La Empresa Inmobiliaria del Comercio Interior de La Habana ha rentado en los últimos tres años más de 1200 locales, áreas y espacios en la ciudad, la mayor parte al emergente sector privado de la isla.
La entidad, creada en 2021 a partir de la Empresa Provincial de Servicios, cuenta con más de 5000 clientes, de acuerdo con una reporte del sitio web Cubadebate.
Benito Jorge del Pino Reyes, director de Desarrollo de dicha empresa, dijo que aunque existe algún cliente estatal, no llegan a al nivel de los trabajadores por cuenta propia. Agregó que, luego de estos, aparecen las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y cooperativas, con cifras de 152 y 98 locales y espacios, respectivamente.
El directivo aseguró que, aunque existía esta modalidad en el comercio interior, no se contaba con experiencia en temas inmobiliarios para atender las necesidades de miles de clientes de varios sectores de la economía.
A su vez, indicó que la actividad de arrendamiento comenzó primero con trabajadores por cuenta propia y después se incorporaron las cooperativas, sobre todo las dedicadas a la salud y belleza, y los establecimientos de gastronomía.
“Ahora tienen mucha fuerza las micro, pequeñas y medianas empresas, que también tienen derecho a solicitar áreas, espacios y locales. Y en los municipios se aprueban los proyectos de desarrollo local”, comentó.
Los inmuebles y espacios que la empresa renta tienen varias características; van desde antiguas tiendas de comercio hasta áreas de comercialización, que pueden ubicarse en interiores o exteriores.
Estos espacios tienes diferentes proporciones, pues en algunos solo se agrupan hasta 30 titulares y otros más de 200, como el ubicado bajo el conocido puente de 100 y Boyeros.
También, explicó que en los municipios periféricos de la ciudad “se ha aprobado el uso temporal del suelo en un área abierta, y ahí se han construido, siguiendo los requisitos urbanísticos, quioscos cuyos gestionadores pagan renta a la inmobiliaria”.
Las reglas
La Resolución 40/2022 del Ministerio del Comercio Interior (Mincin) regula el procedimiento de licitación del arrendamiento.
El proceso comienza con el traspaso del inmueble a la empresa, que lo inscribe. Para la licitación, se crea luego una comisión y se publica la información del local, espacio o área disponible.
Al término del plazo de la licitación se confecciona un acta ante notario con el fin de certificar las personas naturales o jurídicas que optan por el arrendamiento de determinado local.
Mipymes y empresa estatal: ¿un maridaje para alcanzar el éxito?
La comisión estudia la factibilidad de los casos y propone al consejo de dirección de la inmobiliaria quién debe ser el oferente (la persona que compite en el proceso de licitación), precisa la publicación.
Definido el mejor candidato, comienza la negociación del contrato de arrendamiento y la tarifa.
Del Pino Reyes aclaró que si existe incumplimiento por parte de cliente, la inmobiliaria tiene el derecho de rescindir el contrato.
En las áreas de comercialización los titulares pueden “encadenarse”, pero no subarrendar.
“No quiere decir que no ocurra, pero tenemos un sistema de trabajo. Las áreas grandes tienen un administrador que responde por estas cosas, además de verificadores, que son trabajadores estatales y un reglamento”, puntualizó.
Las tarifas
La Resolución 97/2021 del Ministerio de Finanzas y Precios fue promulgada para establecer las tarifas de arrendamiento. Entre sus acápites confiere a la empresa inmobiliaria la posibilidad de exonerar del pago de la renta por un periodo a los clientes que asuman la reparación del inmueble o espacio.
“Hemos logrado ponernos de acuerdo con los titulares de áreas de comercialización para repararlas, y les hemos exonerado de un porcentaje durante unos meses, y ellos han mejorado”, afirmó Del Pino Reyes al medio.
El directivo señaló que la entidad no está en capacidad de hacer inversiones en los inmuebles, por la “compleja situación financiera” en que fue creada.
“Los inmuebles nos fueron traspasados bajo la condición de asumir la deuda de la extinta Empresa de Gastronomía de La Habana, más de 1000 millones, y la que tenía la también extinta Empresa de Mercados de La Habana“, aseveró sobre la existencia de esos compromisos que en su conjunto rondan los 1600 millones.
El propósito de la empresa inmobiliaria es en algún momento el pago de esa deuda no impida mejorar el salario de los trabajadores y reparar los inmuebles, para así conseguir mayores ingresos por las rentas.
El director destacó que han logrado incorporar a su cartera una “cantidad enorme” de locales en la Calle 23 del Vedado -una de las arterias más populares de la ciudad-, que les permitirá impulsar el modelo de negocio y la rentabilidad.