Osvaldo Pupo
Tras dos ediciones en 2023, la empresa privada πlares (Pilares) Construcciones está convocando a su programa gratuito de pasantía, “Ando de π”, para estudiantes de Arquitectura e Ingeniería Civil. Esta vez, con una duración de cinco días, del 15 al 19 de abril, coincidiendo con la semana de receso docente para la educación superior en Cuba.
La iniciativa, nacida desde una mipyme, se enfoca en contribuir a la formación integral de estos profesionales y está abierta para los jóvenes de todo el país que estudien estas carreras universitarias. Busca conectarlos con el mundo laboral a través de su inserción en entidades productivas estatales y privadas que colaboran con el proyecto.
Pero el programa no solo abarca estancias en talleres, industrias o espacios a pie de obra; incluye además actividades formativas y de esparcimiento alineadas con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
“Los ‘5 días de π’ será una experiencia más breve si se compara con las otras ediciones, pero igualmente enriquecedora para los estudiantes. Durante ese período, los participantes tienen la oportunidad de trabajar en proyectos reales, colaborar con equipos multidisciplinarios y poner en práctica las habilidades y conocimientos adquiridos en la academia”, explica Yulieta Hernández, presidenta de πlares Construcciones.
Precisamente, la líder del emprendimiento afirma que el principal objetivo es contribuir al llamado vínculo universidad-empresa. “Queremos ayudar a que conozcan cómo funciona el mercado laboral, cómo funcionan las empresas, cómo insertarse en estas. Además, que tengan una relación directa con la producción, aunque en esta ocasión será con un tiempo más reducido. En agosto convocaremos a una edición más grande y con posibilidades para otras ingenierías”, apunta.
En opinión de Alfredo Estrada, recién egresado de Arquitectura en la Universidad de Las Villas y quien asistió a la pasantía en agosto de 2023, el programa es una excelente oportunidad para reforzar los conocimientos adquiridos en la academia y obtener elementos prácticos adicionales que suelen quedar fuera de los planes de estudio.
“La pasantía fue algo nuevo para mí y para la mayoría de los que vivimos la experiencia. Quedé fascinado. Nos impartieron conferencias con temas de gran utilidad para la arquitectura y el diseño. Además, conocimos materiales y técnicas muy útiles que en la escuela no se enseñan con profundidad. En solo un mes me nutrí de mucho conocimiento”, explica.
Alfredo destaca del programa la posibilidad que brinda para intercambiar con empresarios sobre prácticas exitosas en el sector, el fomento del trabajo en equipo entre las diferentes especialidades, así como los talleres de marketing y de cómo presentar propuestas de proyectos a posibles inversores.
Tanto las actividades formativas como las extracurriculares dentro de la pasantía ponen el foco en la Agenda 2030. Yulieta Hernández comentó que la mayoría de los asistentes no conocían el contenido de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que el programa “Ando de π” ha contribuido a visibilizarlos y ejemplificar cómo negocios privados y empresas estatales los ponen en práctica.
“Realizamos un taller dedicado al ODS 5 de género, donde se presentaron empresas constructoras lideradas por mujeres. Este es un sector muy patriarcal, dominado por hombres. Tuvimos un debate interesante con muchas preguntas y algunos consejos para las jóvenes profesionales sobre cómo enfrentar el machismo en el mundo profesional”.
La pasantía también persigue otro propósito: ayudar a contener la pérdida de talento joven. “Para nosotros es importante contribuir a disminuir un poco la emigración profesional. Con estas pasantías los estudiantes se insertan en empresas, tienen contactos con emprendimientos exitosos y conocen a sus líderes. Constatan que se puede realizar un proyecto de vida y profesional en el país”, explica Hernández.
A las últimas dos ediciones de “Ando de π” han acudido cerca de 200 estudiantes de La Habana y nueve provincias. Tras su participación en este proyecto, los profesionales y estudiantes forman parte de una suerte de comunidad en la que comparten saberes, buenas prácticas, ofertas formativas y de empleo.
