Tan pronto como este 11 de noviembre y a solo 10 días de conocerse los cargos, el Tribunal Supremo Popular celebrará el juicio oral contra el exministro de Economía y Planificación y ex vice primer ministro Alejandro Gil, acusado la semana pasada de delitos de espionaje, malversación, falsificación de documentos, evasión fiscal, tráfico de influencias y lavado de activos, entre otros.
Sin embargo, contrario al pedido popular impulsado por su hija Laura María Gil González de que el juicio sea público, con transparencia total en torno al proceso, la Sala de los Delitos contra la Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular anunció que solo se limitará la asistencia a “partes procesales y personas autorizadas”, por “razones de seguridad nacional”.
“En cumplimiento del debido proceso, los abogados y el acusado han tenido acceso al expediente y a las conclusiones provisionales de la Fiscalía, y entregaron las conclusiones de la Defensa”, señala la nota del tribunal.
A Gil también enfrenta acusa de actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación, cohecho, infracción de las normas de protección de documentos clasificados y sustracción y daño de documentos u otros objetos en custodia oficial.
En su declaración en Facebook, su hija pedía que el Gobierno cubano ampliara la información pública sobre las acusaciones, precisando “qué hizo, a qué país o países se refiere, qué información reveló y bajo la orden directa de quién actuó”, entre otros elementos. También considera que los gobiernos presuntamente implicados deberían pronunciarse oficialmente.
“Son detalles importantes que la nota de la fiscalía no abarcó y el pueblo cubano merece saber, y además considero que el o los gobiernos para los cuales supuestamente trabajaba y recibía indicaciones se deben pronunciar oficialmente sobre el asunto en cuestión, que creo, a mi entender, es una acusación muy seria, que trasciende la esfera política cubana y lo conlleva un caso internacional”, prosiguió.
Gil González aseguró entonces que tanto ella como su padre respaldan el reclamo de un juicio a puertas abiertas, con presencia de medios nacionales y extranjeros, transmitido por la televisión cubana y Cubavisión Internacional.
Hija de exministro Alejandro Gil exige transparencia y juicio público contra su padre
“No solo yo, Alejandro Gil también lo está exigiendo, no desde hoy, sino desde el primer día”, escribió.
Gil, el mayor alto cargo destituido por corrupción en Cuba en décadas, fue cesado en febrero de 2024 y un mes más tarde el presidente del país, Miguel Díaz-Canel, informó de una investigación en su contra por “graves errores”, apuntando a delitos de corrupción.
Ahora, un año y siete meses más tarde, la fiscalía presentó formalmente los cargos contra quien fuera una de las personas de confianza de Díaz-Canel. Durante este tiempo, el exministro ha estado en prisión provisional.
Al referirse a la investigación sobre Gil en marzo de 2024, Díaz-Canel habló de “graves imputaciones” que habían llevado al alto cargo a renunciar a sus cargos como miembro del comité central del Partido Comunista de Cuba y diputado.
La acusación contra el exviceprimer ministro se entendió como el culmen de una campaña anticorrupción que puso entonces en marcha el Gobierno, reforzada desde los medios oficiales, y que destapó distintos casos en varios niveles administrativos en un momento de creciente descontento social por la crisis económica.













Al cargarle un delito de espionaje tienen la posibilidad de declarar el juicio privado con minimo de testigos como dice la información de la fiscalía “por seguridad nacional”, pero lo que es imposible a estas alturas del juego es desligar a Gil, su actuar, sus conexiones y los modos operandi de todo este entramado mafioso, del presidente Miguel Díaz-Canel como socio del círculo íntimo, amigo de secreticos al oído como es publico y cuadro elegido por el mismo para Ministro de economía, cuando subió a ministro, Marrero no fungía o fingía como primer ministro, porque entonces habría que aceptar que “el pobre” presidente es demasiado tonto por decir lo menos ofensivo.
Cuando Ochoa, era más delicado aún y se televisó, y eso ayudó a la imagen de Fidel y Raul incluso cando algunos imputados negaron los cargos , otros los reconocieron, quedó lo más claro que podía quedar algo tan espinoso.
Cuando Lage, no específicamente Lage ni Pérez Roque, pero hubo otros que sí cometieron delitos y espionaje y fueron sancionados, y no se televisó libremente pero se filmó la discusión entre Lage, Pérez Roque y otros de un lado, y Raúl, Machado Ventura y Lazo del otro, con Díaz Canel a la cabeza de la mesa. Rse video distribuyó a los militantes del PCC y se le puso a los cuadros y dirigentes administrativos a todos los niveles.
Eso aclaró y mejoró la imagen de Raul, Machado y Lazo, y deslindó, lo que dijo Lage, de lo que efectivamente hicieron otros. Era delicado igual, de seguridad nacional igual, de economia igual, con cargos de espionaje igual, no contra Lage sino contra Remirez de Estenoz que dirigía el Comité Central y otros, a los que se les demostró y les echaron tonga de años.
Ayudó a entender la versión oficial de porqué se disolvió Cubalse o quitó a Yadira García o…
Ahora a quien más perjudica este secretismo es a la legitimidad, imagen y credibilidad del mismo Diaz-Canel y a la de Marrero. Y a la del PCC, el gobienro y al MININT, a ese mismo DSE.
Un video se puede editar, los casos anteriores que digo fueron editados, como es lógico. Pero lo de mantener en secreto y con escuetas notas y resúmenes, todo esto reforzará la idea de chivo expiatorio y de complicidad de los actuales dirigentes que está divulgando la oposición mediante campañas en Internet.
Esto tiene una connotación muy alta para la ciudadanía, y el gobierno necesita elevar su legitimidad en medio de tantos problemas.
A veces yo no sé si los asesores de alguna gente son de la CIA y por eso lo hacen todo al revés.