Cuando la marea de apagones irrumpe ya en las noches y madrugadas habaneras —un comportamiento que en el resto de Cuba es una cotidianeidad demoledora—, el Gobierno confirmó este jueves lo inevitable: los cortes eléctricos se mantendrán durante el verano.
La temporada veraniega, la etapa vacacional por excelencia en la isla, es también un período de mucho calor, lo que agrava aún más el impacto de los apagones en las familias. Por ello, las autoridades suelen trazar estrategias para evitar o al menos disminuir los cortes en estos meses, aunque estos planes han quedado a deber —y no por poco— en los últimos años.
Esta vez, de entrada, el Ministerio de Energía y Minas ha dejado claro que los apagones seguirán, si bien ha reiterado que trabaja para su disminución en el verano, y ha vuelto a defender el programa energético gubernamental, en medio de las crecientes críticas de la población, que han derivado en días recientes en protestas en varias localidades cubanas.
“Nosotros estamos trabajando para que en el mes de julio haya menos apagón. Estamos trabajando para que la situación esté mucho mejor que como está en este momento”, aseguró el director general de la estatal Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López, durante el más reciente podcast Desde la Presidencia, que conduce el mandatario Miguel Díaz-Canel.
López informó que el promedio de cortes eléctricos en el actual mayo ascendió a 18 horas diarias y que hay provincias en las que se desconectan simultáneamente hasta el 90 % de los circuitos. Ante esta oscura realidad, el directivo señaló que el objetivo a corto y medio plazo es que “el apagón sea manejable”.
“Quisiéramos que no hubiera apagón, pero eso no va a ser posible”, admitió.
También en esta línea se pronunció el ministro Vicente de la O Levy, quien dijo que hoy el Gobierno no puede “asegurar que vamos a llegar al cero apagón” y apuntó que las acciones que se llevan adelante para recuperar capacidad de generación —incluyendo la instalación de nuevos parques solares— forman parte de una estrategia a largo plazo y no para el escenario inminente.
“No es un programa para el verano. Es un programa para que Cuba sea definitivamente sostenible energéticamente”, aseguró, si bien reconoció que por la sobreexplotación y obsolescencia de las añejas termoeléctricas no se puede descartar “cualquier cosa”, y estas pueden sufrir problemas en cualquier momento, como viene siendo habitual en los últimos años.
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La demanda en la mira del Gobierno
A la par de otros problemas, las autoridades apuntaron al incremento de la demanda —tanto estatal como privada— como una de las causas principales del agravamiento de la actual crisis energética.
El propio presidente Díaz-Canel, al intervenir en el programa trasmitido primero por redes y luego en la televisión nacional, desplegó estadísticas para ilustrar la responsabilidad del consumo en el actual pico de apagones que ha puesto contra las cuerdas la estrategia gubernamental de recuperación.
Según dijo, mientras que en marzo la demanda matutina alcanzaba los 2580 MW, en las últimas semanas ha llegado a 3 050 MW. “Eso significa que la demanda en el día creció en 470 MW”, detalló el mandatario, quien subrayó que los más de 3 000 MW de demanda en las mañanas que se vienen reportando en las últimas semanas “no eran cifras usuales en el país”.
En paralelo, el déficit energético también se ha agravado. En marzo, el déficit diurno era de 827 MW y ahora supera los 1 200 MW, un aumento de 373 MW. Por la noche, la demanda ha subido de 3 250 MW a 3 500 MW, y el déficit nocturno ha pasado de 1 154 MW a más de 1 600 MW, un crecimiento superior a 440 MW.
Al respecto, De la O Levy explicó que esta alza no solo responde al inicio del verano y el consiguiente aumento de temperaturas, sino también a la agudización de la crisis del gas licuado, fundamental para la cocción de alimentos.
“Cuando no hay gas licuado, la demanda crece en aproximadamente unos 200, 250 MW”, contabilizó el ministro. Además, señaló el incumplimiento de los planes de consumo eléctrico por parte de 14 organizaciones estatales (OSDE), así como un aumento en el consumo residencial, especialmente en La Habana y en el sector no estatal.
A pesar de la progresiva puesta en marcha de nuevos parques solares fotovoltaicos —una docena desde el pasado febrero— el crecimiento de la demanda y del consumo “ha hecho que no se vea esa nueva incorporación”, afirmó el ministro, mientras la población se pregunta con escepticismo cuándo notará el impacto de esta millonaria inversión en su realidad cotidiana.
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Falta de combustible vs. parques solares
El ministro también destacó que, si bien se ha incrementado la capacidad de generación distribuida —con más de 1 000 MW disponibles técnicamente—, la falta de combustible ha impedido su utilización plena.
“Si nosotros tuviéramos esa generación distribuida, con combustible, más los parques que hoy tenemos incorporados, el día sería totalmente diferente”, lamentó.
De la O Levy subrayó que el país no ha tenido diésel en 2,2 meses de los cinco que han transcurrido en 2025, mientras que en 1,4 meses no se han asegurado ni un solo litro de fueloil.
La situación se agrava por la disminución de la producción nacional de petróleo y la reducción de las importaciones desde países como México, Rusia y especialmente Venezuela, tradicional proveedor de combustible para la isla desde los tiempos del fallecido Hugo Chávez.
“Venezuela también ha sido atacada. Venezuela ha sido boicoteada, ha tenido problemas internos…”, justificó De la O Levy, a lo que Díaz-Canel añadió: “Ha sido sancionada, le han aplicado medidas coercitivas”, en momentos en que la Administración Trump al parecer no extenderá más el tiempo de operaciones de la empresa petrolera Chevron en el país sudamericano.
Frente a este panorama, el Gobierno cubano ha apostado por acelerar la transición hacia energías renovables, con énfasis en la energía solar fotovoltaica. La pretensión es que en 2030 estas fuentes representen al menos el 24% del total del mix energético del país.
A pesar de la preocupación y la incredulidad ciudadana ante la estrategia gubernamental, el ministro de Energía y Minas aseguró que la misma “es la correcta”.
Según dijo, en junio se sumarán cinco parques más y se incorporará una reparación capital de termoeléctrica, mientras que en julio continuarán entrando en funcionamiento nuevos parques y otro bloque de generación térmica recuperado.
Díaz-Canel, por su parte, también defendió la apuesta de su Gobierno por las instalaciones fotovoltaicas.
“Para los que piensan que la inversión en paneles fotovoltaicos no era la adecuada… les decimos que sí es la adecuada y la vamos a continuar”, afirmó.
“En marzo —que habíamos inaugurado solo cuatro parques— la generación fotovoltaica aportaba 107 MW/hora. Ahora la generación fotovoltaica está aportando 1 437 MW/hora”, ejemplificó el mandatario.
No obstante, según la agencia EFE esa cifra supone apenas un 2 % de los más de 60 000 MW/hora de consumo diario en la isla.
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Impacto del embargo y perspectivas
El Gobierno cubano atribuye buena parte de la crisis a la intensificación del embargo/bloqueo estadounidense, que dificulta tanto la obtención de combustible como la adquisición de piezas y tecnología para el mantenimiento de las plantas, por los cerrojos financieros que interpone.
“En nuestro sector nosotros lo vivimos diariamente. Nosotros hoy mismo tenemos operaciones por hacer, con dinero, tenemos el dinero, y sin embargo ese dinero no llega a los suministradores a quienes les tenemos que pagar”, denunció De la O Levy.
De acuerdo con el ministro, el caso del gas licuado, cuya entrega acumula largos retrasos por problemas financieros y logísticos, es un ejemplo concreto de esas dificultades.
Entretanto, Alfredo López subrayó la necesidad de imponer restricciones más estrictas al consumo estatal y de controlar diariamente el uso de la electricidad en los circuitos priorizados. “Al que está en ese circuito que no se apaga, nosotros tenemos el derecho de pedirle que use la electricidad racionalmente”, afirmó.
Díaz-Canel respaldó este enfoque y recalcó el papel de los Consejos Energéticos provinciales y municipales en la gestión de la demanda.
Los cortes eléctricos son percibidos por los expertos como catalizadores de las principales protestas antigubernamentales de los últimos años, incluidas las del 11 de julio de 2021 y las que han ocurrido puntualmente desde entonces a lo largo de la isla, incluidas las de días recientes en localidades como Bayamo.
Al respecto, al repasar los estados de opinión de la ciudadanía el presidente cubano reconoció que “hay también incertidumbre; hay algunos elementos de desconfianza; hay algunos elementos de preocupación; hay algunos elementos también de incomprensión”.
Aun con los problemas acumulados, el impacto de las sanciones estadounidenses y la credibilidad erosionada por fallos anteriores, las autoridades reiteraron su confianza en que las acciones emprendidas comenzarán a rendir frutos en los próximos meses, aun cuando todavía ello no suponga el fin de los apagones.
“Si nosotros logramos —en julio, en agosto— la combinación de mejorar la disponibilidad con que haya combustible y con lograr una racionalidad en el uso de la electricidad en el país, eso evidentemente va a disminuir la cantidad de apagón”, aseveró el director de la UNE, aunque el uso de un si condicional deja abierta la posibilidad de que las cosas puedan no ser así.