Ya se aproxima vertiginosamente el inicio de la Temporada de Huracanes o Temporada ciclónica del 2016. También este fin de semana (14 y 15 de mayo) se celebrará en Cuba el ejercicio “Meteoro 2016” para preparar mejor al país contra los desastres, incluyendo los huracanes. Es también el aniversario 30 de estos ejercicios, que se celebran cada año.
Y como siempre que se aproxima la Temporada de Huracanes, me hacen continuamente la pregunta de cómo se comportará y si habrá peligro para Cuba.
También, como siempre, les respondo que en realidad nadie en el mundo lo sabe con exactitud. Digo que lo importante es que, en el caso de que ocurra un ciclón tropical cercano, hay que estar bien informado, pero, sobre todo, muy bien preparados.
Soy pronosticador de huracanes con muchos años de experiencia y créanme que cada ciclón tropical que se pronostique a corto plazo representa una ardua tarea. Imagínense poder hacerlo con meses de antelación.
Entonces, ¿no hay modelos matemáticos para el pronóstico de una temporada de huracanes? Sí, claro que los hay, pero solo ofrecen una valoración general de la actividad ciclónica en una temporada, no el lugar exacto por donde tocará tierra un huracán. En la práctica, no nos dicen mucho.
Un ejemplo: La Temporada de Huracanes de 1995 fue la segunda más activa del siglo XX, con un total de 21 tormentas tropicales, 11 huracanes y 5 huracanes de Gran Intensidad (categoría 3 o mayor). Sin embargo, ninguno se aproximó a Cuba.
Otro: La Temporada de Huracanes de 1930 fue muy poco activa, con un solo huracán en el Caribe. Pero ese único organismo, conocido como el huracán de “San Zenón” (categoría 5), destruyó casi completamente a Santo Domingo, la capital de República Dominicana, con un saldo de cientos de muertos.
También fue muy poco activa la temporada de 1992, pero produjo el huracán categoría 5 “Andrew”, que devastó el sur de La Florida. En ninguno de esos lugares los residentes creerían que las respectivas temporadas fueron “muy poco activas”.
Hecho este preámbulo, necesario para una mejor interpretación de la información que sigue, les diré que la Temporada de Huracanes de 2016 se cataloga, por todos los Centros Meteorológicos y Universidades que hacen este tipo de pronóstico “especial”, como una temporada que será de normal a activa, entendiéndose por normal un número cercano a 12, que es el promedio en el período de 1981 a 2010.
Hay que decir que, aunque la Temporada de Huracanes se extiende desde el primero de junio al 30 de noviembre, el primer ciclón tropical de la lista de nombres aprobados para el 2016 por la Organización Meteorológica Mundial ya se utilizó.
El huracán “Alex” ocurrió en el Atlántico del 13 al 15 del pasado mes de enero. Se trató de una tormenta subtropical en el Atlántico lejano que adquirió características tropicales, transformándose en el primer huracán del año 2016, el segundo huracán extemporáneo (o fuera de temporada) en un mes de enero y el más intenso conocido en ese mes desde 1851.
Tuvo vientos máximos sostenidos de 140 kilómetros por hora (km/h) y una presión de 981 hectopascales (hPa) Con estos valores superó al también huracán extemporáneo “Alice”, surgido en las Antillas Menores el primero de enero de 1955 y que llegó a alcanzar vientos de 130 km/h.
Pero volvamos a lo que puede ocurrir con la Temporada de Huracanes del 2016. ¿Cuáles son los factores que influirán en esta nueva Temporada de Huracanes? ¿Cuáles son las valoraciones que se han hecho?
Factores Positivos:
El evento “El Niño” debe terminar a principios de la temporada y ser sustituido rápidamente por un evento “Neutro” que durará poco, porque una “Niña” puede desarrollarse en el período de agosto a octubre, durante la temporada de huracanes.
Un evento Neutro es favorable a la formación de huracanes porque se debilitan los vientos a alturas de 10 a 12 kilómetros sobre el Atlántico y el Caribe. Esos vientos son muy fuertes cuando hay El Niño y por tanto inhiben la producción de tormentas tropicales y huracanes.
El debilitamiento de esos vientos superiores en un evento Neutro posibilita la concentración de energía en la vertical, desde la superficie oceánica hacia arriba, haciendo posible, con una mayor probabilidad, la generación de huracanes.
Además, se está previendo por los modelos una posible fase de “La Niña”, algunos modelos lo dan por sentado tan temprano como agosto, mientras que otros lo extienden hasta octubre, pero dentro de la temporada de huracanes, lo que sería algo más favorable aún para una temporada activa.
Factores negativos
El primero de los factores que podría desestimular la formación de huracanes es el agua superficial oceánica en la zona generadora, pues tiene que estar caliente para hacer posible la formación de esos eventos.
Sin embargo, en esta temporada, la temperatura del mar es un factor de gran incertidumbre para un pronóstico de actividad ciclónica, y posiblemente se muestre en general desfavorable a la formación.
Es que existe un área extensa de agua fría en el norte del Atlántico, que está situada al este de Terranova y al sur de Groenlandia. Esta área surgió hace unos años, pero ha ido creciendo gradualmente.
Las corrientes marinas pueden arrastrar esta zona de agua fría hacia el sur, y luego al oeste, lo que bajaría las temperaturas superficiales oceánicas en la región del Atlántico, donde estadísticamente se desarrolla el 85 por ciento de los ciclones tropicales. Esto puede ser un factor determinante en la actividad ciclónica de esta temporada, que pudiera ser menos activa de lo que se ha estimado.
Pero también está la posibilidad de que esta área de agua fría pueda alterar el estado de las corrientes oceánicas profundas y afectar la salinidad del agua. Si esto ocurriera, pudiera llevar a la terminación del período muy activo de ciclones tropicales en el Atlántico, que comenzó en 1995.
Recordemos que los períodos de gran y poca actividad ciclónica se alternan cada 20 a 25 años en el Atlántico, y si terminara ahora el período activo, del cual hay ésta y también algunas otras evidencias de que vaya a terminar, sobrevendría un período de varios años de menor actividad ciclónica.
Aclaro que la terminación del período intenso no quiere decir que no se formen tormentas tropicales y huracanes, pero sí que no se generen en una cantidad tan elevada como ha ocurrido en el período de 1995 a 2008.
Y, por fin, ¿cómo se prevé que sea esta próxima Temporada de Huracanes 2016 según los Centros emisores de estos pronósticos?
Tomando todos estos factores potenciales en consideración, las agencias estatales y privadas que realizan los pronósticos de temporada para el Atlántico coinciden, números más o números menos, en que habrá una temporada de huracanes 2016 que estará cercana a lo normal (promedio de muchos años) o algo más activa que lo normal.
La tabla que les presento ahora proyecta precisamente esta imagen, según lo que se ha publicado hasta hoy:
Estos números, junto a lo que ya les expliqué, indican muy bien la incertidumbre que existe al tratar con estos asuntos de la Naturaleza. Los números no significan mucho, pues como les dije anteriormente, nadie sabe dónde va a tocar tierra un huracán. Y basta que uno sólo impacte en cualquier lugar poblado para que cree un gran destrozo y peligro para la vida humana.
Por tanto, tenemos que prepararnos de la misma manera en cada temporada de huracanes, no importa lo que digan los números. Recuerde que basta uno sólo, uno sólo que nos azote, para hacer que la temporada del 2016 sea de nefastas consecuencias. Y eso, nadie puede saberlo con antelación. Así que hay que prepararse, y el Ejercicio Meteoro 2016 de este fin de semana en Cuba, será una buena oportunidad para hacerlo en las comunidades del archipiélago.
Gracias Dr. Rubiera, usted siempre tan amable con su publico y explicando las cosas de forma que todos podamos entender, gracias.
Muy interesante, lo que nos queda es prepararnos y estar alertas