Fue mi amigo Goyo quien me dijo un día que lo que resultaba perverso no era tropezar dos veces con la misma piedra, sino encariñarse con ella. En Cuba hemos estado tropezando con la piedra de los precios varias veces.
Esta vez, ha sido el tomate quien nos lo ha recordado. El Solanum lycopersicum se convirtió en un gran protagonista de nuestra vida cotidiana a inicios de año, cuando sus precios (20 y 25 pesos cubanos la libra en los mercados agropecuarios, el equivalente a un día de salario medio) lo catapultaron a la fama y facilitaron que, nuevamente, los precios, el mercado, la oferta, la demanda y la magra capacidad de una buena parte de los bolsillos cubanos se vieran las caras.
Durante estos días y en más de una ocasión las culpas han estado pasando desde el Estado, hacia la famosa ley de la oferta y la demanda, la acción de los intermediarios (identificados mecánicamente como especuladores muchas veces) los campesinos y lógicamente la administraciones de los diferentes eslabones de esta cadena de entuertos.
Sin embargo, más que culpables creo que deben encontrarse las causas que provocan estas situaciones anómalas. Apuntaré algunas de ellas.
La primera de todas las verdades es que la producción nacional de algunos de estos productos sigue siendo insuficiente, en 2015 además declinó y por lo general los rendimientos que se obtienen están muy alejados de la media internacional y de nuestras necesidades. Esta es una de aquellas piedras a la que parece profesamos mucho cariño.
Pero no todo lo que se produce va a la venta a la población. La mayor parte de la producción tiene otros destinos; la industria, el turismo y el consumo social, que son el otro componente de la demanda de estos productos.
Según estos datos de la ONEI, sólo el 50{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de la ya menguada producción de papa, el 6{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de nuestros ansiados tomates y el 8,5{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de nuestras cebollas es lo que llega a los mercados agropecuarios.
Como no existe importación de estos productos para mejorar la oferta en estos mercados, entonces no hay más recursos que incrementar la presencia en las tarimas y solo el consumidor puede acceder a lo que le llega de nuestra menguada producción nacional.
La demanda además, ha crecido, pues hoy centenares de nuevos restaurantes y cafeterías se han sumado como nuevos demandantes de esos productos.
Este año 2015, recién terminado, medio millón más de turistas se han sumado como comensales, parte de los cuales visita en una o varias ocasiones los restaurantes privados. La producción es, a todas luces, insuficiente para cubrir todos estos destinos.
De hecho en nuestros propios hoteles seguimos sorprendiéndonos cuando encontramos vegetales y hortalizas e incluso ¡hasta yuca! importada, ante la ausencia, falta de sistematicidad y calidad inadecuada de la producción agrícola nacional.
La demanda creciente es siempre una oportunidad para incrementar producciones e ingresos, expandir capacidades productivas, introducir mejoras tecnológicas, generar nuevos negocios…Pero en nuestro caso ocurre algo único en el mundo, la demanda creciente es ¡un problema!. Esta es otra de nuestras piedras recurrentes.
Otro aspecto, también interesante, es que en la estructura del mercado agropecuario cubano, los mercados estatales siguen siendo predominantes en cuanto a su participación en el valor total de las ventas. Así en el año 2014 participaban en el 51{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} del valor de los productos vendidos, mientras que hasta septiembre del 2015 eran el 37,8{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de}. A su vez, los llamados mercados de oferta y demanda oscilan entre el 7 y el 8{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de participación en la facturación y los puntos de ventas y los vendedores ambulantes (carretillas) suman de conjunto, alrededor del 36{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de toda la facturación. Son formas organizativas del mercado que muchas veces funcionan con lógicas diferentes y en condiciones también diferentes.
Por estas y otras razones es que los precios son solo en parte el producto de eso que llamamos oferta y demanda. En otra parte, decisiva por cierto, los precios son el resultado de los costos de producción, circulación y comercialización, más los beneficios correspondientes a cada uno de esos segmentos de la cadena.
O sea, que nuestro poco tomate no llega virgen a los puntos de venta a la población, sino con su costo a cuesta. Si los costos de cosecha son altos, porque el salario diario de un jornalero en la agricultura puede cuadriplicar el promedio del salario diario nacional, si el petróleo ha subido de precio, si los insumos para producir nuestro tomate son también caros, sería pues casi ingenuo esperar que el tomate nuestro de cada día sea barato, en especial cuando el término “barato” siempre es algo relativo, que tiene en la ¿fortaleza? del bolsillo del cubano promedio un elemento determinante.
Si además entendemos que las personas que venden los tomates son también compradores de otros productos que se venden en nuestras tiendas estatales en divisas, a precios que a veces duplican y triplican sus costos de importación incluyendo el flete (aceite, perros calientes, muslos y contramuslos de pollo, leche en polvo, espaguetis, puré de tomate, detergente y otros productos de aseo y limpieza, algún refresco y de vez en vez -por qué no- una cerveza) y que los ingresos que reciben como compradores deben permitirle, después de cubrir costos y pagar impuestos, adquirir, al menos, una parte de esos productos, entonces estamos más cerca de entender la magnitud de la “piedra nuestra cada día”.
En el mercado de los productos en CUC, los precios se multiplicaron por varias veces el valor de sus referentes en el mercado en CUP allá por los inicios de la década de los noventa (por ejemplo, y a la tasa de cambio actual, menor que la que existía en 1993, el precio de un producto prescindible como la cerveza es 41 veces mayor al que tenía en 1989, es decir, 4000 {bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} más; un litro de leche se pagaba a 25 centavos de peso cubano, pero su precio en la TRD alcanza 1,25 cuc, esto es 125 veces más o 12 500{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de incremento) lo que redujo drásticamente el poder de compra del salario del trabajador cubano.
Aquella medida, que respondió a urgencias incuestionables, trae hoy más perjuicios que beneficios, pues genera múltiples incentivos negativos, tanto hacia las empresas como hacia los consumidores.
Para hacerlo más gráfico, la pregunta sería ¿cuántas libras de tomate deben venderse para, luego de cubrir los costos, permitirle al productor, adquirir un litro de aceite, comprar un kilogramo de pollo, un paquete de leche en polvo, etc.?
La economía está muy interconectada, nuestros mercados aparentemente tan segmentados tienen vasos comunicantes, y todo indica que nuestro mercado en CUC se ha convertido, desde hace mucho tiempo, en el referente fundamental de precios para todos nuestros mercados de consumo.
Saltar estas piedras o darle un rodeo es una difícil tarea para un Estado que, por otro lado, subsidia en más de un 97{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} los primeros 100 KW de electricidad para todas las familias cubanas, mantiene precios de 40 centavos de peso cubano en los ómnibus, varias veces menos que el costo real del pasaje, subsidia alimentos para todos, (los que necesitan el subsidio y los que no) aunque sean muchos menos productos que en aquella época especial en que recibíamos la ayuda fraternal y solidaria de la Unión Soviética, hace lo mismo con los medicamentos y no ha renunciado a mantener los servicios de educación y salud gratuitos, incluso para aquellos que hoy podrían pagar una parte.
Sin embargo, abstenerse de regular correctamente lo que debe ser regulado no es una opción. Tampoco debe serlo viajar hacia atrás en el tiempo y adoptar soluciones de ya probada insuficiencia.
A la lista de piedras con las que seguimos chocando habría que sumar también otras “características” de nuestros mercados de productos agrícolas.
De una parte está su escaso desarrollo y baja tecnología, que recuerda formas casi primitivas de organización y funcionamiento, la ausencia de cadenas de comercios que oferten productos frescos, la inexistencia de importaciones de estos productos para compensar déficit coyunturales, regulaciones algunas de ellas poco adecuadas a las necesidades actuales, poca transparencia en las operaciones de compra y venta en esos mercados, la existencia de muy pocos mercados mayoristas, y la consiguiente falta de competencia, que favorece precios monopólicos y muchas veces abusivos.
Un dato puede ilustrar la situación, en la Ciudad de la Habana cuando apenas éramos más de medio millón de ciudadanos existían tres grandes mercados al menos, que recibían productos de todo el país: El mercado de Carlos III, el de Cuatro Caminos y el de la Plaza del Vapor. En los años ochenta, operaban tres mercados concentradores: Berroa, Ocho Vías y El Trigal. Hoy tenemos solo El Trigal, a cuya cooperativa se le concedió el monopolio del mayoreo de productos agrícolas en la capital del país: ¿Qué impide estimular la presencia de más mercados mayoristas en la capital de todos los cubanos?
Cuando se afirma que la ley de la oferta y la demanda es la culpable de nuestro tomate de 20 pesos, se reducen de forma muy simplista las causas reales del problema.
Países muy ricos y con una vocación para nada socialista, desde hace muchos años entendieron que la producción y la comercialización de alimentos es un asunto de alta sensibilidad política y han adoptado repetidamente medidas que a la vez de proteger a los consumidores, garantizan las condiciones mínimas para evitar que sus productores agrícolas sucumban a la competencia desleal de los de otros países.
En realidad los consumidores cubanos solo asistimos al último acto de esta larga puesta en escena en sus diferentes temporadas. Somos los que tropezamos con la piedra todos los días, como si alguien la llevara debajo del brazo y la fuera lanzando delante de nosotros a cada uno de nuestros pasos.
interesante explicación ,pero creo que si el estado aumentara la producción de estos productos, el precio no seria tan alto ,el es el dueño de la tierras de los fertilizantes en fin de todo,y es el único que puede competir con los particulares .aunque muchas veces los productos que ofrece el estado(no hablo de los que valen cuc)son una falta de respeto ,por ejemplo una lata de mermelada de frutabomba 200 pesos,y nadie me lo dijo yo lo vi,igual que las latas de pure de tomate 160 pesos , entonces si ese es el estado que dejaremos para los particulares.?
Aunque la produccion de algunos producto de la Canasta diaria sea insuficiente no hay razon alguna para pagar en cuba la Astronomie cifra de 20 o 25 peso por 500 gramos magros de tomate , ni mucho menos pagar por un aguacate 15 peso hasta donde con la falta de respeto al ciudadano comùn y corriente lo que hoy especular que hoy se lo pueden pagar ya veremos mañana de donde lo van a sacar para poder vivir con el nivel de inflacion que ya nadie puede parar y viene Ponganle el cuño, es mejor prevenir que tener que lamentar
Admiro mucho el trabajo del Profesor Triana y he tenido el honor de presenciar una de sus confrerencias en la Cujae. La duda que tenge es respecto al precio del petroleo, en este caso no concuerdo con usted, ya que los precios han caido en picada y lo que mas me sorprende es como esa caida no se refleja en los precios de los productos, si en el mundo entero muchos de los productos que dependen del petroleo para su manufactura han bajado los precios. Por ello me imagino que los precios de los productos de casa deberian decender en lugar de ascender.
Por otra parte si creo que el estado es responsable por adjudicarse la responsabiladad y querer tener en la mira a todo lo que se mueva como si de una persecusion se tratase. En estos momentos el estado deberia buscar la manera de logar aumentar la capacidad productiva y logística con el fin de satisfacer las nacesidades alimentarias de cada localidad. ¨El fin justifica los medios¨ cada año millones de jovenes pasan el servicio militar, porque no designar una parte de esta fuerza de trabajo para cosechar las esperanzas que nos faltan en la mesa? Es solo una idea. No es cambiar lo que deba ser cambiado, es poner cada cosa en el lugar que le corresponde.
Saludos
Para hacer un análisis mas profundo deberiamos calcuar el costo real de la producción de ese producto, es decir fertilizantes, horas trabajadas para lograr la cosecha, gasto de combustible en la transportacion y otros gastos que tiene la producción de cualquier producto. Esto para darnos cuenta si el precio es exagerado o él salario que se les paga a los cubanos es descabellado. No soy economista solo es mi opinión
Pasan los años y seguimos en lo mismo. Estos problemas son endémicos de Cuba por su sistema social. ¿Porqué será que en otros países tan pobres como Cuba no tienen estos problemas? ¿Será porque no tienen salud y educación gratis?
Meparece muy interesante la explicaci’on del profesor, pero creo que , analisis economico aparte , resulta muy dificil para las administraciones de los territorios luchas contra los PILLOS con apenas un 20 porciento de las producciones contratadas. En su momento eliminamos ACOPIO, porque era inefiiente, pero lo que creamos no lo es mas, entonces a donde vamos a parar. En otros paises existe la centralizaci’on en la comnercializaci’on de las producciones agricolas, como en Viet nam , por ejemplo donde el 30 porciento de las produciones son del estado y el 70 de los campesinos , todo ese treinta porciento a un precio estipulado y luego se renegocia el otro 70 a otro precio, Al final el Esdato seueda con el 100 porciento de las producciones y le puede hacer fente a los PILLOS. Gracias profesor y nos alegra poder contar con sus criterios tan acertados en un asunto de tanta sensibilidad. gracias
Bueno bien… Y ahora que hacemos?
me gustó el artículo. también he presenciado conferencias de TRIANA, y también más de una vez luego al salir he escuchado a varios opinar a su favor pero sin atreverse a decirlo en público. esa es la sociedad en que estamos viviendo.
también en el análisis faltan agregar los camiones que se destinan a la atención diferenciada que reciben las familias de aquellos que dieron todo por la revolución. en cuba hay unos cuantos que no viven del salario; por eso pueden llenarse la boca para decir que no se puede subir el salario hasta que se aumente la producción.
La ayuda de la URSS no era fraternal,era una estrategia de la guerra fría,y mientras no se libere el mercado como en los paises capitalistas el problema no se resolvera,hay paises con sistemas sociales gratuitos y de mejor calidad que Cuba y el mercado agropecuario es independiente del estado y nunca falta la papa o el tomate.
lo que me resulta curioso es el tema que sabiendo donde esta la necesidad mayor (de tomates, por ejemplo, y de papas) y la posibilidad de regular la “oferta” dirigiendo la producción hacia el consumo de los cubanos llanos “de a pie”, el “estado”, esa denominación impersonal del poder “absoluto de los tomadores de decisiones endiosados, siga concertando contratos para procesar una producción que termina luego en procesos industriales (?) con tecnología de indios (innovadores) que desperdicia buena parte de lo cosechado por trabazones en la “cadena”, el tomate practicamente se madura todo al mismo tiempo….y no se venda al pueblo. en mi opinión, aqui hay un interés en mantener ocupadas las mentes en ese tipo de cosas de prioridad fisiologica pues asi no se ponen a pensar en que esta haciendo realmente el gobierno, si le quita el tomate a los consumidores, fresco, con vitaminas y nutrientes, para procesarlo y venderlo supercaro en una versión “cocinada”, realmente dejan mucho que desear los planificadores, esta historia es vieja.
…y lo otro que me llama la atención de este articulo, Triana!!, por Dios, si el petroleo esta por el piso, en Cuba las tendencias del mercado mundial llegan con cuantos meses de retraso, no m*mes!!!!
En una Mesa Redonda dijeron que la produccion de carne porcina tenía los mismos niveles de los años 80, cuando tenia otros precios, entonces… por qué sigue siendo tan cara la carne en los mercados?? Pillos?, mercado?, leyes? especuladores? que es??
Se habla de los precios ahora solo porque Raul Castro abordo el tema en Diciembre! Veo una doble moral en la política estatal de precios, artículos en las TRD dos y tres veces mas caros de su precio de importación y entonces los pillos son los intermediarios..
Si en el seno de la asamblea se aprobaron las tasas que se aplican en las cadenas de 2.4 en adelante hasta 8 veces el valor en los vehículos porque en el seno de la Asamblea se cuestiona la oportunidad de especular que le dieron a los intermediarios acaso no son tan especuladores los unos como los otros o existen patentes de corso para la pirateria es o no un robo igual.
Si el problema es de SALARIO que hacen retozando con la 17 que solo tiene 4 páginas y sustituye a la 9 que es un texto con todas las de la Ley, si aún no han terminado de escribir la regulación de la estimulación mejor no derogar la 9 en su totalidad y solo hacer mención a aquella parte de la 9 que se suprimía o derogaba. Si la Ley General de Salario 1965 existente en el país hoy se calculo 1 peso cubano es igual a 1 dolar para que seguir inventando el agua tibia y no regular el valor de la moneda a través del Sistema del Banco Nacional como se mueven todas las monedas en el MUNDO.
Por fin menos mal que personas como usted mantienen viva la dignidad del pensamiento aun cuando tiene que expresarse bajo artilugios para lograr el propósito de ilustrarnos a los simples mortales que aun creemos que Cuba se puede y se tiene que cambiar para bien de todos sin dar espacio a la migración como alternativa más política que económica atendiendo a la masividad con que ha sido acogida en los últimos tiempos. Mis respetos
excelente articulo, sin perdidas. Ayuda mucho a los que no estamos allá a entender el porque de las cosas.
Nada es perfecto. Es necesario que estas cosas se den a conocer; muchos de nosotros, pasamos varias esquinas, primero apoyando la Revolución Cuba, luego tratando de seguir su ejemplo, creyendo fielmente desde nuestra inocente juventud que cambiaríamos el destino de nuestras tierras, y porque no el mundo.
Decadas apoyando los cambios de Cuba, su sueño socialista, todo esto a pesar de nuestro fracaso, a pesar de los cientos de desaparecidos, de asesinados, torturados, caídos en combate. Creímos, defendímos. Seguiremos creyendo, defendiendo aquel sueño de todos.
La realidad, nos ha mostrado que las circunstancias son otras. Sí se ha avanzado; pero no, no se llegó al socialismo.
Lastimosamente, en Cuba, como en el resto del mundo hay corupción, amiguismos, y toda la lacra que la humanidad ha creado.
Pero como ahora en el tema producción, no diferencia a ningún otro país capitalista, ya se llamen progresistas.
A forma de ejemplo, Uruguay, país de ricas tierras, donde al tirar una semilla de tomate, crece sola.
La tierra hoy pertenece a empresas extranjeras, se alarda que Uruguay puede darle de comer al mundo.
No con este sistema, no con Monsanto y sus semillas, no sin reparto de tierras a los que producen. Así y todo, en ese país, una gran parte de la población no tiene acceso al tomate, ni verduras, en ese país que hay más ganado que habitantes, no comen carne la población pobre. Unos huesos para sopa y no todos los días.
Otro país que se caracterizó por su agricultura, es Argentina, la realidad hoy, es que ya no se produce, y lo producido está en manos de esa minoría dueña de Argentina, criolla y extranjera. Y hay Hambre, desnutridos, etc.
En Suecia, país donde vivo, la producción láctea está en manos de grandes empresas y los pequeños productores comenzaron a desaparecer a principios de los 90. Se produce carne, y se importa, carne vacuna, a precios cada vez más en aumento.
Si bien existe un arancel que defiende la producción sueca, está en manos de unos pocos dueños de Suecia.
Mires por donde lo mires, en todas partes, también en Cuba, es capitalismo lo que rige.
Por favor, defiendan la gratitud en la enseñanza, en la salud, en medicamentos gratis. Eso sí es Riqueza.
Ustedes no saben lo que se siente el tener un hijo muy enfermo, no tener ni para médico, medicamentos y sumen la pobreza y mala alimentación.
Las generaciones nuevas, ustedes los jóvenes, deben luchar por lo que no fue, por lo que no se hizo, que termine el amiguismo, la corruptela, que los viejos les den paso, el futuro es de ustedes. No se lo dejen robar.
Desde mi guarida nórdica, apoyo a los jóvenes, creo en ellos.
Crean que entiendo, y muy bien. Mucho de darse la mano con los yankis, mucho de restaurantes, de visitantes, todo planeado largamente, no planearon que la producción debía aumentar, y ser bien retribuída.
Aprendan de nuestros errores, que son muchos. Pero más aprendan que si realmente queremos cambios, tenemos que luchar contra aquellos que están en el poder, empobreciendo y mintiendo.
Ya no creo tenga oportunidad de volver a Cuba y cuando fui, no estuve en zonas turísticas, en casa de amigos y amigos de amigos, y viví lo real del pueblo. Amo Cuba, a su gente, me duele también, Me duele mucho, por ustedes y por los que ya no están y todo lo dieron.
Defiendan lo conquistado, costó mucho dolor y sangre, no lo olviden. Defiendan su derecho a vivir, a ser realidad los sueños.
Hasta siempre
Muy buen analisis como acostumbra Triana. A mi juicio hay que introducir un aspecto clave y central y se trata del modelo economico vigente en la economia cubana donde las decisiones administrativas llenas de verdaderas buenas intenciones estan por encima, y desconocen, la irremediable accion de las leyes economicas que estan presentes y seguiran jugandonos una mala pasada. No se trata de adoptar medidas neoliberales sino que el peso de la planificacion haga mas enfasis en los aspectos globales como politica impositiva, financiera, exterior y no tratemos de fijar topar el precio del pobre tomate tan vapuleado y sabroso
Triana, hace un anális bastante integral, como siempre.
Me gustaría añadir un par de viandas al ajiaco. Las idas y venidas (tropezones como le lama Triana) siempre tienen un costo, en el caso cubano, basado en mi experiencia, ha sido la falta de confianza de los productores, comercializadores y otros involucrados que les permita ajustar su negocio a unas condiciones conocidas y legales, para obtener sus resultados. Esto esto ha llevado a que muchos productores tengan que ser muy conservadores con sus producciones y vias de comercialización, y por otro lado los comercializadores han tratado de exprimir las potencialidades de su negocio (con los precios) mientras dure la oportunidad.
Finalmente está el tema del ¨control¨. Todo mecanismo de control tiene un costo y no solo en dinero. En estos casos la escasa claridad de la legislación y el exceso de controladores, ha provocado un enorme costo en sobornos y desconfianza (puntos de contro, inspectores de precios, de comercio, de tarimas y otra larga lista) cuyo riesgo lo traspasan los comercializadores en los precios a los clientes (aunque no hayan tenido que pagarlos, el riesgo está ahí y lo cobran) Recientemente viajava con un transportista de alimentos y supe del nuevo artículo 5.20 (El costo de una Havana Club añejo blanco) que habitualmente le ¨aplican¨.
Por fin veo un artículo sobre la problematica de los productos agricolas que no se refiera de forma simplista a los precios y la oferta y demanda. No tengo objeción ni discrepancia alguna con su artículo pero quiero añadirle unos comentarios que hace poco le hice al respecto a un periodista: El limitado acceso de la mayoría de la población a los productos agrícolas no radica en los altos precios, radica en el bajo salario.
Nuestra economía es abierta. Compramos en el mercado mundial la mayoría de las cosas que necesitamos. Incluso, para producir aquí, necesitamos comprar materias primas, insumos, etc. Todo eso a los precios de ese mercado mundial. Entonces, los precios de venta de la red minorista, sea en cuc o en mn, tienen que estar de acuerdo con esos precios del mercado mundial. Puede haber problemas con los márgenes de ganancia que se apliquen, pero no creo que ese sea el principal problema. El problema es que nosotros, por razones muy justificadas, según mi criterio, no cumplimos o no podemos cumplir con lo establecido por la Ley del Valor, que es que el trabajador recibe, como valor de su Fuerza de Trabajo, el equivalente (Salario) al valor de las mercancías que el necesita adquirir para reponer ese valor y volver a trabajar. Actualmente en Cuba, un trabajador medio necesita recibir no menos de 400 cuc (12,000 mn) mensualmente para poder adquirir lo que necesita para sobrevivir y continuar trabajando, porque eso que necesita adquirir no solamente tiene ese precio, sino que VALE eso o al menos está muy cerca el precio del valor. Y no hablo de que pueda vacacionar, que abra una cuenta de ahorros, que se tome dos cervezas el fin de semana, que compre gasolina para su carro, que pinte su casa, que amplíe un cuarto y otras muchas necesidades que no son comer.
Quizás en la cadena de tiendas en divisas se puedan bajar algunos precios (sin subsidiar) y entonces el campesino que produce malangas necesite obtener menos renta por sus producciones y venda más barato y lo mismo le sucederá al que cría cerdos, al cuentapropista (Que no sé cuándo vamos a dejar de utilizar ese término inventado por nosotros para no decir “trabajador privado” porque parece que le tenemos miedo a ese nombre. Personalmente me siento ridículo cuando trato de explicarle esto a alguien que no es cubano).
La teoría de que los precios bajan cuando se aumenta la producción parte de la Ley de Oferta y Demanda. Pero esa demanda es “demanda solvente” o sea, demanda que tiene respaldo monetario y en Cuba la demanda solvente es muy baja por lo bajo que son los salarios. En todo caso en Cuba podemos hablar ahora de Oferta y Necesidad. Si usted se propone incrementar la producción en las empresas estatales para vender a precios bajos y competir con los privados o las cooperativas, entonces tiene que pagarle a sus obreros bajos salarios o subsidiar esa producción. Disculpe que atropelle tantas ideas, no hay espacio ni tiempo para una exposición mas “académica”, solo he querido enunciar algunas ideas. De cualquier forma sí creo que el nudo de este problema, al final, pasa por incrementar la producción de riquezas porque estamos empantanados en financiar todo el bienestar social que hemos creado (salud, educación, seguridad social) con una pobre economía y no podemos retroceder en ese sentido, hay que generar más riquezas para mantener todos esos logros y para vivir mejor aún. El problema de los precios, en esa batallan no es un fin, sino un medio
Dejen de leer el granma con sus noticias triunfalistas acerca de la agricultura.
De 30 minutos de supuestas noticias, 25 de estos se emplean en anunciar sobrecumplimientos fantasmas que por tal no se ven en la mesa.
Salgan de las oficinas, manchense los zapatos de fango, escuchen a la gente a los que el amanecer los agarra en el surco.
Muchos dirigentes del PCC a nivel nacional culpa a los campesinos de la baja productividad, es un insulto a la laboriosidad del campesinado cubano y como Pilatos, una forma bochornosa de lavarse la desidia con que se trata a los potenciales productores de alimentos.
Tengo amigos de la infancia que crecieron en el campo y se han hecho viejos produciendo rastrojos en tierras riquisimas que de ser bien atendidas producirian mucho mas ; no lo hacen pues las asignaciones de combustibles y fertilizantes son ridiculas e irresponsables.
Los campesinos, en todo el pais, para poder producir lo magro que logran, tienen que comprar todos sus insumos a precios de vertigo en el mercado negro.
A los dirigentes del gobierno una sugerencia, menos reuniones municipales, provinciales, nacionales, menos delegados a Venezuela, Bolivia o Nicaragua a esas comisiones de integracion que nunca producen nada a no ser gastos inmensos de los dineros del pais.
Cambien las guayaberas por ropa de trabajo y sus mocasines brillantes por botas , vayanse a los campos del pais y escuchen a los guajiros y de paso los ayudan aunque sea un Domingo cada mes a desmontar marabu.
Lo único con este artículo es que no ataca el meollo del asunto a mi entender: no se está produciendo lo que se debe y no se está haciendo porque al campesino lo tienen maniatado y todo el mundo toma decisiones sobre su producción menos él. Cuando el campesino tenga un mercado mayorista donde adquirir sus insumos y pague por ellos el precio real (y por mercado mayorista me refiero a uno de verdad donde el campesino si no le gustan los precios del estado pues se valla a Méjico a comprar allí esos insumos , que pueda pedir préstamos para eso , los aranceles de entrada de esos insumos sean razonables aunque yo soy partidario de que sean 0 o sea un mercado de verdad sin márgenes del 300% para todo) , cuando pueda decidir que sembrar y cuanto, cuando pueda llevar su cosecha con el precio que se le antoje al mercado que se le antoje y puedan hacer lo mismo todos los agentes económicos , en fin cuando la ley de oferta y demanda pueda actuar será entonces que habrá más producción y bajarán los precios. Si en un principio los precios se dispararan pero bien rápido se nivelaran , si van a subsidiar la producción agrícola háganlo bien al estilo de Europa si no dejen de intervenir al campesino obligándolo a producir lo que la anap considere y acopio decida comprar al precio que acopio decida , desaparezcan acopio y dejen que los mercados se generen espontáneamente que el que tenga el transporte y los medios se vuelva intermediario y el productor se especialice en producir esa es la única manera de avanzar si siguen diciéndole al campesino donde y a cuanto puede vender estamos fritos.
Bueno Todo el mundo Día, soy Jean Speer por su nombre y vivo en el Estado Unidos de América, me gustaría hablar de la bondad de Dios en mi vida, después de tantos meses de tratar de obtener un préstamo en el Internet y fue sido estafado, así que desesperé en obtener un préstamo de un prestamista de fiar en línea, entonces vi un comentario de un amigo que se llama John William y él hablaba de esta compañía de préstamos de fiar, donde obtuvo su préstamo rápido y fácil sin ningún tipo de estrés por lo que me presentó a una mujer llamó a la señora Carol Suárez que controle una empresa llamada Protiviti financiaciones, por lo que solicitó una suma de préstamo de ($ 89,000.00USD) con baja tasa de interés del 3%, por lo que el préstamo fue aprobado y depositado en mi cuenta bancaria así fue como yo era capaz para obtener mi préstamo para mantener mi negocio en funcionamiento roto y también para pagar mis cuentas, así que estoy aconsejando cada uno de ustedes que esté interesado en obtener un préstamo rápido y fácil de ponerse en contacto con amablemente vía e-mail: protivitiservice@hotmail.com cualquier tipo de préstamo que necesita hoy en día. Gracias…