Nuevas regulaciones para las viviendas en zonas de alta significación para el turismo en Cuba, fueron publicadas recientemente en la Gaceta Oficial de la República. Los cambios, que aparecen la edición No. 37 extraordinaria, regulan la permuta, donación, compraventa y las acciones constructivas de las casas situadas en estas zonas.
Las nuevas resoluciones brindan poderes a las delegaciones territoriales de Turismo, Planificación Física y la Vivienda para decidir cuáles trámites proceden o no, informa la agencia IPS.
Las zonas de alta significación para el turismo están incluidas en una de las 12 categorías proteccionistas pautadas por el Decreto-Ley 331 de 2015, sobre las Zonas con Regulaciones Especiales y se incluyen dentro de la categoría Zona de Desarrollo Económico, que opera con regulaciones específicas derivadas de sus características. Entre ellas se encuentran el balneario de Varadero y el municipio de Habana del Este, en la capital de la Isla.
Según estipula la resolución conjunta 01/2018, de los ministerios de la Construcción y Turismo y el Instituto de Planificación Física, en caso de permuta, donación y compraventa de casas en esas zonas, los interesados deberán presentar una solicitud de autorización a la dirección municipal de la Vivienda, un trámite que en otras localidades ocurre de manera expedita frente a notario.
En cuanto a las acciones de rehabilitación, unificación, división, ampliación o remodelación de los inmuebles, la solicitud de licencia se tramitará con la dirección municipal de Planificación Física.
No obstante, las delegaciones territoriales de Turismo son las que tienen la última palabra en cada caso, que deben emitir su decisión en un término de 15 días hábiles. En los municipios de La Habana Vieja y Centro Habana la autorización o no de las acciones constructivas recae en la Oficina del Historiador de La Habana.
Entre los criterios manejados para las autorizaciones se encuentran mantener el equilibrio de la población residente en cada zona y evitar su incremento, así como que no surjan nuevas viviendas en la zona ni aumente el número de propietarios.
La resolución 1/28 también aclara que no podrán convertirse viviendas medios básicos en vinculadas, y que las donaciones y compraventas no podrán afectar los programas de desarrollo turístico.
Para La Habana Vieja y Centro Habana existen, además, otras especifidades y restricciones, entre ellas que los cuartos y habitaciones que queden desocupados pasarán directamente a la Oficina del Historiador, que dispondrá de ellos para la reubicación de la población del lugar o para el desarrollo turístico, económico o la conservación patrimonial.
Otros organismos y empresas no podrán entregar estos cuartos con fines habitacionales.
Tampoco se autorizan divisiones de los cuartos o habitaciones, estén o no situados en cuarterías o ciudadelas, “salvo casos fundamentados de interés social y previa autorización de la Oficina del Historiador”.
Los procedimientos ahora publicados –su aprobación data de inicios de mayo según consta en la Gaceta Oficial– complementan las nuevas regulaciones para la vivienda en Cuba decretadas en abril de 2017. En ellas se fijaron pautas para el otorgamiento de subsidios así como modificaciones tributarias para las compraventas, entre otros temas.
De acuerdo a las autoridades cubanas, las resoluciones sobre la vivienda buscan adaptar las políticas gubernamentales al contexto actual de la Isla, que en este sector está marcado por la falta y el deterioro de los inmuebles.
Con una población de 11,6 millones de habitantes, Cuba cuenta con más de 3,8 millones de viviendas, de las cuales el 39 por ciento se encuentran en regular y mal estado técnico, según datos oficiales. Para paliar esta situación, se pretende incrementar la producción estatal de viviendas un 42 por ciento en 2018.
Desde su elección en abril, el presidente Miguel Díaz-Canel ha llamado a dar prioridad a la construcción de viviendas, con soluciones que pasan principalmente por incentivar la producción local de materiales de la construcción. Pero al mismo tiempo, ha insistido en desarrollar más el sector turístico, como motor para la estancada economía cubana.
Le han prohibido a los cubanos, por decreto, que no pueden montar motos acuaticas en Varadero. El decreto contra los artistas #346 tambien y espero que Oncuba publique algo al respecto. Todo es por decreto. No le preguntan a nadie. Todo es a Pepe. Cuba es el pais de las resoluciones, como esta, y los decretos!! El país de los Sin derechos.
me confundí, es el decreto #349 el de las nuevas prohibiciones a los artistas.
Con este decreto empieza la cojioca de las mejores propiedades en areas de gran valor turistico. Dejarle la decisión final a alguien de un ministerio segun su albedrío le facilita la reparticion de las propiedades entre amigos, familiares y personas que con dinero por delante se pasan las regulaciones por alli mismo, como ya ha pasado en La Habana vieja con extranjeros adquiriendo propiedades por muchos controles que hayan