Cuando Gabriela Román, curadora, creadora visual y Máster en Emprendimiento Cultural y Creativo (Beca Chevening 2019-2020), ideó Mentoras Creativas (MC) acababa de pasar por dos programas de mentorías. Fueron “OK Mentor” (2020) y “You Make It” (2020-2021) las referencias que la inspiraron a gestar un espacio similar para las creadoras cubanas. Entonces el proyecto fue postulado al Chevening Alumni Fund, la principal fuente de financiamiento de MC hasta ahora, que también contó con el apoyo de Real Embajada de Noruega en Cuba.
“Me interesaba crear un programa en el que pudiera conjugar la labor social que realiza You Make It centrada en aumentar la autoestima y autonomía de mujeres de minorías étnicas en el sector, con el trabajo de OK Mentor, que es fresco, rápido, sobre tendencias en las industrias creativas. También quería aplicar todos los insights que venían de mi máster en emprendimiento con un enfoque en la industria creativa”, comentó a OnCuba Román, quien también es fundadora del grupo curatorial y galería Not The Owners y directora de Mentoras Creativas.
El proyecto despegó en 2021 con su primer programa de mentorías, el plato fuerte de este emprendimiento social que, además, gestiona consultorías, pasantías y talleres y viabiliza espacios de networking para su red de beneficiarias a través de comunidades en Whatsapp y Google Chat. Orientar profesionalmente a mujeres que inician su trabajo en las industrias creativas o desean cambiar sus rutas profesionales dentro del sector es la razón de ser de MC.
A menos de completarse un año de la clausura de la edición de 2022, la convocatoria para el tercer programa anual y gratuito de Mentorías, Talleres y Charlas ya está abierta. La iniciativa forma parte de las actividades de Mundo Creativas (2023-2024), la agenda del emprendimiento lanzada en agosto de este año. En esta ocasión, el proyecto se propone darle seguimiento a temáticas en las que se ha enfocado desde sus orígenes, como el bienestar, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo dentro de la comunidad de creadoras cubanas, latinomericanas y caribeñas. Hasta el 8 de septiembre próximo las interesadas podrán postularse.
A partir de la primera semana de octubre el programa exigirá de las aspirantes una dedicación de entre 7 y 9 horas semanales durante todo un mes, período en el que estarán inmersas en talleres, conferencias, mentorías personalizadas y sesiones de bienestar que ocurrirán integralmente de forma remota (online). “Tendremos desde espacios para conversar sobre cómo gestionar emociones en momentos de crisis hasta sesiones de yoga. Al ser un programa remoto, serán espacios sobre todo de conversación, bien relajados”, comentó Román en exclusiva para OnCuba.
Para postularse basta identificarse como mujer, latinoamericana y/o caribeña y formar parte del sector creativo o desear emprender o reorientar rutas profesionales en este campo. Para formalizar la solicitud, las aspirantes deben llenar este formulario.
Emprendiendo por y para las creadoras
Desde 2021, MC ha beneficiado a más de 200 mujeres y tiene como impacto inmediato el reconocimiento y potencialización del talento femenino y emprendedor en el sector creativo. “Creo que la mentoría es en sí misma un ejercicio de creación, un volcán de ideas y recursos que no solo brinda las herramientas necesarias para tener éxito en el sector, sino que puede incluso inspirarte a gestar nuevos proyectos a través del intercambio con la mentora, quien también reconoce tus habilidades y te motiva a desarrollarlas al máximo y pasar al siguiente nivel en tu camino profesional”, dijo a OnCuba Rocío Mezerene, estudiante de Musicología en la Universidad de las Artes (Isa) y mentee en la edición de 2021.
En su reciente edición de 2022, el programa de mentorías, antes enfocado exclusivamente en Cuba, amplió sus horizontes hacia otros países de la región de América Latina y el Caribe. “Quiero que MC posibilite el desarrollo de una comunidad en la que todas podamos estar conectadas a nivel regional. Creo que es muy enriquecedor desbrozar los desafíos que se nos presentan profesionalmente con otras mujeres con las que tenemos tanto en común, aun estando en contextos diferentes. Compartir ideas y experiencias desde las especialidades de cada una puede movilizar nuevas reflexiones sobre nuestras realidades, potenciar el conocimiento de otros referentes de trabajo, formas de convivencias, y métodos para impulsar la innovación en nuestros campos”, señaló Román.
El alcance regional de MC es perceptible tanto entre las beneficiarias de los programas como entre las creadoras asociadas al proyecto, en el que ya se han enrolado participantes de 11 países: “[En 2022] tuvimos speakers cubanas de lujo, como la gestora cultural, fundadora de Circuito Líquido, Ada Azor, que ofreció un taller sobre neuroemprendimiento y neuroliderazgo. De la región se sumó con un taller sobre comunicación con perspectiva de género la presidenta de Publicitarias Melanie Tobal (Argentina); Eli Schutze (Nicaragüa), programadora de Twitter, conversó sobre las oportunidades que abre la tecnología para las artes, y Rosa Salazar (Venezuela), máster en desarrollo social, dio su perspectiva sobre cómo la diversidad impulsa la innovación, mientras que Mafer Cámara (México) en representación de Latinas for Climate, conversó sobre cómo los diferentes problemas sociales y el cambio climático afectan de manera desproporcionada a las mujeres, y lo necesaria que es, por consiguiente, nuestra participación en las soluciones a esos problemas”, dijo Gabriela a OnCuba.
Iniciativas que crean oportunidades
El sector de las “artes, entretenimiento y recreación” se considera un sector “feminizado”, pues el 57,2 % de sus plazas están ocupadas por mujeres, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) correspondientes al período 2015-2017. No obstante, en el Reporte Global sobre la Brecha de Género de 2023 la representación femenina en la rama del entretenimiento no llega al 50 %. Además, en este sector ellas son más proclives a conciliar más de un trabajo para completar sus ingresos, cuando se les compara a mujeres que están empleadas en otras ramas profesionales.
En 2021 Cuba ocupaba la posición 39 en el Índice Global de la Brecha de Género, con un porcentaje de desigualdad entre mujeres y hombres de 74,6 %, cifra que comprende también las inequidades en el campo del empleo y la profesión. En 2020, la tasa de ocupación en el empleo remunerado de las cubanas era de 54,9 %, mientras que la de los hombres era de 76,8%. Al mismo tiempo, en la isla las mujeres tienen mayor presencia en el sector estatal que en el privado, donde viene despertando buena parte de las iniciativas de empreendedorismo cultural que robustecen y diversifican la economía en el país.
En Cuba, como en otros países, las creadoras se enfrentan a un contexto laboral poco profesionalizado y al que llegan en desventaja. En medio de todo este contexto, MC “nace de la voluntad de inspirar confianza en otras mujeres para que tengan éxito en etapas tempranas de sus carreras”, según refiere su misión.
Para Gabriela Román: “en el entorno de las industrias creativas en Cuba las oportunidades siguen respondiendo más a relaciones personales dentro del medio que al talento y el potencial humano. Esto genera una brecha de oportunidades que afecta sobre todo a mujeres y otras minorías. Por otro lado, la mayoría de los círculos decisores y generadores de empleos siguen estando integrados mayormente por hombres, y esto ha tenido un impacto en el tipo de trabajo, la voz y los roles que en el sector creativo han ocupado las mujeres. Por eso me parece tan importante el apoyo e impulso que vamos dando a otras mujeres que se inician en la industria. Y esos impulsos se ven desde acciones concretas como la contratación de otras mujeres dentro de nuestros equipos, o el compartir nuestras experiencias y democratizar cada vez más las oportunidades.”
En la edición de 2023 de las mentorías, el proyecto se propone, además, facilitar la inserción de las mentees en ambientes de trabajo. Para ello, colaboran con organizaciones con capacidad empleadora y otras que ofrecen financiación para proyectos creativos, además de estimular y capacitar a las beneficiarias de los programas en dinámicas de empreendedorismo cultural para que puedan poner en marcha sus propios proyectos.
Mentorías, un nuevo modelo de orientación profesional
Las mentorías consisten en procesos de asesoramiento y acompañamiento profesional individualizados y enfocados en uno o varios objetivos de los beneficiarios. Se trata de un vínculo en el que expertos(as) en determinada área profesional comparten su experiencia y saberes para orientar, sugerir y facilitar trayectorias profesionales.
Las mentorías tributan directamente a los procesos productivos y generan valor profesional. “Esto sucede porque se trata de crear un espacio de confidencialidad (personalizado) en el que las participantes se sienten cómodas para hablar sobre los problemas que afectan su vida laboral. Las mentorías son también un espacio de escucha activa”, señaló a OnCuba Gabriela Román.
“Eso permite que la mentora entienda lo que está viviendo hoy ese talento joven, mientras que para la mentee es inspirador que una persona más experimentada en la industria se abra para contarle sobre sus desafíos laborales, y las formas que encuentra para superarlos. Las mentorías son, en suma, un espacio de exploración que conecta a las mentees de manera concreta con una especie de estructura y un roadmap para lograr lo que sea que se hayan planteado.”
Uno de los valores que distingue a MC consiste en facilitar experiencias complementarias a las mentorías. La gran mayoría de las mentees pasa también por los programas de consultorías y pasantías. Esta última constituye una oportunidad de inserción profesional remunerada para ellas. Laura, por ejemplo, especialista en Bienes Inmuebles, emprendedora y costurera, conoció el proyecto a través de Instagram y se postuló a la mentoría tras haberse beneficiado de una Pasantía para Asistentes de Diseño de Vestuario en el emprendimiento Barbara´s Cuba.
“La noción de diseño que tenía era completamente empírica; aprendí siguiendo páginas webs, tutoriales, viendo videos de pasarelas internacionales, y siguiendo eventos de desfiles de moda aquí en Cuba. La pasantía me ayudó a encausarme y a enrolarme en tareas donde podía poner mi creatividad, mis ideas y mis sueños, por así decirlo, en un proyecto de emprendimiento hecho por mujeres.”
“Luego de la pasantía conocí las mentorías. Lo que me impulsó a pasar por el programa fue la necesidad de encontrar a alguien que desde su experiencia me ayudara a darle cuerpo lógico y concreto a mi deseo de combinar profesionalmente las tres actividades que realizo: investigación, diseño de vestuario y costura. Así, junto a Sandra Heidl, la mentora que me fue asignada, encontré herramientas y nuevos matices para definir el propósito de mi proyecto”, comentó a OnCuba Laura, quien tras su paso por las mentorías lanzó “Tela pa contar”, un blog sobre historia de la moda.
En buena parte, las mentorías se proponen facilitar a sus beneficiarias un know how y acompañamiento personalizado para lidiar con las dificultades, oportunidades y posibilidades de crecimiento dentro la industria creativa o el campo del emprendimiento cultural que, muchas veces, los programas de estudio tradicionales no satisfacen. De esta forma, se vuelven un espacio de aprendizaje no curricular donde la formación tradicional de sus beneficiarias encuentra en los relatos y saberes de mentoras y speakers una vivencia indirecta que las capacita para encarar el mundo laboral.
“Tenía muchos deseos de traer a Cuba otras visiones y facilitar recursos y conocimientos prácticos que fueran útiles para las mujeres en sus campos de trabajo. Otra motivación que estuvo en el centro desde que concebí MC fue promover la idea de la exploración y fluidez dentro de las profesiones. Siento que en Cuba la visión sobre lo profesional está muy limitada y encasillada a un único campo, entonces me interesa que las mujeres que pasan por el programa de mentorías tengan una visión global de lo que hacen/pudieran hacer y que se sientan libres de experimentar en diferentes ámbitos y en el proceso ir descubriendo lo que les gusta”, enfatizó Gabriela Román.
Mentees Creativas, creando alianzas
Para Rocío Mezerene (mentee, 2021) el programa fue fundamental para encontrarse profesionalmente: “Cuando di con la convocatoria tenía muchas inquietudes y aspiraciones que no lograba concretar, así que decidí aplicar y entré. Lo más interesante del proceso y en lo que más me ayudó fue a aterrizar todas mis inquietudes profesionales y a decidir dedicarme a la producción artística”.
Para Rocío, que ha tenido una buena orientación individual con los profesores de su carrera en todo lo referente a la salida de investigación en Musicología, “Mentoras Creativas”, por darle acceso a una red de mujeres profesionales activas en el sector, le reveló salidas profesionales en el campo de la producción artística que antes no había ponderado: “un camino que no forma parte del perfil tradicional de los Musicólogos y Musicólogas en el país.”
Laura, por su parte, cuenta que la mentoría le dio acceso a un espacio seguro de intercambio con otras creadoras y emprendedoras: “Ahí he encontrado mujeres de diversas edades, de diversas formaciones, de diversas razas, de diversos lugares. Conjugadas todas para hablar un mismo lenguaje en favor de una creación libre, sana, respetuosa, disciplinada, innovadora, sostenible, y, sobre todo, solidaria.”
Teresita Padrón de la Paz, graduada en Letras, fue mentee en la primera edición del programa. Comentó a OnCuba que, desde su graduación, en 2019, tenía la aspiración de combinar la investigación, a la que se había dedicado desde entonces, con la gestión cultural, proceso facilitado por el programa de mentorías.
“Siento que mi paso por MC me cambió la vida en muchos aspectos; no solo contribuyó a mi desarrollo como profesional en las industrias creativas, sino que también fue una metamorfosis a nivel personal. El impacto del programa es muy grande. Sin dudas, hay un antes y un después. Luego de MC me he sentido mucho más segura a la hora de enfrentar nuevos retos y he tenido la oportunidad de colaborar con proyectos gestionados por mujeres donde he podido desarrollar mis habilidades en otras áreas también dentro del sector. Yo, por ejemplo, fui parte del equipo de marketing de Amalgama, una plataforma cultural radicada en Londres, durante una pasantía”.
“MC es un espacio seguro”, añadió. “Pudimos descubrirnos y crear alianzas. Los vínculos que forjamos las mentees nos permitieron gestar otros proyectos, como el Festival Mentees Creativas, el cual concebimos como un espacio de encuentro entre artistas y emprendedoras, potenciando el networking. Lo hicimos inspiradas en la idea de MC, que aboga por un cambio de modelo en el sector creativo. Ser una de las productoras del Festival significó muchísimo, pues no solo estaba poniendo en práctica muchos de los conocimientos adquiridos a través del programa de mentorías, sino que también estaba contribuyendo, de una forma más directa, a apoyar la labor de otras mujeres en la industria.”
Dos programas después
El sector cultural y creativo es un campo generador de empleos y trabajo remunerado para las mujeres. No obstante, que exista una amplia representación femenina en él no significa que sea suficiente o que garantice siquiera que los roles, así como las oportunidades y expectativas de progreso profesional, sean las mismas para ellas que para los hombres. El predominio de hombres en puestos estratégicos en este sector legitima aún más la misión que MC se ha propuesto emprender, que es, a su vez, uno de los recursos concretos de cambio de los que ha lanzado mano: facilitar a las creadoras en busca de oportunidades laborales el acceso a otras mujeres, emprendedoras y lideresas, que puedan emplearlas o redireccionarlas.
Gabriela Román cree, con base en datos que se han recopilado a lo largo de estas dos ediciones del programa de mentorías, que MC puede tener un saldo positivo en el sector creativo cubano: “He visto de primera mano cómo crecen de manera exponencial una parte importante de las muchachas que han tomado el programa. Variables como la confianza para emprender, la red de contactos, la autopercepción que cada una tiene sobre el valor que pueden aportar al sector creativo han sido fundamentales para entender el impacto social del programa. Pienso en Aymara, que pasó los programas de Mentorías, Consultorías y Pasantías y hoy está trabajando en Dador, haciendo lo que le apasiona. Otro ejemplo lo veo en Day Martínez y Mónica Rachel García que, tras conocerse en MC, emprendieron su proyecto Bike & Flow, y trabajan fomentando una comunidad de mujeres ciclistas.”
“Si estos resultados se han logrado soy optimista en relación a lo que podremos ver más adelante a partir de las nuevas sinergias que seamos capaces de crear; a partir de los valores que intentamos diseminar. Espero encontrar muchos proyectos nuevos dentro de la comunidad, proyectos que sean también un reflejo de las perspectivas que MC trae al sector creativo cubano”.
La segunda edición de MC concluyó en 2022 en La Habana entre charlas presenciales y remotas que fortalecieron el deseo de un reencuentro entre mentees, mentoras, consultoras, ponentes y emprendedoras de Cuba y otros países de la región.
Además de la tercera edición, ya próxima, el proyecto se ha propuesto otras metas en el marco de la agenda Mundo Creativas 2023-2024. Es el caso del programa “Sueña, Conecta, Crea”, que tendrá lugar en La Habana en diciembre de este año y aspira a reunir presencialmente a “mujeres residentes en Cuba que quieran iniciarse, potenciar o reorientar su trabajo en las industrias creativas.”
Los efectos a largo plazo de este emprendimiento social aún están por verse. No obstante, la estela que la segunda edición de MC dejó tras de sí en La Habana, a decir de las beneficiarias que ha tenido el evento en sus dos ediciones consecutivas, ya hacen ver un futuro más optimista para las creadoras cubanas.