La compañía mexicana Global Air, propietaria del avión accidentado en La Habana el pasado mes de mayo, fue multada por la Dirección General de Aeronáutica Civil de México (DGAC) por “deficiencias en sus procedimientos”, según informó el diario Reforma.
Las multas a la aerolíena, también conocida como Aerolíneas Damojh, ascienden a 1,7 millones de pesos mexicanos, lo que equivale a poco más de 90 mil dólares de acuerdo al cambio actual.
Luis Gerardo Fonseca, titular de la DGAC aseguró que se habían detectado “fallas administrativas” en la compañía luego de una auditoría realizada tras el accidente aéreo que provocó la muerte a 112 personas.
Global Air fue notificada de las sanciones hace unas dos semanas, pero está intentando evitarlas a través de un juicio de nulidad, de acuerdo con el Nuevo Herald. La aerolínea entregó el pasado 2 de octubre un grupo de documentos con este propósito, pero las autoridades mexicanas consideran que no es suficiente.
Con anterioridad, Fonseca había asegurado que Global Air tenía “deficiencias” en el mantenimiento de los aviones que operaba, incluyendo el que se estrelló en La Habana.
La aerolínea, también conocida como Aerolíneas Damojh, fue suspendida en mayo por las autoridades mexicanas. Antes ya lo había sido en 2010, luego de un aterrizaje de emergencia, y en 2013 por la una denuncia en su contra por parte de un trabajador. Pero en ambos casos, volvió a ser autorizada a volar.
Su Boeing 737-200, arrendado por Cubana de Aviación, se desplomó cuando hacía la ruta entre La Habana y la ciudad de Holguín, en el oriente de la Isla, poco después de despegar. Solo una pasajera permanece con vida, aunque con severas lesiones y enfrentando un largo y delicado proceso de recuperación.
En julio pasado, Global Air dijo que la información procedente de las cajas negras mostraba que los pilotos habían despegado del aeropuerto con un ángulo de ascenso demasiado pronunciado, lo cual provocó problemas aerodinámicos y por consiguiente la caída.
Sin embargo, la comisión oficial investigadora, liderada por especialistas cubanos y con expertos estadounidenses, mexicanos y europeos declaró entonces que un proceso de investigación de esta magnitud requería “del análisis de múltiples factores” y que cualquier declaración sobre las posibles causas del accidente era “prematura”.
Global Air: la línea del desastre https://t.co/1bemWksSoA
— REFORMA (@Reforma) June 18, 2018
Los peritos aseguraron que seguían trabajando “de acuerdo a un programa establecido” y subrayaron que informarían sobre los resultados “una vez concluya el análisis de las evidencias”.
En septiembre, la prensa cubana dijo que la información de las cajas negras del avión siniestrado había sido recuperada “casi en su totalidad” y que se continuaba trabajando “intensamente” para lograr un resultado conclusivo, ajustado a los protocolos internacionales.
Familiares de tres de las víctimas presentaron las primeras demandas por el accidente aéreo, en una corte de Chicago. Apoyados por las declaraciones de Global Air, los demandantes sostienen que “como operador de la aeronave accidentada”, la empresa mexicana “era legalmente responsable de garantizar que sus pilotos recibieran la capacitación adecuada” para la seguridad de la tripulación y los pasajero, y alegan que la compañía y sus agentes en Estados Unidos entrenaron a los pilotos “de manera negligente e imprudente”.