El gobierno cubano sorprendió decretando un significativo aumento de salarios a la mitad de los trabajadores del sector estatal. Anticipando los efectos inflacionarios de tal decisión, decretó además la fijación de topes de precios, incluyendo mercados que supuestamente debían operar bajo la lógica de la oferta y la demanda.
Ambas decisiones han sido bien recibidas por gran parte de la población, la cual percibe que ello puede finalmente representar una mejora en el poder adquisitivo de sus ingresos. Ciertamente, los funcionarios y los profesionales responsables de diseñar y ejecutar las políticas públicas y hacer que funcionen los servicios públicos (educación, salud, seguridad, asistencia social, cultura, deporte, vivienda y defensa) habían quedado relegados y no formaban parte de los “ganadores” en el proceso de reformas. La brecha de sus ingresos promedios se había ampliado hasta diez veces menos que los ingresos promedios percibidos en el sector privado y cooperativo.
Tal desigualdad constituye una de las fuentes de resistencia a los cambios. Justamente los profesionales que deben poner en marcha las transformaciones se ven como “perdedores relativos” en el proceso de reformas. En repetidas ocasiones el propio gobierno llamó la atención a la burocracia de estar frenando los cambios. La migración hacia el sector privado o hacia el exterior viene descapitalizando el sector público dejándolo con una fuerza de trabajo desmotivada y que veía irse cada día profesionales de experiencia y con altos niveles de educación. La Contraloría de la República desde su creación no ha dejado de identificar una proliferación de hechos de corrupción en el sector público (aunque todavía muy distante de las prácticas en el resto de América Latina). En las repetidas visitas a las provincias y en el último Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), el reclamo principal que recibió el presidente Díaz-Canel fue justamente el aumento del nivel salarial.
El aumento de salarios responde a todas estas presiones y busca subsanar las desigualdades de ingresos que se convierten en un obstáculo a los cambios. La popularidad del presidente, por el momento, se ha disparado.
Las consecuencias inflacionarias de las medidas y las preocupaciones sobre la manera en que se podrá financiar el aumento del gasto fiscal se presentan de forma triunfalista en los medios oficiales. Mientras que en las redes sociales y en los medios de prensa no oficiales, de forma casi unánime, los economistas cubanos han manifestado las preocupaciones y el desacuerdo sobre este aumento salarial sin respaldo productivo y financiero, y destacan el impacto negativo que progresivamente los topes de precios van a tener sobre el funcionamiento de los mercados.
El consenso de los economistas resalta cómo los topes de precios, al afectar el funcionamiento de los mercados y emitir señales preocupantes al sector privado y cooperativo, desincentivan las inversiones y las respuestas productivas que se necesitan para expandir la disponibilidad de bienes y servicios de consumo, para adaptar la oferta a la demanda, y poder controlar la inflación sin tener que recurrir a mecanismos administrativos que tantas veces han probado su ineficiencia.
Hay sobre todo dos hipótesis que se pueden plantear para explicar por qué el gobierno decide ahora avanzar con estas acciones, a pesar de que el déficit fiscal ya estaba en valores límites, y a pesar de que en estos momentos su capacidad financiera es reducida y poco puede hacer para impulsar una mayor oferta de bienes de consumo e importaciones que contrarreste la expansión de la demanda.
Una es simplemente que el gobierno sucumbió a las tensiones distributivas, que de verdad piensa que puede controlar la inflación con los topes de precio, y que está mal asesorado en cuanto al funcionamiento de los mercados y la lógica de los equilibrios macroeconómicos. Se busca recabar apoyo político en el corto plazo sin tener mucha claridad en los impactos económicos de segundo orden.
La otra hipótesis plantea que esta es solo una primera acción de un paquete de medidas estructurales que próximamente se pondrán en marcha. Esta es justamente la principal defensa que el propio gobierno ha expresado en los medios oficiales, que viene un paquete de 22 medidas a continuación del aumento salarial. Aunque no hay total claridad sobre la mayoría de las medidas, hay quienes piensan que este es el preludio de la unificación monetaria.
Si fuera el caso, no se entiende bien la secuencia de las acciones, por qué empezar por un aumento de salarios y tener que recurrir a un dañino tope de precios. La segunda hipótesis le haría bien a la economía solo bajo la premisa que de que el equipo económico del gobierno reconoce los verdaderos factores que determinan los bajos salarios en el sector estatal, y valora el papel que debe tener la pequeña y mediana empresa en la salida del estancamiento/recesión de la economía y en la reforma monetaria.
A estas alturas, solo parece posible sostener un aumento de los ingresos en el sector estatal mediante una reforma monetaria estructural que saque de juego a la proporción de empresas estatales ineficientes que no se han querido cerrar o fusionar y se mantienen subsidiadas con una tasa de cambio sobrevaluada. Mantener a flote tales empresas improductivas es lo que desgasta las finanzas del estado, es el factor que deprime la productividad media en el sector estatal y determina los bajos salarios.
Solo con una reestructuración a fondo del sector empresarial estatal se podrían liberar recursos fiscales para aumentar los salarios sin generar inflación. Esta acción debería acompañarse de una mayor liberalización del sector privado y cooperativo que pueda compensar la destrucción de empleos estatales.
Pero puede ser que el gobierno aplique efectivamente las 22 medidas, pero que estas se queden en el margen, que vayan a repetir recetas que ya fracasaron en el pasado, que no vayan a la raíz de los problemas, sino que nuevamente intenten organizar de forma diferente el mismo predominio y monopolio del sector estatal.
En suma, si el gobierno no pone en marcha reformas que garanticen una respuesta positiva de la oferta productiva y la reestructuración de las empresas estatales improductivas, se cumplirán las predicciones inflacionarias de los economistas y será poca o nula la reducción de las tensiones distributivas.
Los trabajadores del sector público podrían ver cómo el aumento del salario nominal se lo come poco a poco la inflación. Los negocios que se inserten y aprovechen el aumento de precios en los mercados informales, y los que mejor logren burlar los controles administrativos, serán los ganadores del aumento salarial. La economía terminaría con igual o más desigualdad de ingresos, con más inestabilidad monetaria, con más informalidad, y con unos profesionales del sector público que seguirán ganando poco de las reformas, más enfadados y frustrados por la escasez y los impactos de la inflación.
Un excelente artículo, parece haber un consenso entre los economistas, que el tope de precios es una medida dentro de una madeja de opciones, pero si no viene acompañada de otras medidas que se anuncia, pero no se sabe cuáles son, el efecto será más dañino que ese aumento de salarios. Empezarán las escaseces y la falta de motivación entre el sector privado. No ha pensado el estado bajar los precios de su mercado en divisas?. Porque el privado se le congela sus precios y el estado sin congelarse tiene precios súper altos en sus mercados. No veo coherencia en los discursos oficiales.
Bueno primero el articulo de Pavel Vidal y despues un comentario de Everleny, en fin de lo mejor y mas avanzado del pensamiento economico en Cuba y America ,y sin embargo los dos son ignorados por el gobierno.
Lo he dicho otras veces estas son medidas populistas que nada tienen que ver con el rumbo del pais, solo buscan ganar tiempo y despues ya veremos ,ponemos mas parches.
Solo cambiando la esencia politica y economica en el pais se lograra algo , lo otro es mas de lo mismo y el cubano de a pie lo sabe.
Por el momento el mercado cubano se encuentra bien abastecido y todo está en que se sostenga así a partir de los aumentos salariales. Si pasa esa prueba y no se produce un desabastecimiento, la reforma salarial habrá cumplido su cometido y no será necesario caer en la inflación. La ley de empresas ya está en camino así como otras medidas complementarias y ello debe completar esta medida. El mercado dirá la última palabra y creo que las TRD pueden asimilar fácilmente los aumentos salariales y pronto los del sector presupuestado, a los que le subieron los honorarios, se darán cuenta que le seguirá faltando el dinero sin sombra de inflación.
No comparto los temores del autor de que “los topes de precios, al afectar el funcionamiento de los mercados y emitir señales preocupantes al sector privado y cooperativo, desincentivan las inversiones y las respuestas productivas que se necesitan para expandir la disponibilidad de bienes y servicios de consumo, para adaptar la oferta a la demanda”. Nada de esto debe preocupar a los privados, las TRD y las cooperativas al punto que señala el autor, la razón es que el techo de precios que han impuesto ya es demasiado alto y si lo suben más perderán la oportunidad de ganar más clientes y salir del círculo cerrado en el que se encuentran. Más clientes, más producción y más consumo es la vía para que obtengan ganancias y salir adelante. Vendrán además las medidas económicas pendientes que van a complementar los ascensos salariales.
Es desgarrante que se hagan análisis tan a la ligera, cuando nuestro pueblo esta tan contento con este aumento salarial principalmente esos de a pie, como son los sectores de vivienda, consejo de la administración ,educacion, salud ,los organos de justicia, los cuerpos de inspección, profesores universitarios, esos que graduaro al autor del artículo sin cobrarle un centavo .
El autor del articulo se graduo gracias a su esfuerzo y los profesores no les regalaron las notas ni el titulo, que yo sepa. El autor expone un analisis, por demas compartido por otros economistas en diferentes medios. Uno puede estar de acuerdo…o no. Si uno no puede exponer un criterio simplemente por que debe ser un eterno “agradecido”, pues estamos muy mal.
Muchas gracias por el articulo, justo lo se necesita hoy dia para un debate economico sobre las nuevas medidas que se estan tomando en Cuba, solo agregar que :
Observando más de cerca el fenómeno de topar precios, como medida de control a la inflación. Vale la pena repensar el porque de la medida y el factor de que sea una medida temporal. Sucede lo siguiente, aumento de salarios en varios sectores (servicios públicos y empresas estatales) + aumento de liquidez en el mercado (más dinero en la calle) + aumento de la demanda; la oferta no varía, por lo cual aumentan los precios. Resultado gran parte del aumento de salario va a pagar la diferencia de precio; otro tema es la especulación de precios en el mercado, fenómeno vivido años atrás con el cambio de divisas. El sector privado como privado que es puede subir los precios y crear un aumento de los precios cuando la demanda no ha aumentado lo suficiente para que se haga necesario un ajuste de precios que equilibre el mercado nuevamente. Como va a cambiar la demanda después del aumento de salario, no lo sabemos aún; cuanto deben variar los precios para un ajuste en el mercado, aun no lo sabemos; como afecta un incremento de salario (insuficiente) en el sector publico al mercado, aun no lo sabemos. Hay muchas cosas que aún no se han cuantificado, y hasta tanto quizás la idea de mantener de forma temporal los precios topados y estudiar las consecuencias, no sea tan descabellada.
Muchas gracias por el articulo, es bueno tener una plataforma de analisis profesional en momentos de tanto debate.
Observando más de cerca el fenómeno de topar precios, como medida de control a la inflación. Vale la pena repensar el porque de la medida y el factor de que sea una medida temporal. Sucede lo siguiente, aumento de salarios en varios sectores (servicios públicos y empresas estatales) + aumento de liquidez en el mercado (más dinero en la calle) + aumento de la demanda; la oferta no varía, por lo cual aumentan los precios. Resultado gran parte del aumento de salario va a pagar la diferencia de precio; otro tema es la especulación de precios en el mercado, fenómeno vivido años atrás con el cambio de divisas. El sector privado como privado que es puede subir los precios y crear un aumento de los precios cuando la demanda no ha aumentado lo suficiente para que se haga necesario un ajuste de precios que equilibre el mercado nuevamente. Como va a cambiar la demanda después del aumento de salario, no lo sabemos aún; cuanto deben variar los precios para un ajuste en el mercado, aun no lo sabemos; como afecta un incremento de salario (insuficiente) en el sector publico al mercado, aun no lo sabemos. Hay muchas cosas que aún no se han cuantificado, y hasta tanto quizás la idea de mantener de forma temporal los precios topados y estudiar las consecuencias, no sea tan descabellada.