El huracán Ian a su paso por el occidente de Cuba causó el derrumbe total de 38 viviendas en La Habana, mientras otras 138 sufrieron afectaciones parciales según informó este martes el gobierno capitalino.
De acuerdo con un reporte del diario local Tribuna de La Habana, en total fueron 1227 las viviendas afectadas por el fenómeno atmosférico, mientras que el Canal Habana divulgó en su perfil de Facebook que, después del levantamiento realizado, se contabilizaban en la ciudad 175 con derrumbe total de techos. Otras 815 perdieron su cubierta de forma parcial.
El gobierno de La Habana informó que empresas estatales estarían comprometidas con la reparación de 729 de estas viviendas, al tiempo que la recuperación de una cifra superior a las 500 sería asumida con esfuerzo propio por sus propietarios.
Los directivos de la Empresa Eléctrica de La Habana aseguraron que 13 municipios ya están normalizados, lo que representaba que más del 99% de los clientes contaban con servicio. En los municipios Boyeros y La Lisa se trabajaba para cerrar los circuitos que permanecian abiertos.
En cuanto al suministro de agua, las autoridades de la capital informaron que el 98 % de los equipos de bombeo estaban activos y que se redujo de 11 000 a 7 000 la cifra de personas que deben ser abastecidas con carros cisternas, según señala la información de Tribuna.
El fondo habitacional y la infraestructura eléctrica fueron los más afectados por el evento hidrometeorológico que atravesó hace una semana de sur a norte la occidental provincia Pinar del Río, dejando un saldo de tres personas fallecidas directas y severos daños materiales también en territorios cercanos como Artemisa, La Habana y Mayabeque.
La cifra de muertes aumentó luego a cinco con el fallecimiento en la capital de dos trabajadores de la Unión Eléctrica (Une), quienes sufrieron accidentes mientras participaban en las labores de recuperación de los daños causados por el huracán.
De forma indirecta y según la versión oficial, el huracán provocó el colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), dejando sin generación a todas las centrales termoeléctricas del país, tras una situación de cortes continuos durante meses por roturas y falta de mantenimiento en las plantas y de combustible para su funcionamiento.
Los prolongados apagones de varios días que siguieron al paso del ciclón generaron protestas sociales, principalmente en barrios de la capital, aunque también se registraron similares reacciones en otros puntos del país.