ministra-presidenta del BCC aseguró que en estos momentos el país no tiene condiciones para implementar una tasa única, por lo que el proceso iniciado este jueves será “gradual y responsable”.
No obstante, no refirió por cuánto tiempo se mantendría esta primera fase de “la transformación del mercado cambiario de divisas”, con las tres tasas oficiales coexistentes, ni dio indicios de cuál sería la posible próxima etapa.
“La combinación de restricciones externas severas, la caída abrupta de ingresos en divisas, la contracción de su oferta en el mercado cambiario oficial, así como los desequilibrios acumulados, determinan el inicio de la transformación cambiaria con un enfoque gradual y responsable”, dijo.
Según la funcionaria, “una unificación inmediata de la tasa de cambio, sin una etapa de transición, podría provocar una devaluación brusca, con efectos inflacionarios mayores a los actuales y profundización de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional frente a las divisas”.
Además, confirmó que de momento habrá tres segmentos distintos en la isla, cada uno con una tasa propia. Los dos primeros, con las tasas fijas, “se sostendrán de manera tal que no se produzcan devaluaciones bruscas de las tasas de cambio” para “proteger” el valor de la moneda nacional y a la población “en operaciones básicas y sensibles”, apuntó.
Los tres segmentos
Delgado no detalló la composición de los tres segmentos del mercado cambiario establecidos ahora por el Gobierno, pero anunció que este jueves entrarían en vigor las nuevas disposiciones al respecto a partir de su publicación en la Gaceta Oficial.
Mucho más explícito fue Carbonell Karell. En declaraciones publicadas por Cubadebate, el funcionario detalló que eI primer segmento, con la tasa de 1×24, “concentra las asignaciones que realiza el Estado mediante la Caja Central”. Mientras, en el segundo, con la tasa 1×120, “participarán determinadas entidades con capacidad de generar ingresos externos”.
El régimen cambiario de este segundo segmento, aseveró, “está orientado a estimular la rentabilidad y la competitividad de dichas entidades, con el objetivo de fortalecer la balanza comercial y ampliar la disponibilidad de recursos”.
Además, opinó que su relevancia es “estratégica”, ya que a partir del mismo debe establecerse “gradualmente el proceso de convergencia hacia una tasa de cambio única para el conjunto de la economía”.
En cuanto al tercer segmento, lo catalogó como “innovador” al “modificar el régimen de cambio aplicable a las personas naturales y a las formas de gestión no estatal”. Sobre el mismo confirmó que “será objeto de ajustes periódicos, en correspondencia con las condiciones reales de la economía” y su tasa “podrá modificarse incluso de manera diaria” por el Banco Central.
Con ello, consideró, se dota “de mayor solidez y transparencia a la tasa de referencia para todos los actores de este segmento, reduciendo los márgenes de manipulación y especulación a los que actualmente están expuestos tanto los hogares como las actividades económicas”.
Una sola tasa como “objetivo estratégico”
Aunque lejos de unificarse las tasas el Gobierno optó por crear una nueva, Carbonell Karell dijo que el “objetivo estratégico” del proceso es contar finalmente con una sola. “Esta estructura irá haciendo converger poco a poco estas tres tasas de cambio oficiales hacia una tasa de cambio única”, aseveró.
Por su parte, la ministra-presidenta del BCC insistió en que “el propósito no es sustituir una distorsión por otra, sino cerrar gradualmente las brechas monetarias que afectan a la economía y a las familias”.
Al analizar el anuncio del Banco Central, el economista Pedro Monreal llamó la atención sobre que el “’enfoque gradual’ no aclara cuál sería la meta final en cuanto a régimen cambiario ni de unificación cambiaria, ni en cuanto a futuras secuencias, ni acerca de la duración del proceso”.
En su opinión, “el argumento razonable de que una unificación monetaria y cambiaria brusca sería negativa no es suficiente para entender la preferencia por ‘múltiples segmentos’ y no por una opción de unificación monetaria seguida de devaluaciones progresivas hacia la unificación cambiaria”.
3/7 El argumento razonable de que una unificación monetaria y cambiaria brusca sería negativa no es suficiente para entender la preferencia por “múltiples segmentos” y no por una opción de unificación monetaria seguida de devaluaciones progresivas hacia la unificación cambiaria
— Pedro Monreal (@pmmonreal) December 18, 2025
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