Cuba vivió este sábado otra noche funesta de apagones y los pronósticos de este domingo apuntan también a una elevada afectación por déficit de combustible y roturas en las termoeléctricas.
Aunque el pronóstico de máxima afectación para la jornada sabatina era de 1140 MW en el horario pico —una cifra ya de por sí considerablemente alta—, esta resultó en la práctica mucho mayor: 1487 MW.
Ello se debió, además de los problemas ya existentes, a la “salida por emergencia” de la unidad 1 de la central termoeléctrica (CTE) de Santa Cruz, la salida de línea de la Planta de Energás Jaruco por “condiciones climatológicas” y la “limitación de carga” de la unidad 3 de la CTE de Cienfuegos.
Esto último se debió a “acciones correctivas”, según informó Lázaro Guerra Hernández, Director General de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas.
El propio especialista apuntó igualmente que “la logística de suministro de combustibles incidió en los motores de la Central Flotante de La Habana, limitando su generación”.
Con este escenario, los apagones se mantuvieron durante todo el día y la última madrugada, y a las 7:00 AM de este domingo ya existía una afectación de 750 MW que debía aumentar hasta los 950 MW en el horario del mediodía, según el pronóstico de la Unión Eléctrica (UNE).
Ya para la noche la máxima afectación prevista es de 1115 MW, pero para ello es necesario la “recuperación de 50 MW en motores de la generación distribuida que están fuera por combustible, la entrada de 180 MW en motores en la Patana de Melones y Regla, la unidad 1 de la CTE Santa Cruz del Norte con 80 MW y la entrada de la Unidad 5 de la CTE Nuevitas con 65 MW”.
Este domingo en la mañana presentaban averías las unidades 5 y 8 de Mariel, la unidad 1 de la CTE de Santa Cruz (en proceso de arranque), la unidad 5 de la CTE de Nuevitas y la unidad 2 de la CTE de Felton, en tanto en mantenimiento seguían la unidad 2 de la CTE de Santa Cruz y la unidad 5 de la CTE de Renté.
Además, 45 centrales de generación distribuida se encuentran fuera de servicio por falta combustible, igual situación que la Patana de Santiago de Cuba y motores en las Patana de Melones y Regla. Ello supone un total de 485 MW afectados por este motivo.
Cuba padece desde hace varios años de una crónica crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
El Gobierno cubano ha rentado en los últimos años varias centrales eléctricas flotantes para atenuar la falta de capacidad de generación, una solución rápida, pero costosa, contaminante y que no resuelve el problema estructural del envejecido sistema energético de la isla.
Los frecuentes apagones de 10 y más horas dañan la economía cubana —que en 2023 se contrajo un 1,9 %, según datos oficiales— e impulsan el descontento social en una sociedad ya gravemente afectada por una severa crisis desde hace varios años.
Días atrás, Vicente de la O Levy, titular del Ministerio de Energía y Minas, aseguró que en 2025 debe apreciarse “un cambio sustancial” en la actual situación electroenergética del país, al tiempo que reconoció que es necesario recorrer un largo camino para lograr estabilizar la generación.
Oiga
Y en Ecuador que están haciendo para pasear la crisis energética que presentan. Si ellos quieren le podemos mandar especialistas en alternativas ante los apagones.
Hablemos de eso cuando tenga un chance que al final ya sabemos que aquí nunca hay corriente por la ineptitud de alguien que no decidió reparar en tiempo las termoeléctricas y ahora ninguna sirve.