Ubicada en Sancti Spíritus y única de su tipo en Cuba, la fábrica de perros calientes se encuentra sometida a un programa de mantenimiento y reparación, el primero que se ejecuta después de ser inaugurada hace más de cinco años.
La actual parada se hace para revisar la totalidad de la línea de proceso, ya que la elaboración del demandado alimento es bastante compleja.
Con equipamiento italiano, la fábrica tenía en sus inicios una capacidad de producción equivalente a ocho toneladas, pero antes de las reparaciones solo era posible obtener dos toneladas debido a algunos problemas técnicos, refiere el sitio digital Escambray.
La mayoría de las piezas para la reparación ya se encuentran en la fábrica espirituana, se obtuvieron “gracias a una inversión de alrededor de 500 000 euros”.
Según el director de la unidad, las piezas restantes como la ducha de enfriamiento y los rodamientos especiales para la bomba al vacío ya están “en proceso de llegada al país”.
Mientras avanzan las reparaciones, la fábrica apoya la elaboración de 60 toneladas mensuales de picadillo de res destinado a los niños y a las dietas médicas de los espirituanos.
También producen picadillo extendido para organismos como Ministerio de Salud Pública y para la canasta familiar normada.
Todo esto es, dice la fuente, “para no tener a los trabajadores interruptos durante el tiempo que dure la reparación de la línea de perros calientes”.
Las pruebas para la puesta en marcha deben comenzar a finales de este mes o principios de agosto, un proceso que estará avalado, igualmente, por especialistas italianos.
Proyecto de la FAO beneficiará desarrollo agrícola de municipios cubanos