Durante dos décadas Sarah Saunders ha mantenido un vínculo especial con Cuba, asentado en su gusto por uno de los productos icónicos de la Isla: el tabaco.
En 2012, esta chef británica fundó el Women’s International Cigar Club (WiCC) para ofrecer una perspectiva diferente dentro de un circuito tradicionalmente masculino.
“Para mí, fumar tabacos es ante todo un placer –dice a OnCuba–, y me interesa que las mujeres tengan la oportunidad de disfrutar de ese placer y también de ir más allá, de descubrir la industria del tabaco. Por eso fundé el club.”
Hasta el momento su idea marcha sobre ruedas. El club cuenta ya con una membresía de alrededor de 500 personas y aspira a continuar creciendo. En sus casi seis años ha estado presente en eventos en el Reino Unido, Cuba, Italia, Croacia, y tiene otros en su agenda para los próximos meses.
Semanas atrás, Sarah festejó el quinto aniversario del club en el XX Festival del Habano. Como es de imaginar, las mujeres fueron mayoría en la celebración.
“En los Festivales del Habano la mayor parte de los participantes oficiales son hombres, pero conozco a muchas mujeres vinculadas a la fabricación y el consumo del tabaco. Hay mujeres involucradas en este mundo tanto en Cuba como fuera de Cuba, solo necesitan más visibilidad, conocerse más entre sí. Nuestros encuentros ayudan a que eso ocurra”, asegura.
Sin embargo, ni el club ni sus eventos resultan excluyentes: no mantienen sus puertas cerradas a los hombres ni se concentran únicamente en el ritual de fumar.
“Es cierto que en muchos países no es usual ver mujeres fumando tabacos, pero hacerlo no tiene que ver solo con el acto de fumar en sí –afirma Sarah–. Es una oportunidad de reunir personas, de que experimenten la música, la comida, el arte. No se trata solo de los tabacos: para mí los tabacos son un vehículo para incluir a más personas en el conocimiento de la cultura.”
Con la intención de seguir rompiendo esquemas, la fundadora de WiCC imaginó una celebración diferente. Junto a la curadora cubana Sachie Hernández organizó una degustación –de platos, de obras de arte, de tabacos artesanales y de no de marca– en Arsenal Habana, el estudio de la artista Sandra Pérez en un antiguo edificio de la Habana Vieja.
Allí, entre la música en vivo, cocteles típicos de Cuba, creaciones culinarias de la propia Sarah y –por supuesto– buenos tabacos, los participantes pudieron apreciar la obra de jóvenes artistas cubanas.
“Me interesa que las personas fumen tabacos en Cuba como parte de una experiencia más completa, que a través del tabaco puedan conocer cómo es la Cuba real”, dice la chef británica.
“Esta unión de artistas jóvenes con las mujeres fumadoras es algo totalmente diferente a lo que suele hacerse durante el Festival del Habano. El Festival se concentra en lo comercial, en las ventas, en las marcas, pero el mundo del tabaco es mucho más que eso, y me gusta que la gente disfrute y descubra cosas nuevas”, agrega.
En Arsenal Habana
En Cárdenas 51, esquina Corrales, está Arsenal Habana. Su historia, cuenta Sachie Hernández, es muy reciente. Su génesis fue un proyecto colectivo organizado para la Bienal de La Habana de 2015, que intervino el inmueble e interactuó con los vecinos, pero no fue hasta dos años después que cristalizó en lo que hoy es: un espacio de arte “abierto totalmente para el barrio”.
Aunque el estudio pertenece a Sandra Pérez, su intención es ser también una plataforma para otros artistas. Por eso, en varias de sus salas –o mejor sería decir habitaciones– se muestran obras de Ernesto García Sánchez y en otras, en un segundo piso, han estado expuestas este mes de marzo las creaciones de las artistas participantes en el evento de WiCC.
“Sara quería organizar el evento en un contexto de arte, de cultura –comenta Sachie a OnCuba–, para demostrar que La Habana es mucho más que la visión estereotipada del tabaco y el ron. Por eso nos pareció bien establecer una conexión con artistas que tienen un trabajo muy interesante, para que las mujeres fumadoras celebraran su aniversario en contacto con un arte cubano de calidad, que no hace concesiones comerciales, y que por demás está hecho por mujeres.
“Al hacerlo, también pretendimos dar visibilidad a estas artistas, jóvenes graduadas del Instituto Superior de Arte cuya obra habla del valor de la educación artística cubana y del empoderamiento femenino, en un espacio muy habanero, muy cubano.”
Sachie convocó a creadoras como Dania González, Arianna Contino, Adislen Reyes y la propia Sandra Pérez, quienes defienden un arte “más conceptual que formal”. La muestra se organizó en un espacio de Arsenal Habana todavía no terminado pero que se alistó para el Festival del Habano.
Mari Claudia García, otra de las artistas convocadas, piensa que la combinación que propuso el festejo del WiCC –con la muestra incluida– resultó sintomático, renovador.
“Creo que la mezcla de artistas con mujeres que fuman tabaco rompe con los estereotipos de lo que socialmente se asume que debe ser una mujer porque ya estamos en el siglo XXI”, dice a OnCuba.
Mari Claudia celebra también la posibilidad de mostrar su obra en conjunto con otras creadoras cubanas y el poder hacerlo en “un espacio no convencional que mantiene una naturalidad alejada de la forma tradicional de cubo blanco de las galerías”.
En Arsenal Habana, la joven artista exhibió “Saturno devorando a su hijo”, una obra mostrada con anterioridad en la Galería La Acacia, que juega desde su título con la mitología grecolatina y nace de una investigación sobre la revista de corte político-social Pensamiento Crítico, creada en Cuba en 1967 y cerrada en 1971.
“Me llamó la atención cómo una creación del propio sistema podía convertirse en algún punto en un elemento conflictivo para este y ser devorada, omitida; de ahí el título”, explica la artista sobre su obra.
“Lo que hice fue destruir todos los textos de la portada, del título de la revista, y luego restaurarlos como mismo se restaura el papel, con un método de restauración que reintegra con pulpa el papel y luego restituyendo el color. Es un detalle que muchos espectadores no perciben, porque la restauración quedó bastante genuina pero es la idea: tratar de romper pero luego rescatar ese valor que a nivel simbólico tiene que ver con el título”.
Como Sachie y Mari Claudia, Sarah Saunders se siente muy satisfecha con lo exhibido en Arsenal Habana.
“Estoy orgullosa de lo que hicimos y de poder apoyar a estas mujeres artistas, que son un gran ejemplo de la inteligencia colectiva de las mujeres jóvenes”, afirma.
“Esta es mi primera exposición pero seguramente no será la última. Me he sentido como en mi casa y me gustaría tener la oportunidad de organizar más eventos de este tipo, con más mujeres artistas, y poder ayudar a las jóvenes a tener mejores oportunidades.”
Se les van ha poner los dientes como conejos de feria, amarillos.
hace mucho daño…perooo se hace mucho dinero con el……cosas de la vida..