Una investigación histórica confirmó que el Daiquiri número cuatro cumplirá cien años este 2022, pues el famoso trago especialidad del bar habanero Floridita, creación del maestro coctelero Constantí Ribalaigua, no fue ideado en los años 30 del siglo pasado, como se presuponía.
La empresa Amargura Cultura, especializada en desarrollo de proyectos históricos y afincada en la localidad de origen de Ribalaigua, Lloret de Mar (Girona), ha averiguado el dato exacto en una entrevista publicada en 1937 por el Daily Independent de Carolina del Norte (USA).
En ella, el periodista Jack Cuddy, por entonces redactor de la agencia United Press, le preguntaba al catalán por el daiquiri número 4, del que revelaba que lo ideó en 1922 y del que daba su receta paso a paso.
Uno de los responsables de Amargura Cultura, David Barba, ha subrayado a la agencia española Efe la importancia de la fecha, ya que el centenario coincide con el Mundial de Coctelería, que se celebra este año en Cuba.
La empresa de Lloret de Mar ya había trabajado con ese país en una investigación sobre la figura de Constantí Ribalaigua, conocido allí como Constante, y, ahora, el presidente de su asociación de cantineros, Rafa Malem, ha visitado esta localidad gerundense para apoyar este nuevo trabajo histórico.
David Barba ha señalado también la importancia del dato para integrarlo en el futuro museo sobre Ribalaigua que se proyecta en Lloret de Mar.
Barba apunta que el error cometido con el Daiquirí número cuatro se debía a que se había vinculado mucho al vaso batidor, que no apareció hasta la década de los 30. Sin embargo, Constantí Ribalaigua explica en su receta que utilizaba un agitador de leche malteada, que se usaba en farmacias y pasó después a emplearse en los bares para la confección de batidos, según detalla el historiador.
Al carecer de cuchilla, lo que Ribalaigua hacía era “afeitar” finamente el hielo para que fuese lo más fino posible, sin que fuese, por lo tanto, necesario picarlo al ponerlo en el agitador. “Así ya daba la sensación de granizado”, indica David Barba, quien reconoce que el vaso batidor facilitó el trabajo posteriormente de elaborar este combinado.
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Amargura Cultura gestiona los archivos del hijo de Constante, Jorge Ribalaigua, afincado en Estados Unidos, y defensor de la figura de su padre como alguien que estableció los cánones de la coctelería clásica.
Por el Floridita pasaron numerosos clientes, aunque el más famoso seguramente fue el escritor Ernest Hemingway, premio Nobel de literatura de 1954.
Hemingway contribuyó a la fama del Daiquiri, cuya variante número cuatro, según detalló Ribalaigua a Cuddy, consta de “hielo en polvo afeitado y agitado, tan fino que flota como escarcha”, además de dos onzas de ron, una cucharadita de azúcar granulado, otra de Marrasquino y el zumo de media lima”.
Por último, se coloca la coctelera bajo “uno de esos agitadores de leche malteada” y se obtiene aquel combinado ideado por Constante al frente del Floridita.
Efe/OnCuba.