No, no me estoy refiriendo a la conocida novela de Leonardo Padura ni al filme homónimo basado en dicha obra, coproducción que se ha rodado en La Habana, bajo la dirección de Félix Viscarret, con los papeles protagónicos de Jorge Perugorría y Juana Acosta.
Pero sin duda, el título que escogió el novelista llega de uno de los vientos locales más conocidos en Cuba y que no son más que vientos del sur fuertes y cálidos que soplan por esta época del año sobre el occidente y centro del país. Y es que se les llama así porque coinciden mayormente con el tiempo de la cuaresma.
Se trata de una festividad católica que guarda una estrecha relación con el calendario agrícola y el tiempo de renovación de la tierra. Es un lapso variable de 40 días de duración, que fluctúa o se mueve entre marzo y abril, según el año, en nuestro actual calendario gregoriano.
Se extiende desde el Miércoles de Ceniza al Sábado Santo, sin contar los domingos que estén entre ellos. La práctica de la cuaresma data del siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla como un tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia católica, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
El nombre empleado para estos vientos no es tampoco algo original de Cuba. Los españoles ya lo utilizaban de antaño para referirse a lo que acontece en el mes de abril, uno de los meses más ventosos del año en muchos lugares de España, puesto que se combinan vientos terrales fuertes con la clásica brisa marina, que ya empieza a soplar en esta época del año.
Pero este viento solo sopla en España por Semana Santa y es muy diferente al de Cuba. En España acostumbra a ser un viento frío y desagradable, mientras que en Cuba es cálido, aunque también desagradable.
Este viento ocurre en esta época por los importantes cambios de la presión atmosférica que se producen, con el paso de centros de bajas presiones, o bajas extratropicales, y frentes fríos. El viento acostumbra a soplar con fuerza y por ello en la península ibérica, en esta época del año, la sensación térmica debido al viento puede variar hasta 10ºC, dependiente de si sopla viento o no. Por lo tanto, cuando ocurre este viento, se puede sentir frío, a pesar de que el mercurio de los termómetros esté por encima de los 15ºC.
En Cuba los vientos de Cuaresma, o vientos del sur o Sures se presentan con mayor frecuencia en este orden, la mayoría de las veces en marzo, le sigue abril, y ya con mucha menor frecuencia, en febrero, como ocurrió hace unos días.
Este último mes no se corresponde con la época de cuaresma, pero pueden ocurrir cuando se dan las condiciones meteorológicas para ello, ya que estos vientos.
¿Qué debe ocurrir para que soplen los vientos de cuaresma?
Las condiciones meteorológicas para que se produzcan Vientos del Sur, Sures o Vientos de cuaresma, como Ud. prefiera llamarlos, son similares a las de España, sin embargo, tienen algunas características distintas.
Los españoles, desde la época de la colonia, han acuñado el refrán: “A Sur duro, Norte seguro”. Lo dicen, porque después de ocurrir un viento del sur fuerte, en el occidente de Cuba, seguro llegará a Cuba un Norte o frente frío.
De aquí es fácil deducir que la situación meteorológica ligada a los Vientos de Cuaresma o Sures en Cuba, son las de un centro de bajas presiones extratropicales (o baja o ciclón invernal) en el golfo de México que trae asociado un frente frío. Por delante el viento sopla del sur, más fuerte mientras que la baja extratropical tenga una presión atmosférica más baja. Pero al llegar el frente frío, en su movimiento al este, el viento del sur desaparece, ya que el viento girará al norte detrás del frente frío.
En contadas ocasiones pueden alcanzar una fuerza cercana a la de un huracán, como el record existente para La Habana de 116 kilómetros por hora, aunque más de las veces tienen entre 60 y 80 km/h con rachas superiores.
Esos vientos no sólo arrastran polvo y hojas, sino, lo que es peor, son muy perjudiciales porque arrancan las flores de los árboles, con cosechas que ven después bastante disminuida su producción. Un viento de Sur algo fuerte puede darnos después una carencia de mangos y otras frutas que florecen en esa época. Son dañinos también a otras especies agrícolas que crecen en esta época del año.
Los vientos del Sur son también muy perjudiciales a la agricultura, porque son portadores de varios virus y enfermedades.
Los vientos del Sur fuertes y con algunas horas de persistencia pueden ocasionar acumulaciones de agua en el mar en la costa sur del occidente y centro de Cuba y producir inundaciones costeras a lo largo de dicha costa, principalmente en las provincias de Artemisa y Mayabeque, y como caso más típico de Batabanó, ocasionando pérdidas materiales y la zozobra de la población, que entonces tiene que ejecutar medidas de protección.
Se cuenta que las personas que padecen de enfermedades mentales sufren alteraciones cuando soplan estos fuertes, cálidos vientos, pero incluso cualquier persona, Ud. o yo, siente estos vientos como muy molestos y en cierta medida enajenantes.
Vientos de ficción
Precisamente bajo las condiciones un poco incómodas que traen los vientos de la cuaresma, transcurren las aventuras de Mario Conde en la novela que quizás este año veremos convertida en filme. Ya tendremos entonces la oportunidad de comprobar hasta dónde esa atmósfera, ese escenario “meteorológico”, logra también reflejarse en la pantalla. Nos vemos en el cine.
Gracias Rubiera, estaba buscando la definicion y solo aparecia el libro de Padura, que bueno es ser un gran profesional como tu y Padura. Felicidades a ambos
Margarita Polo
Gracias, como dice Margarita, Padura es motivo de orgullo, como lo es Ud. también.
slds Nelson Rubal