Los daños causados por el huracán Melissa a los nuevos parques solares fotovoltaicos instalados en Cuba a lo largo de este año fueron “menores”, de acuerdo con el ministro del sector.
Vicente de la O Levy, titular cubano de Energía y Minas, aseguró este jueves que una “revisión preliminar” de las instalaciones de este tipo situadas en la zona oriental “indica daños menores, con afectaciones localizadas como en el caso de cuatro paneles en Las Tunas”.
Al intervenir en el programa televisivo Mesa Redonda, el ministro dijo que la estrategia de protección fue “efectiva” y contribuyó a minimizar las afectaciones. Además, afirmó que se cuenta con los repuestos necesarios para “una pronta restitución” de los elementos dañados.
En ese mismo espacio, que transmitió una reunión del Consejo de Defensa Nacional, Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido Comunista en Granma, confirmó que en esa provincia los daños en los parques fotovoltaicos fueron “mínimos”.
Según señaló, citada por Cubadebate, “en el (parque) de la Sabana solo se dañó una mesa y un panel, y en el de la Tapia, 17 paneles”, y ya se contaba con los recursos para su sustitución.
Las posibles afectaciones a los parques solares —en los que se ha realizado una importante inversión en medio de la profunda crisis económica y energética en la isla— era una de las preocupaciones de especialistas y la población en general ante el impacto del huracán Melissa.
Mientras expertos independientes alertaban sobre los daños que podían sufrir estas instalaciones debido a los fuertes vientos y las lluvias torrenciales de un organismo ciclónico de gran intensidad y poder destructivo, la Unión Eléctrica (UNE) refirió haber tomado las medidas establecidas para garantizar “el menor daño posible” en los parques.
Recuperación prolongada
La recuperación de las afectaciones en la infraestructura eléctrica en el oriente cubano será prolongada, según reconoció el ministro. La razón, según dijo, es “la cantidad de líneas afectadas”, de las que todavía no existe un balance final, pero se presume bien significativo.
De la O Levy explicó que, de acuerdo con las evaluaciones preliminares, las subestaciones de 220 y 110 kV “no revelan grandes afectaciones”, en tanto “la mayor incidencia se concentra en las líneas de distribución de media y baja tensión, debido a la caída de postes y árboles”.
Además, detalló que “el plan de recuperación inmediato se centra en tres tareas principales: la revisión y ‘celaje’ de las líneas afectadas, el trabajo en los aislamientos por los altos niveles de humedad y la restitución progresiva del servicio”.
“La prioridad actual es trabajar de manera organizada para restablecer el servicio en el menor tiempo posible”, dijo.
Para ello ya se han movilizado brigadas del resto del país que trabajarán en la recuperación eléctrica de las provincias afectadas. Esas brigadas ya habían comenzado a desplazarse hacia la región oriental, que se mantiene desconectada del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
En otros eventos de este tipo a lo largo de la isla, la recuperación de la infraestructura eléctrica ha tardado semanas y hasta más de un mes en algunas de las zonas afectadas.
Mientras la desconexión del oriente cubano supone una afectación de 653 MW, la situación de la generación eléctrica en el resto de la isla sigue siendo tensa. Además de las plantas orientales como Felton y Renté, varias más se mantienen fuera por averías y mantenimientos.
De ellas, la UNE prevé la entrada de los bloques 3 de Cienfuegos y 6 de Nuevitas para el horario pico, así como de 50 de los más de 600 MW afectados por falta de combustible y lubricantes en la generación distribuida.











