La epidemia de dengue y chikungunya que ha azotado Cuba durante meses podría estar bajo control a inicios de 2026, de acuerdo con modelos matemáticos que evalúan su comportamiento.
Así trascendió en la reunión semanal de las autoridades cubanas con expertos y científicos para temas de salud. En la misma, el matemático Raúl Guinovart Díaz, director de Ciencia y Técnica en la Universidad de La Habana, explicó que los modelos muestran una disminución sostenida en la transmisión de estas arbovirosis en gran parte del país.
No obstante, el reporte advierte una tendencia al incremento en Las Tunas, Holguín y la Isla de la Juventud, lo que, a juicio del especialista, obliga a sostener la vigilancia y “continuar con las medidas aplicadas” para evitar un retroceso, reseña Cubadebate.
En el encuentro, la viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, ofreció indicadores que respaldan esa evolución, como la atención de síndromes febriles, que cayó un 25,8 % respecto a los registros de la semana anterior.
Asimismo, señaló que en general los territorios muestran descensos en los registros, aunque todavía se mantiene etapa epidémica. En Matanzas, donde se reportaron los primeros contagios de chikungunya de la actual epidemia, la tendencia ya se evalúa como favorable.
Ya a inicios de semana, las autoridades sanitarias habían afirmado que la epidemia parecía evolucionar un transcurso “positivo” y enfilarse “hacia el control” de ambas arbovirosis.
Autoridades sanitarias prevén una evolución positiva de la epidemia de chikungunya y dengue
Escenario clínico
En el contexto clínico, la doctora Ailuj Casanova Barreto, directora de Atención Médica y Social del Minsap, aseveró que se mantienen estrategias para proteger a los grupos más expuestos.
Más del 93 % de las gestantes en etapa avanzada se encuentran bajo supervisión médica en centros asistenciales y 27 pacientes permanecen graves o críticos, la mayoría menores, los que, de acuerdo con la directiva, están llegando antes a los servicios y evolucionan de manera positiva.
Las autoridades sanitarias también revisaron la organización de la atención a quienes presentan secuelas del chikungunya. En Matanzas, más de 5 mil personas han requerido consultas multidisciplinarias y cerca del 60 % ha recibido rehabilitación, según los datos oficiales.
Hace apenas dos días, Peña cifró en 16 214 los nuevos casos de síndrome febril inespecífico detectados en la semana previa y dijo además que la tasa de incidencia del dengue se situó en ese período de tiempo en 10,49 por cada 100 mil habitantes, frente al 15,25 de la semana anterior.
El acumulado de casos de chikungunya se situó en los 48 223 infectados, según la viceministra, que no aportó la cifra de casos de dengue.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), que basa sus registros en cifras oficiales, indicó por su parte que en lo que va de año y hasta la segunda semana de diciembre Cuba acumulaba 28 850 casos de dengue y 17 muertes por esta enfermedad.
En cuanto a los fallecidos, la última cifra oficial —del pasado viernes— elevaba a 55 las víctimas mortales por la epidemia. Unos dos tercios de los muertos son menores de edad.
El Gobierno cubano reconoció por primera vez en noviembre que el país sufría una epidemia de dengue y chikungunya, pese a que los primeros casos de esta última dolencia se diagnosticaron en julio y que las infecciones se habían disparado en septiembre y octubre en un terreno fértil para su expansión, debido a los problemas higiénicos y sanitarios derivados de la severa crisis en la isla.










