El Gobierno de Cuba calificó este lunes como un “ejercicio demagógico” la Cumbre de la Democracia que auspició la Administración del presidente estadounidense Joe Biden la semana pasada, de la que dijo que tuvo un “beneficio nulo” y sin “propuesta alguna” para “los problemas más acuciantes del mundo”.
El Ministerio de Exteriores (MINREX) de la Isla, que no fue invitada a la iniciativa, aseguró en un comunicado que la cita buscaba “dividir” y “castigar” a quienes no aceptan los “modelos” de EE.UU., pero que solo mostró “el creciente aislamiento, la enajenación y la pérdida de influencia” de Washington.
“En sentido práctico, el único resultado aparente es el compromiso de destinar 400 millones de dólares a la subversión política de estados soberanos en franca violación del derecho internacional”, afirma la nota, según la cual “el gobierno estadounidense protagoniza una campaña peligrosa, dirigida a crear un cisma internacional, a dividir el planeta y a castigar a los países que defienden proyectos progresistas”.
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A juicio de la cancillería cubana, EE.UU. “perdió la oportunidad” de convocar “un encuentro inclusivo” para buscar “soluciones a cualquiera de los problemas” que afectan al planeta y “no tuvo la voluntad” de promover la cooperación internacional frente al hambre, la pobreza, la migración, el crimen organizado y el cambio climático.
“No concibió siquiera la idea de convocar a los líderes del mundo para debatir y articular una respuesta concertada a la pandemia de la COVID-19 y otras enfermedades transmisibles. Y es que Estados Unidos no puede aportar soluciones mientras sus políticas sean parte esencial de tan graves problemas”, argumentó el MINREX.
“Un país donde el dinero pesa más que la voluntad popular de los ciudadanos, en el que se promueve la venta libre y uso irresponsable de armas letales, la intervención y la injerencia en los asuntos internos de Estados soberanos, donde el racismo es sistémico y la guerra constituye el negocio más lucrativo, no tiene nada que enseñar a la comunidad internacional”, añadió.
El comunicado afirma que la cita fue en realidad “un encuentro irreal” convocado “con gran demagogia” y devenido una “defensa del capitalismo” a la que fueron invitados tan solo los gobiernos que no desafían “la autoridad hegemónica” de EE.UU.
“En una cumbre destinada a promover el capitalismo, y el papel central y dominante de los Estados Unidos en su fomento, no se debe esperar la presencia de Cuba socialista”, indicó la cancillería, en cuya opinión, “pretender imponer una única receta aceptable de sistema político a todos los países es, en sí mismo, profundamente antidemocrático”.
Asimismo, el MINREX aseguró que la comunidad internacional podrá contar siempre “con el aporte constructivo, activo y solidario de los cubanos para la búsqueda de consenso, para unir voluntades, para enriquecer y beneficiarse de la diversidad y privilegiar lo que nos une en lugar de lo que nos separa”
“El mundo reclama paz, desarrollo, justicia, solidaridad, cooperación y confianza mutua. No se beneficia con la división, la selectividad y las imposiciones unilaterales”, concluyó.