El director general adjunto de la empresa estatal Aguas de La Habana aseguró que las lluvias caídas en los últimos días no garantizan la recuperación de las fuentes acuíferas que abastecen a la capital cubana y que lo ideal es la “lloviznita” persistente y prolongada, justo sobre la superficie de las zonas donde se ubican esas reservas.
“Ha llovido, pero, al menos en lo concerniente a La Habana, no lo suficiente como para garantizar la recuperación de los acuíferos, enfrentados a una persistente y severa sequía, que en algunos casos casi llegó a colocarlos al borde del colapso”, declaró Leonel Díaz, citado por la prensa local.
El directivo explicó que tampoco ha precipitado en las zonas más convenientes. “El agua cayó alejada de las cuencas, con frecuencia aguaceros copiosos, de corta y mediana duración, lo cual propicia escurrimiento, pero no favorece la infiltracion” del suelo, dijo.
Vento, una de las principales fuentes de suministro a La Habana, ha experimentado “cierta recuperación”, pero apenas aporta poco más de la mitad de su capacidad histórica, que ronda 1.200 litros por segundo, de acuerdo con la fuente.
Díaz detalló que el campo de pozos de Ariguanabo, que abastece a más de 232.000 personas de los municipios habaneros de Playa, La Lisa, y Marianao están en peor situación.
Explicó que este año su entidad ejecuta un plan de inversiones ascendente a 30 millones de pesos, dirigido a rehabilitar y mejorar los sistemas de abasto como Cuenca Sur, El Gato, Ariguanabo y Cosculluela.
Severa sequía en La Habana obliga a espaciar distribución de agua
El director general adjunto de Aguas de La Habana aseguró que trabajan en la reposición de equipos de bombeo en diferentes fuentes de abasto, además de la instalación de pequeñas desalinizadoras y el montaje de más de 4.000 metros contadores para controlar el consumo de agua.
También señaló que actualmente tienen prioridad la reparación del drenaje de la zona del Pontón (Cerro) —una de las más afectadas por inundaciones ante intensas lluvias— y una conductora, a lo largo de unos ocho kilómetros de zanjeado en Quinta Avenida.
La capital cubana, con una población superior a los 2 millones de habitantes, afronta una difícil situación con sus reservas de agua desde hace meses, a pesar de que la actual temporada de lluvias acumula registros significativos en la Isla. Esta situación, unido al deterioro de su infraestructura hidráulica y los trabajos de cambio en sus conductoras, ha obligado a espaciar los ciclos de abasto y ampliar la distribución del agua en camiones cisternas en algunas zonas de la ciudad.