El Gobierno cubano ha apostado por la construcción de más de 90 parques fotovoltaicos a lo largo de todo el territorio nacional como punta de lanza de la estrategia que persigue una solución definitiva a la prolongada y aguda crisis del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), desde hace mucho incapaz de satisfacer la demanda.
En la primera parte de una entrevista concedida al diario Granma, el titular del Ministerio de Energía y Minas, Vicente de La O Levy, reconoció que el principal propósito es reducir la dependencia del uso de combustibles fósiles, a la vez que se recupera la producción de crudo nacional, mientras “se cuentan con las condiciones para incrementar la capacidad de generación”.
Seguiremos inaugurando parques fotovoltaicos, sumando MW a nuestro sistema eléctrico.
Los cubanos sabemos vencer las dificultades. Avanzamos por el camino de la soberanía energética,#UnidosXCuba pic.twitter.com/x0gZUP069y— Vicente de la O Levy (@VicentedelaO2) March 21, 2025
El funcionario repasó las circunstancias que han llevado a la actual situación. Entre ellas destaca la notable contracción de la producción de combustible, al punto de que no alcanzaría para garantizar toda la generación, en el caso de que estuviesen en funcionamiento todas las termoeléctricas.
Sobre las causas de este problema, refirió que son muy parecidas a las que han afectado la generación a partir de las termoeléctricas: “deterioro, falta de recursos, de piezas de repuesto”.
“Perforar un pozo es una inversión, pero mantener después ese pozo lleva recursos, que hay que ponerle todos los días, y la carencia nos obligó a ir cerrando pozos, cerrando y cerrando, porque no teníamos los insumos para mantener activos esos pozos”, explicó el ministro.
A su vez, mencionó que para el traslado de combustible se requiere la utilización de transporte terrestre, una vía que también requiere la asignación de recursos y financiamiento fuera de alcance en estos momentos.
Crudo cubano: salvación de alto costo
El estado actual de las termoeléctricas también es el costo de una decisión salvadora en su momento, pero que hoy constituye un lastre por los problemas que ha generado durante las últimas décadas.
“Las termoeléctricas cubanas, por diseño, consumían un fuel de excelente calidad que venía de la antigua Unión Soviética, mayoritariamente. En esas condiciones, la vida entre mantenimientos era mucho más larga. Y al desaparecer la Unión Soviética dejamos de tener, de la noche a la mañana, todos los combustibles, que llegaron a ser 12 millones de toneladas”, explicó de La O Levy.
Ante esa situación, se adecuaron las plantas para la asimilación del crudo nacional, con un alto contenido de azufre y vanadio, lo que acortó la vida útil de esas infraestructuras, todas con más de 25 años de explotación sin los mantenimientos requeridos.
“Ahora, solo para mantenimiento de la generación, si el sistema eléctrico estuviera funcionando bien, todos los años habría que ponerle entre 250 y 350 millones de dólares. Un año que le dejes de poner esos recursos, no se recupera; y no ha sido solo un año. Esa es la factura que estamos pagando. No ha sido posible, el país no ha tenido los ingresos suficientes, por las limitaciones que conocemos”, aseveró.
Cálculos frente a una renta insostenible
El ministro resaltó que la generación de electricidad constituye la mayor factura petrolera del país, pues en ello se consume más de la mitad de todo el combustible que se utiliza en el país. “Más que los alimentos, más que los medicamentos, más que todo. Y del combustible importado para sostener la economía completa, la generación de electricidad es el mayor consumidor”, ilustró.
Apuntó que la estrategia aprobada, luego de ser analizada y discutida con los especialistas e investigadores, se trazó a partir de la conclusión de que es imprescindible conseguir la independencia de la importación de combustibles.
Reconoció que hubo resistencia de algunos directivos al plan inicial de impulsar la generación de 1000 megawatts (MW) a partir de la energía solar, debido a que sería un proceso inversionista demasiado fuerte en medio de una situación marcada por la escasez de recursos.
Gobierno cubano insiste en la generación fotovoltaica ante a la crisis energética
Sin embargo, se defendió la teoría de que se trataba de la inversión menos costosa, más rápida de ejecutar y con la posibilidad de implementarse en todo el país, una ventaja que según los cálculos permite aprovechar la luz solar en un lugar, mientras que en otro no exista esa condición natural.
“La distancia promedio diseñada entre parques es de apenas ocho kilómetros. Puede haber sombra en la zona de un parque, y en el otro, a ocho kilómetros, no tiene por qué haber la misma sombra… Es un diseño de distribución que también ayuda a la regulación del voltaje, desde el Despacho Nacional de Carga, y mediante un sistema que también está naciendo con la instalación”, argumentó el ministro.
Acumulación de energía: una tarea pendiente
Las capacidades que se irán instalando en todo el territorio, a simple vista, invitan a pensar en la posibilidad de disminuir notablemente los apagones en el país, que martirizan a toda hora, y principalmente en el horario de máxima demanda, que coincide con la tarde y la noche.
Pero, aunque el diseño de los parques está concebido para incorporar un nivel de acumulación de energía, en parte para garantizar la estabilidad del SEN, no es posible de momento implementar esa posibilidad para servir energía en horarios sin luz solar.
En la terminal portuaria multipropósito de #SantiagoDeCuba, el parque solar de Contramaestra y la CTE Renté, veo resultados de la cooperación China-Cuba. #China va a seguir contribuyendo al cambio de matriz energética y al desarrollo socioeconómico de #Cuba. pic.twitter.com/OXVAOS8Skv
— Hua Xin 华昕 (@EmbHuaXin) March 22, 2025
“Hay conceptos de acumulación de energía para la estabilidad, y hay conceptos de acumulación de energía para entregar al sistema. Ya están en Cuba los primeros contenedores de acumulación, pero todavía no tienen la batería dentro”, precisó de La O Levy.
De acuerdo con su explicación, hay condiciones creadas, pero se espera un momento más propicio para la instalación de las baterías, pues estas no deben estar sin cargarse un tiempo determinado.
Matemática inexacta
Las expectativas en torno a la construcción de los parques fotovoltaicos no han sido pocas, pues la capacidad de generar hasta 1000 MW en un primer momento apunta a la posibilidad de reducir significativamente el alto promedio del déficit experimentado en los últimos tiempos.
En ese sentido, el funcionario recalcó que no se trata de sacar cuentas exactas, pues además de la capacidad instalada para generar a partir de la luz solar, hay que tener en cuenta la disponibilidad de combustible para servir electricidad desde la generación térmica y distribuida.
Como ejemplo, puso la más reciente desconexión del SEN de la CTE de Felton, que generó un déficit que pudo ser cubierto por la disponibilidad de combustible para mantener la generación distribuida.
China y Rusia confirman respaldo al Sistema Eléctrico, con los apagones sin dar tregua en Cuba
“Se cubriría el déficit, manteniendo esta capacidad tecnológica de alta, comprando combustible, con las plantas de generación distribuida, funcionando todas, y sumando lo de los parques”, expuso.
“Lo cierto es que, cuando pongamos 1000 MW de energía renovable, estaremos ahorrando combustible, que es combustible que podremos tirar para la generación en la noche”, sentenció el ministro.