Camisas de tela rústica con manchas de pintura blanca, botas de cuero como las que usan los constructores y monos estampados con el símbolo de Wi-Fi se pasearon por el Museo de Bellas Artes, uno de los centros culturales estatales más destacados de Cuba.
El desfile del jueves por la noche conjugó el diseño de Clandestina, una marca de moda desarrollada por jóvenes emprendedores cubanos, con el auspicio de Google, que busca promover el acceso a la red en un país que aún tiene baja conectividad.
“Google nos da algo en lo que inspirarnos”, dijo a periodistas Idania del Río, diseñadora y fundadora de Clandestina, que cuenta con una tienda en el casco histórico de La Habana y una página de internet desde la cual se venden sus creaciones, algo inusual en la isla.
La colección de ropa tuvo el sugestivo título de “País en Construcción” y en muchas de las prendas junto al ícono triangular del Wi-Fi se repetían las letras “PEC”. El desfile convocó a varios cientos de personas.
Como Del Río, de 36 años, muchos jóvenes en Cuba desean un mayor acceso a internet para desarrollar sus carreras o negocios.
Tras dos décadas de retraso en el ingreso a internet en comparación con otras naciones de la región, Cuba busca ahora desplegar la conectividad. Pero son pocas las personas que tienen acceso desde sus hogares y aún no se lanzó el servicio de datos móviles.
“Clandestina… está a la vanguardia de lo que es posible en Cuba. Son íconos, son pioneros en avanzar. Están al frente de un movimiento social y para nosotros fue una participación natural”, explicó Susanna Kohly Jacobson, directiva de Google en la isla.
Dado que no es posible conectarse desde los hogares y algunos centros de trabajo tampoco cuentan con el servicio, la inmensa mayoría de los cubanos suele inundar cada día parques y plazas donde la empresa estatal Etecsa instaló Wi-Fi público, pero no gratuito, para hablar con familiares en el extranjero, navegar por internet y, en el caso de los jóvenes, acceder a las redes sociales como Twitter, Facebook o Youtube.
Las autoridades prometieron que este año estará disponible el servicio de datos para teléfonos móviles.
Aunque todavía oneroso para los cubanos –en esos 700 sitios Wi-Fi la conexión cuesta el equivalente a un dólar la hora– los precios han bajado, al tiempo que se instalaron facilidades en algunas viviendas a manera de prueba.
En los años 90 Cuba comenzó su servicio usando conexiones satelitales –lentas y caras– restringidas solo para empresarios extranjeros o diplomáticos debido a que el embargo de Estados Unidos no le permitía acceder a los cables submarinos que pasaban cerca de la isla.
En 2013, mediante un convenio con Venezuela, se logró la puesta en marcha de una fibra óptica y el acceso comenzó lenta y paulatinamente para la población.
Actualmente hay 5 millones de líneas de teléfonos celulares –contra un millón en 2010– y dos millones de cuentas Nauta, un sistema que permite ver correos electrónicos en el móvil sin tener datos.
En paralelo, el ex presidente Raúl Castro aplicó una reforma económica que hizo posible el desarrollo de emprendedores privados como Clandestina.
El lema del desfile –“País en Construcción”– buscó reflejar esos cambios.
“No es provocativo, irreverente; es un camino a seguir… Aquí todo el mundo está en construcción, el cubano construye su casa, construye su ropa”, expresó por su parte otra de las diseñadoras de la marca, Celia Ledón, de 35 años.
La presencia de una firma estadounidense auspiciando el desfile tampoco hubiera sido posible antes de que en 2014 se relanzaran las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos y se permitiera a firmas de ciertos sectores tener contactos con La Habana.
Aunque tras el arribo del presidente Donald Trump a la Casa Blanca las relaciones se tensaron nuevamente y el acercamiento en muchos aspectos dio marcha atrás, en muchas áreas persiste la colaboración.
“Esta es una iniciativa súper interesante. Se está generando valor en Cuba. Es bueno para el país”, dijo la economista de 31 años Cecilia García, quien asistió al desfile con un grupo de amigos porque se enteró por Facebook. “Atrás de esto hay programadores, diseñadores, economistas, publicistas, comunicadores, todo un encadenamiento productivo”.
A la diseñadora le falto una ulitma palabra en las siglas PEC, que es la S, de socialismo, porque no creo que clandestina dese el capitalismo, habiendo sido formada de froma gratuita por el Estado Socialista Debía pensar si de no haber una revolución socialsita podía haber sido diseñadora , aunque tuviera talento para ello. Se puede ser clandestina para el diseño , pero para declarar el caracter de nuestras tranformaciones debe ser cada vez más publico y con grandes letras de socialismo