La mujer mira a ambos lados, incluso arriba, pero no sabe qué responderle a los niños. Tendrá unos 35 años y se ha quedado muda.
Es gorda, mulata, bajita, viste una blusa a rayas moradas: fue el color de moda del año pasado, pero aún tiene elegancia, piensa mientras sostiene una jaba con productos del agro en una mano y en la otra una sombrilla contra las lluvias de febrero y contra quien intente quitarle el uno en la cola para el ómnibus Diana, una especie de lata de sardinas con dos puertas y nombre de diosa griega que desde hace unos meses recorre la ciudad.
Llevamos más de una hora aquí y nos iremos de primeros, increpa con la sombrilla al resto de la multitud. Los niños visten uniformes blanco y rojo, llevan jabita de la merienda y mochila con Bob Esponja él, y Hannah Montana ella.
-¿Qué significa ese cartel, mami?, le dice el niño apuntando a la pared.
-¿Por qué dice que si somos más holguineros, más podemos…?, dice la niña.
-Porque… y vuelve a mirar al cielo, como buscando ayuda divina o la lluvia que le hará abrir la sombrilla y salir del apuro. Mira a los lados buscando el cartel al que nunca, realmente, le había prestado mayor atención; aunque dibujó uno para su punto de venta de alimentos ligeros, porque “claro que no me quedaré atrás, la competencia es la competencia y en mi merendero también tendré un cartel de monitos verdes y amarillos”.
Al cartel esta vez lo encuentra fácil, delante, detrás, en las fachadas, en todas partes, en los ómnibus que pasan y no se detienen…
-¡En el ómnibus…! Pero no es una Diana, así que tiene que responderle a los niños que insisten…
-Es que…si trabajamos más seremos mejores, tendremos más comida y paz, estaremos más unidos…
-¿Si más hombres trabajan en los postes de la corriente tendremos más luz?, pregunta el niño mirando al trabajador eléctrico en uno de los postes del tendido.
-Sí…
-¿Y si trabajan más choferes vendrán más rápido las guaguas y habrá menos colas, y nos iremos más rápido?”…dice la niña.
-Sí… piensa. “Y entre más luchemos contra los robos y las ilegalidades este será un mejor país…”, les dice la madre tratando de responderles y pensando en un asalto que escuchó por la mañana en el mismo ómnibus que ahora no pasa.
-¿Quién roba, mamá, las brujas?, pregunta el niño riendo a carcajadas.
– Aquí no hay brujas, tú no sabes que las brujas no existen, solo están en los cuentos y siempre son malas, le responde la niña.
-Y entonces, ¿quién roba, mamá? ¿por qué podemos más si somos más holguineros, y qué cosa es ser más holguinero, mamá…?
Ya había pasado una Diana y la madre sin percatarse miraba a los lados y al cielo, sin abrir la sombrilla, buscando una respuesta en la lluvia que comenzaba a caer sobre la ciudad y la parada de ómnibus sin techo.
Sinceramente, Erian, cuando vi esa frase también me lo pregunté y aún no he hallado la respuesta correcta, Por lo que veo, no soy el único…
yo por aqui… tambien botao… debe ser muy eficaz el mensaje que implica el cartel…puff…!!!!
me recuerda a 1984 de Orwell
esas preguntas rondan en las cabezas de todos los holguineros..lamentablemente las campañas de los gobiernos provinciales, no solo en Holguin sino en caso toda la isla, son poco efectivas
Por suerte publicado en Cuba este año. Esperemos su distribución…
Diana, diosa romana. Artemisa, diosa griega. Nada, ¡un detalle! como diría mi odiada Edith Massola.
no sé de que iba esto pero bueno