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Aunque Cuba es, debido a su clima, un eterno verano, los meses de julio y agosto son el tiempo calendario en que la mayoría planificamos nuestro periodo de vacaciones, porque coincide además con el receso escolar, y eso hace que las familias organicen su tiempo de ocio y esparcimiento para esas fechas.
Yo también hago mis planes. En principio me inclino por la opción de República Dominicana, que no tiene las mismas playas de Cuba, pero el servicio es incomparablemente mejor: las opciones de divertimento son mayores y más variadas y, lo mejor de todo, los dominicanos, son un pueblo noble, acogedor y alegre.
Algunos en Cuba se molestarán por lo que estoy diciendo, y eso me recuerda lo que alguien me dijo un día: “Te regaño porque te quiero; de lo contrario no me importaría”.
Hablando con un experimentado hotelero dominicano, me decía que él no entendía cómo los cubanos, con una modalidad de “todo incluido”, retienen a los huéspedes en los hoteles. Eso incrementa el consumo y los gastos.
Propiciar una amplia y buena oferta extrahotelera, que no solamente beneficie a los hoteleros, sino a la comunidad y, en resumen, al país, permitiría mayores ingresos y se haría más atractivo el destino.
No soy especialista en el tema, pero pienso que lleva razón. Nuestro turismo, comparado con el dominicano, asemeja más un turismo de sanatorio.
Otra cosa es que no todo el mundo puede optar por unas vacaciones en República Dominicana o siquiera en una instalación hotelera cubana. El resto de las opciones es prácticamente inexistente, desde los modestos campismos hasta las áreas de recreación, en la ciudad y la periferia.
“Pero zapatero a sus zapatos”, y no es porque piense que las nuevas formas de gestión son la solución absoluta, aunque indiscutiblemente sí forman parte de ella y, porque ese es “mi zapato”, siempre hago referencia a ellas en el contexto del tema que esté abordando.
Incentivar el mercado turístico
Pienso que nuestras formas no estatales de gestión pueden aportar mucho al esfuerzo por incentivar nuestro mercado turístico, y pueden agregar elementos que lo hagan más rico y atractivo, de cara al turismo internacional y al de nuestros connacionales.
Pero esta posible alternativa cuenta con muchos obstáculos, y en primer lugar y principalmente, los obstáculos internos.
Entre las actividades que se encuentran prohibidas al sector están:
Las actividades de campismo, parques de vehículos de recreo y parques de caravanas, suministro de alojamiento en campismos, campamentos recreativos y campamentos de caza y de pesca para estancias cortas; alquiler y arrendamiento de equipos recreativos y deportivos. Se exceptúa el alquiler de bicicletas, el billar y otros juegos;
Actividades de agencias de viajes y operadores turísticos. Las actividades dedicadas principalmente a vender servicios de viajes, de viajes organizados, de transporte y de alojamiento al público en general y a clientes comerciales. La organización de paquetes de servicios de viajes para su venta a través de agencias de viajes o por los operadores turísticos que pueden incluir uno o varios de los elementos siguientes: transporte, alojamiento, comidas, visitas a museos, lugares históricos o culturales y asistencia a espectáculos teatrales, musicales o deportivos.
Servicios de reserva y actividades conexas que incluyen prestación de otros servicios de reservas relacionados con los viajes: entre otros, reservas de transporte, hoteles, restaurantes, alquiler de automóviles, entretenimiento y deporte; prestación de servicios de intercambio en régimen de tiempo compartido o multipropiedad; actividades de venta de billetes para obras de teatro, competiciones deportivas y otras actividades de diversión y entretenimiento;
Prestación de servicios de asistencia a los visitantes: suministro a los clientes de información sobre los viajes y actividades de guías de turismo y actividades de promoción turística. Se exceptúan los que realizan la gestión de alojamiento vinculada con los arrendadores de viviendas o habitaciones, el gestor de pasajeros en piquera y la gestión de transportación con pasajeros con fines no turísticos.
En resumen, como decimos en Cuba, para el sector privado cubano, el turismo, tanto internacional como nacional, “es caca”… No se puede tocar.
¿Y por qué no?
No me voy a referir a los beneficios que pueda tener su integración; de eso ya hablé. Me voy a referir a dos elementos en particular.
Los que somos viejos en estas batallas sabemos que la mayoría de las agencias de viaje que se crearon en el país fueron operadas por nacionales cubanos, actuando como testaferros de empresarios extranjeros, o como los llamábamos, freelancers. En resumen, el turismo en Cuba lo movían los cubanos.
En segundo lugar, algo que me toca muy de cerca: la prohibición de las mipymes cubanas que se dedican a ello, de organizar por sí mismas un evento de carácter internacional en el país. Cosa que todos anhelamos, y que lamentablemente optamos por realizar fuera, por ser más fácil y viable, con lo que se deja de aportar ingresos significativos al país.
Podemos hablar mucho más sobre este asunto, pero en resumen quiero significar lo de siempre: que en nuestras manos están muchas de las soluciones o alternativas, e integrar de forma activa al sector no estatal de la economía a las actividades del turismo internacional y nacional es una de ellas. Como siempre digo, ¿por qué no?
*Este texto fue publicado originalmente en la cuenta de Facebook de su autor. Se reproduce con su autorización expresa.
Ay, Alfonso, eso es llover sobre mojado. Las actividades prohibidas para el sector no estatal son -según palabras del Primer Ministro- no liberadas por ‘cuestiones de Seguridad Nacional’.
PRIVADO ????? CON 50% PARA MILITARES, SIN SINDICATOS, PRESTACIONES NI JUBILACIÓN EN DIVISAS SERIA MAS DE LO MISMO
ESCLAVITUD SIGLO XXI
Hombre, está claro porqué no!
Pondré varios ejemplos previos ordenados cronológicamente:
1-TCP vendiendo accesorios para el pelo en años 2001-2002-2003. Éxito de venta rotundo. Se endurece ley de aduanas para impedir su entrada. Empieza a venderlos Artex un 40% más caros. Cambia la moda. Fracasan. Hoy se venden de nuevo.
2-Cines 3D privados. Se aprueban. Son un éxito. Se prohíben por X razón. Lo hace el Estado. Fracasa. Hoy no hay
3-Agua pura por privados. Se aprueba. Son un éxito. Se prohíbe por Y razón. Lo hace el Estado. Fracasa. Hoy lo está aprobando de nuevo a varios PDL.
4-Venta mayorista e importación de bienes. Éxito tremendo. Se limita con decreto 56 y 88. Si imponen importadoras. Se intenta imponer un intermediario adicional mayorista. Fracasa. En Standby la ley.
5- Restaurante Buffet en pesos cubanos. Caso El Molino, allá en Santa Clara. Maravilloso y popular, concurrido, gigante, los restaurantes estatales vacíos (incluso los de divisas) Se le retira la licencia por un problema con una cerca de la finca a una caballería de distancia del restaurante. Automáticamente se hace una obra de choque para abrir un buffet estatal idéntico en centro recreativo Somos Jóvenes.
Fracasa. Hoy tras diez años volvieron a admitir El Molino, lo vi cuando fui a las Villas.
6-Hostales privados. Ambiente acogedor. Un éxito. El Estado intenta hacerlo con casas. Éxito parcial. Aprovecha la COVID para canalizar el turismo a sus hoteles. Fracasa.
La cuestión es que el Estado cubano, como Estado, en cuanto percibe que una actividad puede ser ventajosa o lucrativa, sea generada por el propio Estado o por la idea de emprendedores no estatales, o bien la prohíbe a los privados, o les pone trabas para eliminarlos como competencia, o les impone tasas y costos adicionales con los pretextos más baldíos (“nutrirnos de la experiencia de las importadoras y de los mayoristas estatales”) a fin de obtener todo lo posible y frenar el desarrollo del sector no estatal. En cambio, las pocas ideas originales y buenas que se conciben al interior de las entidades estatales, no son muchas veces atendidas, entendidas, mantenidas en el tiempo. ¿Cuántos servicios lucrativos y agradables hemos visto deteriorarse?¿ cuántos locales estatales cambian de función (remodelación mediante) una y otra vez sin que nada le acomode? El Estado cubano como Estado debe generar ideas propias, no estar vedando o copiando iniciativas a los demás sectores, en cosas que no son estratégicas ni clave como una finca turística o una agencia de eventos o de viajes.
Lo que necesita Cuba es el desarrollo de todas las fuerzas y sectores productivos y de servicios. No trabas para intentar acaparar unos quilitos para un sector y cumplir el plan. El resultado de las erróneas políticas turísticas e inmobiliarias, junto al criminal bloqueo, está a la vista. El bloqueo es de los yanquis, qué malos son, bandidos, asesinos…. Pero y las políticas erradas, quién responde por ellas?
Suscribo totalmente
Todos esos argumentos contradicen los éxitos logrados en grandes proyectos en La Habana y otras ciudades …., pongo un solo ejemplo: la gestión en el sector privado del restaurante La Carreta, en el Vedado, en la calle 21, al fondo de COPPELIA! Ahí está su dueño, con nombre y apellido en persona.
Coincido plenamente c el comentario del Colorado. Debe abrirse al sector privado y mixto, e incluso extranjeros inversiones en la infraestructura extrahotelera. A estas alturas de tantos años de favorecer el turismo c laa inversiones, lc as cuales estoy de acuerdo , pero hay q incentivar la competencia y dejar desarrollar todas las iniciativas q traigan bienestar y disfrute del turista ,sea nacional o extranjero y de la familia en gral. Hoy mismo no existe un Centro de diversiones p niños y jóvenes. Cientos de locales, x no decir miles, estan desahuciados en espera q se entreguen p echarlos a funcionar. Ej. Parque de los Cocos o Coney Island, parque Lenin. En nuestras playas y costas prácticamente no existe el entretenimiento y eso nada q ver c el Bloqueo yanki, pero si por el q nos hemos impuesto internamente. Y Fidel nos Lego CAMBIAR TODO LO Q DEBA SER CAMBIADO. Hace falta mas audacia, valentia, iniciativas de nuestros Gob.municipales y provinciales. Menos burocracia p avanzar. Menos trabas!!!
El sector privado en el turismo en Cuba ???? “Por qué no?” Mi respuesta te remitiría al pasado … mucho antes de tu nacer. Para obtener la categoría de lograr que las playas cubanas hayan alcanzado el número 10 a nivel mundial, lo que calificas como el sector privado en Cuba no puso ni un granito de arena. TODAS las playas del Caribe son un desastre en todos los sentidos, por la inescrupulosa intromisión de los mercaderes del llamado sector privado en función del turisteo extranjero y en detrimento de los habitantes de esas islas. Y Punta Cana, entre paréntesis, es otra cosa. Hasta la playita de Jibacoa, o la de Bacuranao, Siboney, Caibarien…son mejores que cualquiera de las playas del Caribe … incluyendo las de Puerto Rico y RD. No se le puede quitar el crédito al Estado cubano en la preservación de nuestra flora y fauna y todo nuestro ecosistema.
I. Rivera,anotó usted un punto muy importante que se soslaya con frecuencia. Y no solo en las playas puede Cuba dar lecciones. En el Caribe, la riqueza natural ,patrimonial e histórica que ostentamos, bastaría para impulsar y mantener un turismo de altos quilates. Sin embargo, el de sol y playa,es solamente un componente del turismo en general. La actividad extrahotelera,la gastronomía, la cultura,excursiones y circuitos… son componentes esenciales de una industria sin humo bien complementada y, en esa parte del negocio, el sector privado tiene muchísimo que aportar… si se permitiera de una mejor manera