Las medidas de prevención y control de la epidemia de coronavirus serán reforzadas en La Habana, como parte de un plan presentado este jueves por las autoridades habaneras, tras el aumento de casos positivos en la ciudad en los últimos días y la detección de deficiencias y violaciones de los protocolos establecidos.
El plan, presentado ante el Consejo de Defensa Provincial (CDP), persigue que la capital, y con ella el país, no tenga un retroceso en el escenario de la COVID-19, y supone “un ejercicio permanente de control, disciplina y seguimiento”, de acuerdo con Tribuna de La Habana.
Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del CDP, dijo que en la ciudad existía un “relajamiento” de las medidas sanitarias indicadas para la prevención de la enfermedad, como el lavado frecuente de las manos, el uso correcto del nasobuco y la desinfección de espacios, de las cuales se velará su “estricto cumplimiento”.
También reconoció que se habían detectado “irregularidades” y “violaciones de protocolos”, entre las que mencionó la no realización de pesquisa activa a las personas vulnerables, la no llegada a todos los contactos en el tiempo establecido, y decisiones mal tomadas en instituciones de la salud, lo cual, dijo, “trajo como consecuencia que los indicadores que la ciudad venía alcanzando en busca del tránsito a la segunda fase (de la desescalada) se perdieron”.
El dirigente comentó que aunque La Habana llegase a cumplir con los indicadores establecidos para el paso a la segunda fase, no debía hacerlo aún, “pues sería complicar a esta geografía, con tantas personas viniendo hacia aquí y que a su vez podría infestar al resto del país”.
Como parte del plan de incremento, elaborado de conjunto por las autoridades habaneras, la Dirección Provincial de Salud y el Ministerio del sector, se intensificará la pesquisa activa según la estratificación de riesgo municipal. En esta, se establece la existencia de territorios de muy alto riesgo de transmisión (La Lisa, La Habana del Este, Centro Habana, Marianao, Diez de Octubre y Cerro), de alto riesgo (Arroyo Naranjo, San Miguel del Padrón, Playa, Plaza de la Revolución, Regla y Cotorro), y de mediano riesgo (La Habana Vieja, Boyeros y Guanabacoa).
Además, se incrementará la realización de pruebas diagnósticas priorizando los municipios de muy alto y de alto riesgo, así como “instituciones y zonas de conglomerados de alto riesgo como el transporte colectivo, las zonas de playa y piscina, sector gastronómico y de servicio”.
De igual forma, se suministrará el medicamento homeopático PrevengHo Vir a poblaciones vulnerables, el factor de transferencia en centros de aislamiento de contactos y viajeros, y el nasalferon y otros fármacos preventivos a grupos como los choferes de ómnibus y trabajadores sanitarios vinculados directamente en atención a pacientes.
Se fortalecerá la inspección sanitaria estatal, concentrándola en aquellas medidas directamente relacionadas con la COVID-19, se incrementarán las acciones comunicativas sobre el tema, y se realizará un chequeo diario del plan “con un alto rigor para evaluar cada día lo que no se cumple y el por qué en determinado municipio no se cumplen las medidas establecidas”, con especial atención a los lugares adonde acuden los jóvenes como son los bares, los gimnasios y las piscinas, que han sido fuente de rebrotes en otros países, apunta Tribuna.
Al cierre de este miércoles, La Habana reportó nueve casos positivos –tres de ellos, importados–, el total de los nuevos contagios detectados en Cuba en las últimas 24 horas. De esta forma, la capital se confirmó como el territorio más afectado por la epidemia en la Isla, con 1.453 positivos, y una tasa de incidencia acumulada de 68 por 100.000 habitantes, con siete municipios por encima de la media provincial: Cotorro, Centro Habana, Cerro, Regla, La Habana del Este, La Lisa y Habana Vieja.