El negocio privado Avangenio, en alianza con el Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), desarrolla una aplicación informática llamada Rx-COVID-19 que podría contribuir a perfeccionar el protocolo de tratamiento a pacientes de coronavirus en la Isla.
El líder del emprendimiento, Deivi Carmona, explicó que el software posibilitará la creación de un repositorio central de rayos X de tórax de pacientes contagiados, y permitirá desarrollar métodos de inteligencia artificial que mejoren la calidad de la imagen y la extracción de información de esta, además de reconocer la cuantificación y clasificación de lesiones, informó la Agencia Cubana de Noticias.
Asimismo, detalló que, entre otras funcionalidades, la aplicación contará con un marco de confidencialidad para proteger la información personal de los enfermos.
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Carmona aseguró que la apk incluye un manual de usuario y una interfaz sencilla, fácil de comprender y manejar por parte de los médicos y especialistas, además de que permitirá generar informes y reportes de uso.
Según la fuente, para comprobar la fiabilidad del producto en desarrollo se han realizado talleres de prueba con especialistas de la Empresa de Tecnología de la Información (ETI), del grupo BioCubaFarma y del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED).
Avangenio es un emprendimiento privado que reúne a un grupo de desarrolladores de aplicaciones informáticas con más de cinco años de experiencia, mientras que el Cneuro, entidad estatal con más 40 años de labor en el desarrollo y comercialización de neurotecnologías, ha sido una de las instituciones más destacadas en el desarrollo de equipos y el perfeccionamiento del protocolo médico para tratar la COVID-19 en Cuba.
En febrero de este año el centro alistó una instalación para fabricar los hisopos que se utilizan para la toma de muestras de las pruebas de PCR.
Los directivos de Cneuro afirmaron entonces que la producción nacional de esos aditamentos permitirían a Cuba “ahorrar dinero y, lo más importante, garantizar la sostenibilidad de estos exámenes, que son la base para el diagnóstico” de la COVID-19.
Durante el enfrentamiento a la pandemia este centro, junto a otras instituciones y trabajadores por cuenta propia, también ha participado en la fabricación de ventiladores pulmonares de emergencia, así como en la confección de protectores faciales para el personal sanitario.