A pesar de la sostenida inversión gubernamental en el sector turístico, la ocupación hotelera sigue en retroceso en Cuba en sintonía con la caída de visitantes.
De acuerdo con datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), la tasa de ocupación del turismo internacional entre enero y junio se situó apenas en el 21,5 %, inferior al 28,4 % reportado en igual período de 2024 y al 24,1 % del primer trimestre de este año.
Se trata de una cifra “bajísima”, en opinión del economista Pedro Monreal, quien apuntó que ello representa “miles de millones de dólares mal invertidos”.
Se ha publicado la estadística oficial sobre indicadores seleccionados del turismo internacional en Cuba del primer semestre, con caídas notables en 4 indicadores cruciales. Destaca la bajísima tasa de ocupación de 21,5%. Miles de millones de dólares mal invertidos pic.twitter.com/un1e9VFthu
— Pedro Monreal (@pmmonreal) August 24, 2025
Monreal, por demás, llamó la atención sobre las caídas “notables” en los cuatro indicadores registrados por la publicación oficial.
Al ya referido declive en la tasa de ocupación se une el del número de visitantes, que se situó por debajo del millón en el primer semestre (981 856), en contraste con los 1 309 655 turistas que llegaron a Cuba entre enero y junio de 2024.
Mientras, las pernoctaciones cayeron en más de dos millones con respecto al mismo período del año pasado —de 7 945 880 disminuyeron a 5 734 676— y los ingresos en entidades turísticas retrocedieron poco más de un 20 %, desde 70 817 805,6 hasta 56 244 938,5 pesos.
Estos datos oficiales salen a la luz en un contexto muy difícil para el sector turístico cubano, considerado durante años el motor económico del país, el cual atraviesa un importante declive desde la pandemia, asociado a la grave crisis económica y energética que sufre el país, el recorte de rutas aéreas y las sanciones estadounidenses.
Tras recibir solo 2,4 millones de visitantes en 2023 y 2,2 millones en 2024, el objetivo gubernamental para este año es de 2,6 millones.
Sin embargo, la dinámica negativa en que se encuentra el sector hace prácticamente inviable ese propósito y dificulta también el poder igualar al menos los ya bajos registros del año pasado.
A pesar de los malos resultados, el Gobierno insiste en la reanimación del turismo y no detiene la inversión en el sector hotelero, inmobiliario y otras actividades asociadas, que en 2024 demandaron un monto millonario y acapararon más del 35 % de la inversión general en el país.
Al informarse ese dato, meses atrás, Monreal cuestionó de que sea la industria del ocio la que concentre la mayor parte de los escasos recursos disponibles, a pesar de la baja ocupación hotelera —que cerró el 2024 en apenas un 23 %— y en detrimento de actividades económicas como el sector agropecuario y la industria manufacturera, y de sectores de mayor repercusión social como la salud y la educación.
Para el analista, esta situación devela la “crónica deformación inversionista nacional” llevada adelante por el Gobierno, la cual, a su juicio, contradice el discurso oficial sobre la “corrección de distorsiones” a una economía que padece una prolongada y profunda crisis.