Casi tres años después del terrible incendio que cobró la vida de 17 personas y destruyó cuatro enormes depósitos de almacenamiento de combustible, en la Base de Supertanqueros de Matanzas continúan las labores para la recuperación de la instalación.
Según el periódico Girón, a partir de los trabajos que se realizan la base tendrá una estructura diferente a la que se observaba al otro lado de la bahía yumurina.
En estos momentos, refiere el reporte, se avanza en la construcción de cuatro tanques que no estarán uno al lado del otro, como en la anterior distribución, sino que irán dos en la explanada inferior y otros en la superior.
Así lo explicó el ingeniero industrial Richard Daniel Martínez, al frente de la Dirección Integrada de Proyectos que acomete, con la colaboración de China, las obras en la Zona Industrial matancera, en la que se busca la realización de operaciones más seguras y con menos vulnerabilidad, así como proyectar una imagen más moderna.
De acuerdo a la planificación divulgada, los tanques 88 y 49-1 ocuparán el espacio donde se encontraban los cuatro siniestrados, mientras el 86 y 87 y estarán en otra explanada.
Lo anterior garantizará una mayor distancia entre los enormes recipientes y también la ampliación de los llamados cubetos o zonas de contención, que con la nueva distribución podrán retener la totalidad del combustible en caso de derrame, justo uno de los aspectos que más afectó en el incendio de agosto de 2022.
“De manera general la obra está avanzando. Los cuatro envases poseen el envolvente y estamos en la fase de terminación de mecánica para después pasar a la de puntura”, apuntó el especialista, quien detalló que las faenas en el tanque 88, fabricado por fuerzas cubanas, marcha al 60 %.
En mayo pasado, directivos de la Empresa de Mantenimiento del Petróleo señalaron que este tanque podía estar listo para noviembre. En ese momento, estaba en etapa de montaje del balcón metálico de 192 metros de diámetro, tarea que se agilizó gracias a la llegada de tres nuevas grúas —una de 60 toneladas y dos de 30 toneladas— que permitirían acelerar la construcción y montaje.
En el tanque 49‑1, por su parte, se avanzaba en la soldadura profesional de placas metálicas, con controles estrictos de calidad y supervisión técnica a cargo de la Empresa de Ingeniería y Proyectos del Petróleo (EIPP) y la Empresa de Servicios Técnicos de Defectoscopía y Soldadura.
De acuerdo con Girón, estos tanques se han fabricado desde la base y las tareas de soldadura en el fondo de metal de varias planchas son vitales en la ruta crítica de la obra. A esta etapa le sigue el montaje de cada uno de los rolos, una faena complicada por el grosor del metal y las exigencias en cada punto de unión.
Mientras las labores en los tanque 88 y 49-1 van más avanzadas, en el 86 y 87 comenzó en marzo pasado la fundición de los cimientos y el hormigonado de sus respectivos anillos anulares, supervisados por los ingenieros de la Empresa de Ingeniería y Proyectos del Petróleo. Según el reporte, la ejecución en estos dos últimos depósitos —más el 49-1— la asumen operarios chinos.
Todas las construcciones en la Base de Supertanqueros de la Zona Industrial de Matanzas comenzaron luego de varios meses de demolición de instalaciones, movimiento de tierra y compactación del terreno en un escenario muy golpeado por el fuego del incendio que destruyó los tanques y provocó fuertes explosiones en agosto de 2022.
Según versiones oficiales, el incendio se originó por el impacto de una descarga eléctrica sobre el domo de uno de los depósitos, con capacidad para almacenar 50 mil metros cúbicos de combustible.
A pesar del esfuerzo de varias unidades del Cuerpo de Bomberos, el tanque incendiado explotó y las llamas se extendieron paulatinamente al resto de los depósitos de la batería.
Por causa del siniestro fallecieron 17 personas, la mayoría bomberos que participaban en labores de extinción. Además, otras 129 personas resultaron lesionadas y fueron atendidas en centros hospitalarios de Matanzas y La Habana.