Con el huracán Melissa tocando a las puertas de Cuba y el país sumido en una compleja situación energética y epidemiológica, el Gobierno cubano hizo público este fin de semana su publicitado programa para “corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
El plan es presentado sin explicaciones en los medios oficiales como “el hilo conductor para avanzar en la recuperación gradual de la economía”, que ya encadena dos años de de retroceso y que al cierre del primer semestre volvió a decrecer, según admitió el propio Gobierno.
El mismo se da a conocer a dos años del anuncio de su implementación y tras haber sido recientemente actualizado por el Ejecutivo.
Con cerca de 90 páginas, el programa contiene 10 objetivos generales relacionados con temas como la estabilización macroeconómica, la producción nacional, los ingresos externos, la recuperación del sistema electroenergético y la reducción de los delitos y la corrupción.
Además, cuenta con otro centenar de objetivos específicos, y también un amplio número de acciones (327), así como de metas e indicadores (257).
En general, se trata de un documento amplio y denso en cuya elaboración —de acuerdo con la breve nota de presentación del texto— “participaron universidades, centros académicos, así como organizaciones políticas y de gobierno”.
Según anunció previamente, el Gobierno pretende llevar adelante un “proceso de discusión y análisis” del programa en el país, con el objetivo de lograr la “comprensión integral” del plan y “definir en cada escenario” el papel de las diferentes organizaciones y entidades estatales en su implementación.
Gobierno actualiza su programa económico y anuncia análisis para su “comprensión integral”
Críticas
Aun cuando probablemente muchos cubanos no hayan leído el documento, más preocupados por las carencias y problemas que deben sortear cotidianamente en la isla, ya han comenzado a trascender críticas ciudadanas a acciones contempladas en el programa relacionadas con la eliminación de subsidios, actualizaciones y aumentos de precios, y mayor control estatal.
Tampoco han faltado los cuestionamientos especializados. Entre ellos resaltan los del economista Pedro Monreal, quien catalogó al programa como “innecesariamente disperso, con deficiente definición de metas e indicadores, imprecisa descripción de acciones, y metas poco creíbles”.
Para el analista independiente, que habitualmente comenta y disecciona en las redes el escenario económico cubano, el Gobierno de la isla sobrestima “su competencia para la gestión pública” al presentar como realizable un programa de tal amplitud.
“Cosas menos complejas no han podido ser gestionadas en plazos mayores”, sostiene.
2/11 Sobrestima el gobierno cubano su competencia para la gestión pública cuando presenta un programa de 10 objetivos generales, 106 objetivos específicos, 327 acciones y 257 metas e indicadores. Cosas menos complejas no han podido ser gestionadas en plazos mayores
— Pedro Monreal (@pmmonreal) October 26, 2025
Monreal carga contra el ordenamiento del documento, que en su opinión “parece reflejar un proceso burocrático de tipo “árbol de Navidad” en el que cada ministerio ‘enganchó’ componentes sectoriales, sobrecargando un programa que debió funcionar como una matriz entendible y no como una colección de artefactos sectoriales”.
El experto también critica la no diferenciación en el texto entre metas e indicadores y cuestiona que se no se establezcan ninguno de ellos “en relación con dos importantes problemas sociales pobreza (vulnerabilidad) y desigualdad, a pesar de que pudiera haberse adoptado la metodología de CEPAL respecto a ambos temas”.
De igual forma, lamenta la ausencia de elementos necesarios en su criterio para las metas de la estabilización macroeconómica —como la tasa de crecimiento del PIB, la tasa de inversión, y la balanza de pagos y las reservas internacionales de divisas—, y la no identificación de los recursos disponibles para las acciones previstas, a excepción del financiamiento eléctrico.
“Un programa económico no es creíble sin identificar el financiamiento que lo apoya”, concluye su análisis en la red social X.











